7 claves sobre la alergia a la leche de vaca en bebés

APLV. Estas son las siglas que se utilizan para referirse a uno de los problemas más habituales a los que tienen que hacer frente los padres que tienen bebés. Nos estamos refiriendo a la alergia a las proteínas de leche de vaca que sufren numerosos pequeños.

En concreto, aquella se considera que es la alergia de tipo alimentario más frecuente entre la población infantil y de ella merece la pena conocer las siguientes señas de identidad:

1. No tiene por qué aparecer en el niño la primera vez que toma la leche de ese tipo, sino que puede manifestarse tiempo después.
2. Uno de los principales síntomas que deja patente que el bebé tiene esa clase de alergia es el enrojecimiento de la piel.
3. No menos importante es que también la APLV puede aparecer provocando en el pequeño diversas consecuencias a nivel digestivo tales como diarreas, vómitos o incluso rechazos constantes a la citada leche.
4. Otros de los síntomas que vienen a dejar patente que el bebé sufre la citada alergia alimentaria son el sangrado rectal, la irritabilidad, una importante pérdida de peso e incluso un fallo en lo que sería el crecimiento.
5. Ante la posible sospecha de que el niño padece esa intolerancia a las proteínas de la leche de vaca lo que se debe hacer es acudir directamente al pediatra para que pueda detectarla y establecer el correspondiente tratamiento.
6. Cuando se diagnostica la alergia, lo normal es que se establezca una alimentación donde la leche de la madre sea el principal sustento.
7. En los casos en los que la lactancia maternal no sea posible como herramienta para luchar contra esa alergia alimentaria, el pediatra aconsejará la utilización de leches especiales que existen en el mercado y que vienen a ser tanto fórmulas de soja como otras que básicamente son hidrolizados de proteínas.