Quién iba a decir a todos aquellos que vivían en 1884 que los rascacielos iba a ser una de las grandes carreras entre los arquitectos. Mencionamos ese año, porque fue la época en la que se construyó el primer rascacielos del mundo. Estos primeros edificios que, para la época, eran algo descomunal, fueron una serie de construcciones altas, de uso comercial, construidos entre 1884 y 1939, principalmente en las ciudades estadounidenses de Nueva York y Chicago. Tradicionalmente, las ciudades de los Estados Unidos estaban compuestas por edificios de baja altura, pero la economía creció significativamente después de la Guerra de Secesión y el uso cada vez más intenso del suelo urbano alentó el desarrollo de edificios más altos en los años 1870. Las mejoras tecnológicas permitieron la construcción de estructuras de hierro a prueba de incendios, con profunda cimentación, equipadas con nuevos inventos como el ascensor y la luz eléctrica. Esto hizo que fuera viable, tecnológica y comercialmente, construir una nueva clase de edificios altos, siendo el Home Insurance Building de Chicago de 42 metros de altura el primero en inaugurarse en 1884. El número de este tipo de edificios creció rápidamente y en 1888 se les denominó como rascacielos. El último, lo hemos visto en Nueva York, bajo la denominación el rascacielos 130 William.
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Muchos países están en esta competición, pero cada vez que visitamos la Gran Manzana, la vista se alza sobre la gran cantidad de edificios que rozan las nubes y se componen de cientos de pisos que nos permite estar cerca del cielo. La competitividad no solo se centra en la altura, sino que el diseño, la innovación, el diámetro y el exoesqueleto también suman puntos. Cuanto más atractivo y fotografiable sea, mucho mejor.
Este majestuoso edificio fue diseñado y construido por el reconocido arquitecto Sir David Adjaye, responsable de la visión holística de 130 William, incluida su icónica arquitectura exterior, así como de todos los lujosos interiores del edificio. De su mano han ido Adjaye Associates los cuales han diseñado desarrollos culturalmente significativos y redefinidores de género en todo el mundo, incluido el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana de la Institución Smithsonian en el National Mall en Washington DC; el National Holocaust Memorial and Learning Center en Londres, Reino Unido; y la Catedral Nacional en Accra, Ghana.
130 William se elevará aproximadamente 245 metros de altura, compuesto de 66 pisos, para hacer una declaración arquitectónica audaz y una adición única al icónico horizonte de Manhattan. Su interior contará con 242 residencias y proporcionará una amplia colección de más de 6.000 metros cuadrados de servicios, a disposición de los habitantes de este privilegiado lugar, contando, a su vez, con un nuevo parque público en la plaza, también diseñado por Adjaye, así como una amplia cantidad de comercios, situados en la base del edificio.
Adjaye tuvo una inspiración muy personal sobre este rascacielos de nueva york, puesto que quería crear un edificio que se alejara de la sensación comercial típica del vidrio y, que en su lugar, abrazara la historia de la arquitectura de mampostería de los rascacielos de Nueva York. Su exterior se hizo a mano y de una forma muy personalizada, es una interpretación contemporánea de la piedra que caracterizó la arquitectura clásica de Manhattan. La fachada texturizada da paso a detalles suaves y delicadamente elaborados, que se unen con detalles de bronce refinado. Otra característica distintiva es la silueta única de ventanas arqueadas rítmicas a gran escala que se inspiran en los adorados lofts que alguna vez poblaron el área. Además, los residentes que entren a las estancias del 130 William, pasarán por un hermoso parque nuevo en la plaza, que proporcionará una transición entre el ajetreo de la vida urbana y el descanso de las residencias.
Las residencias cuentan con los acabados más exclusivos, escogidos al detalle para cada una de ellas, con la misión de ofrecer una experiencia de alta calidad a los habitantes de la misma, todo ello centrado en un verdadero sentido de la artesanía, en los detalles y la materialidad. Cada residencia está diseñada con interiores espaciosos enmarcados por ventanas arqueadas de bronce de gran tamaño. Los apartamentos de este majestuoso rascacielos de Nueva York, se atavían con detalles en roble blanco, que complementan la naturaleza refinada del edificio, encontramos asientos de mostrador personalizados de Adjaye. El mármol del baño se seleccionó, de forma personal, de los Alpes Apuanos en Tusm y se han diseñado todos los accesorios y herrajes sobre un hermoso acabado de bronce bruñido. Esto incluye todos los grifos, duchas, accesorios y manijas de las puertas, todos hechos en los EE. UU. Las cocinas, una de las principales estancias del espacio, respiran un cuidado sobre su diseño y están mejoradas con gabinetes de carpintería italiana Pedini personalizados, electrodomésticos Gaggenau de última generación y encimeras de piedra Pietra Cardosa italiana, proveniente de los Alpes Apuanos en Toscana. Los diez mejores pisos residenciales albergan las residencias Penthouse y Loggia. Los interiores se componen de habitaciones generosamente escaladas y techos tipo loft que varían de 3 a 4 metros de altura y fluyen sin problemas hacia espacios exteriores que regalan unas vistas sin precedentes.
La salud y el bienestar también se encuentran presentes en este rascacielos de Nueva York, puesto que cuenta con spa completo, piscina exterior, piscinas de inmersión frías y calientes, sauna seca y salas de masajes, así como un gimnasio de última generación con terraza de enfriamiento, estudio de yoga y cancha de baloncesto. Los residentes también disfrutarán de un cine privado IMAX, un simulador de golf, un salón para residentes, un club y una sala de juegos, una cocina de chef con un comedor privado, un centro de actividades para niños, un spa para mascotas, terrazas al aire libre y una plataforma de observación privada en la azotea ubicada en la parte superior del edificio. Todo un hito sobre la innovación exterior e interior en las grandes construcciones.
