Los manteros adelantan la temporada y ya copan las calles de segunda línea de la Playa de Palma

Los manteros adelantan la temporada y ya copan las calles de segunda línea de la Playa de Palma y como ya sucediera desde el fin de las restricciones por la pandemia de la Covid en el verano de 2022, decenas de ellos campan a sus anchas durante el día, ofreciendo toda clase de productos sobre aceras y  calzadas como la popular calle Pare Bartomeu Salvà, una de las más frecuentadas por el turista germano.

Si bien el actual alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha incrementado la presión policial contra el top manta en enclaves del centro histórico como la Plaza Mayor o el entorno del Mirador de la Seu, no sucede por ahora así en el que es el principal enclave turístico de Baleares, con casi la totalidad de sus 114 establecimientos hoteleros y cerca de 34.000 plazas ya operativas.

En su primera temporada alta como alcalde y cuando el próximo mes de junio cumplirá un año al frente de la Alcaldía, el primer edil del PP tendrá que hacer frente al incremento exponencial de la inseguridad ciudadana que ha sufrido la capital balear en los últimos años, en especial, en Playa de Palma.

Un enclave donde a la presencia ya generalizada de manteros, hay que unir la venta de alcohol hasta altas horas de la noche, botellón y concentraciones juveniles en primera línea que serán habituales desde el próximo mes de junio, si no hay un operativo policial permanente, que disuada y corte de raíz estas prácticas.

Fuentes municipales confirman que,en estos momentos, lo que se están llevando a cabo son actuaciones concretas de la Policía Local para el control de la zona, ya que «no está ultimado el operativo policial definitivo».

Se da además la circunstancia de que está aún en exposición pública la nueva ordenanza cívica que endurece las sanciones a los vendedores ambulantes ilegales y que el alcalde Martínez, prevé que esté en vigor  en los meses centrales de un verano inminente. Un texto que fija multas de 300 euros a las personas que compren a los manteros, según se recoge en el articulado de este nuevo reglamento que endurece las sanciones de la normativa actual aún en vigor.

Así por ejemplo como recoge el apartado cinco del artículo 112, «la venta ambulante no autorizada de productos diferentes al alcohol u óxido nitroso, si se exponen en el suelo o en mobiliario urbano (manteros y asimilados) se sanciona en su grado máximo», es decir, entre 2.500 y 3.000 euros.

Pero a su vez también se tipifica como sanción, en este caso leve pero con multas de entre 300 y 750 euros en caso de ser reincidentes, «la compra» de productos del top manta.

Pero para ello, el Ayuntamiento de Palma tendrá que poner en marcha un operativo policial activo y permanente para disuadir a los manteros, y que no conviertan Playa de Palma en el epicentro de su actividad, como ha venido sucediendo cada verano hasta la fecha.

Su desembarco ya sobresaliente en este enclave coincide, además, con la campaña que ha puesto en marcha la patronal del pequeño y mediano comercio de Palma (Pimeco), para que los comerciantes denuncien ante la Policía la venta ambulante ilegal y avisar en redes sociales sobre estos hechos.

El último operativo policial municipal destacado contra la venta ambulante fue el pasado 5 de abril en la zona centro, cuando un dispositivo conjunto de la Policía Local de Palma y de la Policía Nacional, se saldó con seis personas detenidas, del total de 38 que fueron identificadas, y el decomiso de unos 10.000 artículos fraudulentos sin marca o marca desconocida, algunos de los cuales, fueron abandonados por los vendedores al darse a la fuga.