El peor aviso de los expertos sobre lo que va a pasar en 100 años: adiós a la vida inteligente

La vida inteligente tal y como la conocemos puede tener los días contados, llega el peor aviso de lo que va a pasar en 100 años. Ha llegado el momento de empezar a pensar en lo que está a punto de pasar con un futuro incierto al que nos enfrentamos. Las amenazas que llegan desde el exterior son casi tan preocupantes como las que tenemos en el interior. Una exposición a una serie de detalles que son los que nos acompañarán en estos días.

Desde una pandemia, hasta una posible invasión extraterrestre, muchas son las formas en las que la humanidad podría volver a ponerse a prueba. Pero la realidad es que nos enfrentamos a una serie de cambios que son claves y que debemos tener en cuenta. La ciencia quiere adelantarse al futuro y tiene un aviso que darnos que puede cambiarlo todo. Habrá llegado el momento de pensar en esos días que están por delante y que quizás nunca hubiéramos imaginado que estuvieran tan cerca del final. En 100 años el mundo puede ser muy distinto de como lo conocemos a día de hoy.

Este es el aviso de los expertos

La vida inteligente fuera de nuestro planeta es casi una realidad. No hay pruebas físicas, pero desde la NASA tienen todas las herramientas necesarias para poder reconocer una civilización o una posible nueva raza. Hay una ecuación que determina la capacidad, es la que marca la vida inteligente.

La ecuación de Drake determina la vida útil de una civilización tecnológica como la nuestra. Por lo que, la podemos aplicar en nuestra propia civilización, conociendo los distintos parámetros que intervienen y sabiendo que puede cambiarlo todo por completo.

Tal como dice la web especializada SETI: «La ecuación de Drake fue preparada por el astrónomo Frank Drake en 1961 para servir como agenda de la primera reunión sobre el tema de SETI. En 1960, Drake había llevado a cabo una búsqueda pionera de señales extraterrestres, un esfuerzo de varias semanas que llamó Proyecto Ozma. De manera inesperada, este modesto experimento atrajo mucha atención, y J.P.T. Pearman, un oficial de personal de la Academia Nacional de Ciencias, alentó a Drake a organizar una reunión informal de investigadores e ingenieros consumados para discutir las perspectivas de encontrar una señal».

Adiós a la vida inteligente en 100 años

Nuestra civilización avanza tan rápidamente y sin aparente control alguno que podemos llegar a destruirnos casi por completo con una serie de elementos que no han existido en el pasado. Aplicando esta ecuación podríamos estar al borde la vida inteligente tal y como la conocemos.

En esencia, debemos tener en cuenta que anteriormente la vida a la Tierra se ha visto comprometida. Sabemos a ciencia cierta que un gran asteroide acabó con los dinosaurios, tal y como se ha comprobado con el paso del tiempo. Millones de años después conocemos perfectamente los efectos de este fenómeno que podría volver a repetirse.

También tenemos en nuestro poder un elemento que puede destruirnos a gran velocidad. Las armas nucleares que pueden ser el detonante del final de la humanidad. No solo en el contexto de una guerra global, sino también como parte de una decisión unipersonal de una sola gran potencial.

Un grupo terrorista podría desatar el caos con armamento nuclear o con un virus potencialmente mortal que pueda acabar con la humanidad. En esencia estaríamos muy cerca del colapso. Por lo que los expertos han querido dar la voz de alarma, en menos de 100 años la vida inteligente podría desaparecer.

La necesidad ya no de buscar vida inteligente fuera de nuestro planeta, sino lo que necesitamos es mantener la que hay actualmente. El hecho de que se pierda una civilización es algo que debemos tener en cuenta, de valor incalculable, pensar en lo que pasaría si la humanidad desapareciera por completo.

Eliminar los riesgos que vienen del planeta y buscar una alternativa. Para poder hacer que la vida tal y como la conocemos no esté ligada a un planeta que puede desaparecer en cualquier momento. Es indispensable buscar un lugar que no depenga de este lugar.

La ciencia nos puede dar la puerta abierta a la salvación de la humanidad, de la mano de una salida hacia un lugar en el que podamos escapar de un posible impacto de un asteroide. Pero también debemos estar preparados para ver como estos avances científicos acaben siendo lo que marque el futuro.

La vida inteligente podría acabar siendo parte de la historia de un planeta que ha sobrevivido a diferentes desafíos. En el momento en el que podría salir de este lugar, su supervivencia puede estar más cerca del final de lo que nos podríamos llegar a imaginar.