La cafeína durante el embarazo. Todo lo que necesitas saber

Muchas son las mujeres que se declaran abiertamente adictas al café o a las bebidas de cola que tienen cafeína, ya que consideran que esa sustancia es la que les permite conseguir la energía necesaria para hacerle frente a la ajetreada agenda diaria. Y son precisamente esas féminas las que se topan con un auténtico problema cuando descubren que están embarazadas y que su médico les prohíbe la citada cafeína.

Si tú quieres tener un hijo, sigue leyendo pues descubrirás porqué ese elemento y el periodo de gestación no son buenos compañeros.

¿Cafeína sí o no?

La mayoría de los doctores aconsejan a sus pacientes en estado que no tomen cafeína, porque consideran que esa sustancia puede ser realmente perjudicial para su salud y para la del bebé. De ahí que les prohíban tomar café, té, bebidas de cola o incluso lo que son las conocidas bebidas energéticas. No obstante, no podemos olvidar que también se encuentra en el chocolate, que se convierte en el antojo favorito de numerosas gestantes.

Sin embargo, a pesar de todo, hay otros médicos que establecen que no hay que llegar al extremo de dejar de tomar esos alimentos sino que lo que se debe hacer es limitar el consumo diario de cafeína.

Consecuencias negativas de ingerir cafeína

Diversos estudios llevados a cabo en los últimos años son los que han alertado de las consecuencias negativas que trae consigo no dejar de lado la cafeína durante el embarazo. En concreto, se trata de investigaciones que han venido a demostrar que la misma es realmente perjudicial por estas razones de peso:

• Aumenta de forma considerable el riesgo de poder sufrir un aborto. En concreto, se considera que las féminas que tomen al día más de 200 gramos de dicha sustancia van a tener numerosos riesgos de perder a su bebé, especialmente durante lo que es el primer trimestre del embarazo. Más exactamente un trabajo de 2008 determinó que doblan los peligros en este sentido.

• Las mujeres que toman mucho café durante el periodo de gestación también duplican las posibilidades de que sus bebés nazcan muertos.

• No hay que pasar por alto que la cafeína provoca que los niños puedan tener serios problemas cardíacos.

• La ingesta de productos con ese elemento trae consigo el aumento notable de las posibilidades de que la futura mamá pueda sufrir hipertensión arterial o incluso preeclampsia durante el embarazo. Situaciones ambas que ponen en serio peligro su salud y también el de su hijo.

• No hay que pasar por alto que también se considera que las féminas que ingieren mucha cafeína durante esos nueve meses no sólo pueden tener que hacerle frente a un cuadro de anemia sino a que sus pequeños nazcan con un peso más bajo de lo normal. Y es que se considera que dicha sustancia incluye fenoles que dificultan lo que es la absorción del hierro por parte del organismo.

• Puede provocar que el feto tenga problemas para desarrollarse, complicaciones a nivel respiratorio e incluso carencia de nutrientes. Todo eso es fruto de que lleva a cabo lo que es la contracción de los vasos sanguíneos.

• También hay que subrayar que puede traer consigo que la futura madre sufra dolores de cabeza, un nerviosismo palpable e incluso dificultades para conciliar el sueño.

• Asimismo se considera que es capaz de generar fuertes molestias estomacales a la mamá.

A grandes rasgos, estas son las consecuencias negativas que trae consigo que la embarazada tome cafeína, concretamente más de lo que sería recomendable. Por eso, se aconseja que no la ingiera, porque al hacerlo verá que su estado de humor mejora, que mantendrá su tensión en los parámetros adecuados…

Consumo recomendable

Por todo lo expuesto hasta ahora, lo más recomendable es que o no se tome nada de cafeína durante el periodo de gestación o que si se ingiere se haga de una manera moderada. En concreto, se determina que es necesario que la embarazada no tome más de 200 miligramos al día, que vendría a equivaler a lo siguiente:

• Unos 350 – 400 gramos de chocolate.

• Seis tazas de té.

• 8 latas de refrescos de cola.

• 3 tazas pequeñas de café.

Eliminar la cafeína progresivamente

Teniendo en cuenta que la sustancia que nos ocupa no resulta especialmente beneficiosa para el organismo, lo idóneo es que la embarazada, desde el momento que descubre que está esperando un bebé, comience a reducir la ingesta de la misma de manera progresiva. ¿Cómo hacerlo? Mediante estos pequeños consejos:

• Empezar a tomar el café con más leche para luego, de forma paulatina, cambiarlo por el descafeinado.

• Sustituir las bebidas de cola por sus versiones que no tienen cafeína.

• Cambiar el té por otras de las muchas infusiones que sí están perfectamente permitidas para las gestantes.

• En lugar de bebidas energéticas optar por zumos o batidos naturales.

• Moderar el consumo de chocolate.