Los empresarios de un Paseo Marítimo de Palma ‘patas arriba’, contra las cuerdas y sin ayudas

Los empresarios de un Paseo Marítimo de Palma patas arriba están contra las cuerdas y sin ayudas directas ni del Govern balear ni del Ayuntamiento de Palma, que han dejado en la estacada a restauradores, autónomos y trabajadores afectados por las obras de reurbanización de esta privilegiada calzada de primera línea. Unos trabajos que se prolongarán por espacio de dos años y cuyo calendario y fases de ejecución ha iniciado Autoridad Portuaria de Baleares (APB) unilateralmente y sin haber consensuado nada con ellos.

Pese a la llamada de auxilio ante el cierre masivo de negocios que se avecina en los próximos meses y del llamamiento a la desesperada de los restauradores a los palmesanos porque necesitan a los clientes «más que nunca», la realidad es que la bajada de persianas de bares, cafeterías, restaurantes y todo tipo de negocios y locales es un hecho en gran parte de los cinco kilómetros de extensión de esta arteria viaria.

Ante esta total despreocupación del gobierno municipal presidido por el alcalde socialista de Palma José Hila, los partidos de la oposición, en este caso PP y Vox, mueven ficha con sendas propuestas al pleno del presente mes de febrero, para intentar que la administración local y autonómica se implique y palie las consecuencias económicas derivadas de este complejo panorama.

El PP instará al equipo de gobierno a «atender las reclamaciones de vecinos y empresarios afectados por estas obras en cuanto a la falta de aparcamiento y difícil accesibilidad a viviendas, locales comerciales, de restauración y ocio, y a intermediar entre los ciudadanos afectados y las administraciones supramunicipales, para encontrar soluciones a los problemas que les está ocasionando esta obra pública».

El principal partido de la oposición municipal pone el acento en la duración de unos trabajos que se prolongarán durante dos temporadas turísticas consecutivas por lo que vecinos, comerciantes, restauradores, establecimientos de ocio, empresarios y trabajadores, «ven con mucha preocupación» el cierre con vallas y barreras de todo este espacio, y el trastorno derivado de unas obras que no han hecho más que empezar.

Como el PP expone en su moción, ni vecinos ni empresarios ven que desde el Ayuntamiento de Palma «se estén dando soluciones efectivas a problemas  como falta de aparcamientos, de accesibilidad a los negocios y de comunicación con las diferentes administraciones para hacer llegar sus reclamaciones y lograr soluciones».

También Vox ha presentado una iniciativa al pleno municipal del jueves 23 de febrero en la que exige medidas concretas al alcalde socialista Hila, en beneficio de los afectados: que todos los autónomos y empresarios afectados por las obras del Paseo Marítimo se les conceda una bonificación del 95% de la cuota íntegra del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), del Impuesto de Actividades Económicas, y se les reduzca la tasa por servicios relativos al tratamiento de residuos sólidos urbanos a lo largo de la duración de las obras.

Las asociaciones empresariales de la zona, por su parte, reclaman a Govern y Ayuntamiento de Palma ayudas económicas directas y la eliminación de las tasas e impuestos para sobrevivir mientras no puedan realizar su trabajo. Y es que aunque en los meses de temporada alta, bares, restaurantes y cafeterías podrán instalar sus terrazas, la realidad es que la compleja accesibilidad a una zona en permanente estado de obras y sin aparcamientos, convertirá en un milagro la visita y tránsito de residentes y turistas por el Paseo Marítimo.