Crítica de ‘Historia de un matrimonio’, nominada a mejor película en los Premios Oscar 2020

‘Historia de un matrimonio’, sin duda, ha calado hondo este 2019 entre el público pero también entre la crítica. Y los numerosos premios que esta recibiendo y sus seis nominaciones en los Premios Oscar 2020 la avalan. La película dirigida por Noah Bauchman y producida por Netflix, que se estrenó en el pasado Festival de Venecia, presenta un drama matrimonial entre unos soberbios Adam Driver y Scarlett Johansson, con sus respectivas bien merecidas nominaciones a mejor actor y mejor actriz.

Aunque ‘Historia de un matrimonio’ es un drama en toda regla, se permite saltar de ese genero a la comedia, y hasta al musical, en determinados puntos de la trama. Esto unido a que el propio Noah Bauchman ha reconocido que el guión guarda ciertas conexiones con su propia historia le otorgan a esta cinta un matiz especial.

No es la primera vez que Bauchman utilizaq el cine para hablar del divorcio, ya lo hizo en ‘Una historia de Brooklyn’ aunque centrándose en el efecto que tiene la ruptura matrimonial en los hijos. Pero en ‘Historia de un matrimonio’ la conexión con la vida real se vuelve más palpable: Él, Adam Driver, es un director de cine y Nicole, Johansson, una de sus actrices principales. La lucha por la custodia de su hijo convierte su separación en una situación mucho más traumática de lo que habían imaginado. Esta lucha propicia que Nicole acuda a la agresiva y eficaz abogada Nora, interpretada por Laura Dern, cuyo monólogo en la película es uno de los momentos más aplaudidos de la película.

No hay duda de que al ser ‘Historia de un matrimonio’ una cinta sobre algo tan humano com el amor, la separación o el divorcio, el público tienden a leer la película desde puntos de vista personales con la consiguiente introsprección que eso puede generar. El año pasado, Netflix hizo todo lo que pudo por llevarse el Oscar a mejor película con ‘Roma’ de Alfonso Cuarón. No lo logró. Este año vuelve fuerte con esta película, menos artística quizás, pero no por ello menos real.