El gazpacho es una de las recetas estrellas del verano. Fresco, fácil de hacer y de llevar. En definitiva, el perfecto acompañante para aprovechar un producto de temporada, como es el tomate, para conseguir una comida refrescante que nos acompañe durante el verano. Claro que esas no son las únicas razones por las que esta receta es perfecta para nuestro cuerpo. El verdadero motivo para tomar gazpacho en esta época del año se encuentra en el cóctel de vitaminas que esta receta encierra.
- La ruta del gazpacho (de autor) en Madrid
- Alimentos refrescantes y que dan energía ante el calor del verano
Un cóctel vitamínico
Para encontrar la base nutricional de un alimento como el gazpacho, tenemos que remontarnos a su composición, es decir, a sus ingredientes. Si bien es cierto que su origen real aún se desconoce, su origen data de Andalucía, en época del Imperio Romano. Se dice que fue una receta propia de las clases bajas que utilizaban para aprovechar el pan duro. Por aquel entonces consistía en tomates machacados con la mano, pan, aceite y ajo.
Poco a poco, esta fue evolucionando para introducir nuevos ingredientes hasta llegar a constituir una de las recetas insignia de la gastronomía mediterránea. Si seguimos esta evolución de la sopa fría más característica del sur de España, a receta tradicional estaría formada por los siguientes ingredientes:
- Tomate pera: 1 kg
- Pimiento verde italiano
- Pepino
- Dos dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen extra: 50 ml
- Pan de hogaza duro: 50 g
- Agua: 250 ml
- Vinagre de Jerez: 30 ml
- Sal
Y prepararlo es casi tan sencillo como disfrutarlo: pon todo en un mismo recipiente y bate con una batidora hasta que vaya emulsionando para coger textura. Importante tener paciencia después y dejarlo reposar entre media hora y una hora, de forma que dejamos que los ingredientes, y con ello el sabor, se asienten. Claro que la receta del gazpacho no se queda aquí, porque el aderezo es otro gran punto que nos ayudará a redondear las propiedades de esta receta.
No debemos olvidar que no hay gazpacho sin un poco de huevo duro o tacos de jamón para acompañarlo. Al fin y al cabo, no deja de ser una sopa fría, pero una sopa. Y siempre debe acompañarse con algo que ponga textura a la receta. Pero vamos ingrediente a ingrediente, descubriendo sus propiedades:
Tomate
El tomate es uno de los alimentos fundamentales de la dieta mediterránea, pero ninguna estación es más idónea para su consumo que el verano. Si hablamos de su presencia en el recetario, lo tiene todo. Esta fruta (por si había alguien que todavía no se había hecho eco: sí, es una fruta), es versátil, sabrosa y un cóctel vitamínico. En España hay alrededor de 1.500 variedades de tomate cultivadas, aunque para el gazpacho tenemos que centrarnos en el tomate pera, conocido por su sabor y textura, además de por su versatilidad en cocina.
Este ingrediente es rico en licopeno, conocido por sus propiedades antioxidantes, ayuda a combatir el envejecimiento celular y actúa mejorando la actividad cardiovascular. También es una fuente de fibras, vitaminas esenciales , como la vitamina C (estimula el sistema inmune y protege la piel), A (buena para la visión y la piel) y K (importante para la coagulación de la sangre). Y una fuente de potasio, fósforo y magnesio.
Pimiento verde
Esta verdura es una de las mejores fuentes de vitamina C, hasta el punto de que 100 g de pimiento verde cubren más del 80% de la vitamina C diaria recomendada. Pero además, junto al tomate, son las dos principales fuentes de betacarotenos de esta receta, ayudando a la salud visual y preservando ese moreno tan perseguido durante el verano.
Otro beneficio para la piel lo encontramos en los folatos (vitamina B9), idóneos para la renovación celular. Además de incluir entre sus propiedades minerales como el potasio, el magnesio y, en menor medida, el fósforo.
Pepino
El pepino es uno de esos ingredientes imprescindibles en las dietas para adelgazar por dos motivos principales: su alto contenido en agua (casi un 95% de su composición) y su bajo índice calórico (12-16 kcal por 100 g). Pero, a parte de eso, también es una estupenda fuente de vitaminas K, C y vitaminas del grupo B, como B5 (ácido pantoténico). Así como de potasio, magnesio y manganeso, estas dos últimas conocidas por sus beneficios metabólicos.
Ajo
El ajo es uno de los alimentos más potentes del mundo: saborizante, beneficioso para la salud digestiva… un imprescindible en cuanto a salud gastronómica se refiere. Por su alta composición en sulfurados, como la alicina, tiene efectos antimicrobianos, antiinflamatorios y antioxidantes. Pero sus propiedades inmunológicas continúan con su aporte vitamínico, que suma la vitamina C para reforzar el sistema inmune; la B6 para el metabolismo energético y la función cerebral y las vitaminas del grupo B (B1 y B2). En cuanto a los minerales clave encontramos manganeso, selenio, calcio, hierro y potasio: beneficiosos para huesos, sangre y sistema cardiovascular.
Aceite de oliva
No es casualidad que el aceite de oliva sea conocido como el oro líquido y constituye uno de los pilares de nuestro recetario. Rico tanto en tradición como en ingredientes, es una fuente de ácido oleico, que ayuda a reducir el colesterol LDL y aumentar el HDL, protegiendo el corazón y las arterias; en su justa medida. También es una potente fuente de antioxidantes naturales como los polifenoles, vitamina E y escualeno.
Propiedades genéricas del gazpacho
Desgranando los ingredientes y en un primer vistazo podemos ver algunos de los beneficios que nos dejan un primer vistazo de las propiedades:
- Hidratación: su alto contenido en agua ayuda a combatir la falta de hidratación del verano como consecuencia de la mayor sudoración.
- Digestivo: gracias a la fibra del pepino y el pimiento, ayuda a realizar una correcta digestión.
- Vitaminas: el gazpacho supone un auténtico cóctel de vitaminas A, C y E, así como minerales como potasio, fósforo, magnesio, hierro, calcio, sodio y zinc.
- Bajo en calorías: su contenido vegetal hace que esta opción sea perfecta para controlar el peso durante el verano.
- Antioxidante: gracias a que su ingrediente estrella es el tomate y a la presencia de licopeno que posee, ayuda a las células a revertir y prevenir el daño.
- Mejora la piel: precisamente su acción antioxidante hace que la piel luzca más luminosa y saludable.
- Prolonga el bronceado: la presencia de betacarotenos del tomate hace que el gazpacho consiga prolongar y acentuar el bronceado.
- Alimento equilibrado: al añadir proteína, como huevo o jamón, para acompañar la mezcla conseguimos un alimento completo y saciante.
