Así destrozó Clos Gómez el VAR en España: del burofax de Negreira a la sala secreta de Las Rozas

• Hugo Carrasco @hugocarrasco92
• Redactor de deportes. Cubriendo a la selección española femenina y al Real Madrid femenino. En OKDIARIO desde 2017.
• • 27/06/2025 10:00
  • Actualizado: 27/06/2025 10:00

Los sucesivos escándalos arbitrales han llevado a la RFEF a cesar a toda la directiva del Comité Técnico de Árbitros (CTA). Más allá de Medina Cantalejo, que era el presidente, destaca también el despido de Carlos Clos Gómez, el jefe del VAR. O mejor dicho, el hombre que ha destrozado la implantación del VAR en España. Delfín de Negreira, estuvo bajo el foco desde que comenzaron a descubrirse detalles sobre la investigación, siendo el miembro de la cúpula arbitral al que más ha salpicado hasta la fecha el mayor escándalo de nuestro fútbol.

Más allá de que Clos Gómez fuera uno de los favoritos del Barcelona, puesto que sólo perdieron un partido con él, durante su etapa en activo fue uno de los que más animadversión generó en el Real Madrid. Aunque todo estalló cuando aparecieron los informes en los que el hijo de Negreira, Javier Enríquez, recomendaba al Barcelona «que los jugadores y técnicos se despidan de él públicamente» porque era «bueno para la imagen del club» y donde afirmaba que el aragonés buscaría «quedar bien con el club y los jugadores».

No fue lo único que le relacionó directamente con el caso Negreira. Clos Gómez se hizo cargo del proyecto VAR en 2017, un año antes de su implantación. Ya en 2018, cuando Enríquez Negreira dejó el CTA y el Barcelona cesó sus pagos, envió un burofax a la directiva culé. En él señalaba que tenía «mano en el VAR» y que podía «ayudar» nuevamente al club.

Este mensaje puso en el centro de la polémica al jefe del videoarbitraje que, sin embargo, siguió en su puesto hasta este jueves, cuando la RFEF, encabezada por Rafael Louzán, ha considerado que había que prescindir de toda la cúpula arbitral y acometer una reforma integral en el sistema.

De Negreira a la sala de VAR anexa

Otro de los escándalos que vio la luz fue la revelación de una sala VOR paralela en Las Rozas que tenía comunicación directa con el resto, algo terminantemente prohibido. Estrada Fernández, tras su complicada salida del CTA, reveló la existencia de una sala anexa a las principales que no venía reflejada ni en los estatutos de la Federación, ni en el protocolo VAR, ni en los contratos laborales que tenían los árbitros. De hecho, los clubes serían desconocedores de ella.

Allí, los miembros de la cúpula arbitral ahora destituida, verían los partidos. «Es una sala que viene utilizándose desde hace varios años por parte del Comité. Hay dos salas: una sala de los técnicos y operadores del VAR y una sala de operaciones», destacó Estrada en su momento. «Que ha habido comunicación es claro, pero tendría que ser ellos [el CTA] quienes lo expliquen», finalizó.

Allí, los dos últimos presidentes del CTA –Velasco Carballo y Medina Cantalejo–, Clos Gómez y Undiano Mallenco presenciaron varios partidos, según el ex colegiado. Desde el CTA, lógicamente, no tardaron en salir al paso de las acusaciones. Desmintieron «categóricamente» las palabras de Estrada y, aunque reconocieron su existencia, explicaron el uso de esta sala como reserva, en las que había «un árbitro VAR extra» cuya función consistía en «sustituir al VAR o AVAR en el caso de que hubiera un problema médico».

Clos Gómez y el uso del VAR

Ahora, se pone fin a la carrera de Clos Gómez en el VAR español. Estuvo ocho años al frente del proyecto, desde antes de su implantación que llegó en 2018, siendo el encargado de su desarrollo hasta el término de esta temporada, la 2024-2025. Esta tecnología llegó para revolucionar el fútbol y buscar una mayor justicia, pero en nuestro país ha tenido un exceso de protagonismo, siendo una herramienta cuestionada en multitud de ocasiones.

En comparación con el fútbol europeo, el VAR español ha sido mucho más intervencionista, con decisiones de lo más controvertidas y entrando en infinidad de ocasiones en esas jugadas grises en las que no debía hacerlo, así como obviando jugadas claras. También hay que destacar que varios de los árbitros que han formado parte del equipo que ha formado Clos Gómez para el VAR eran colegiados descendidos y que, por tanto, no tenían nivel para pitar en la categoría en la que después estaban al frente de esta herramienta.