El Papa Francisco concede la tercera Rosa de Oro en España a la Virgen de la Macarena de Sevilla

La imagen de María Santísima de la Esperanza Macarena de Sevilla recibirá la Rosa de Oro por parte del Papa Francisco en reconocimiento de su importancia en la devoción popular. El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, ha comunicado el histórico anuncio en la basílica de la Hermandad este domingo, tras el rezo del Ángelus. Es la tercera imagen que recibe esta distinción en España.

El nuncio apostólico en España, monseñor Bernardito C. Auza, ha sido el encargado de trasladar al arzobispo el mensaje de la Secretaría de Estado de Su Santidad con la concesión de «tan alta distinción pontificia», según informa el Arzobispado.

La Rosa de Oro muestra la vinculación entre el Papa y su «profunda devoción mariana». El acto de entrega se hará en las vísperas de la apertura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, que tendrá lugar del 4 al 8 de diciembre.

Monseñor Edgar Peña Parra, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado y enviado especial del Papa Francisco para el citado cónclave, será el encargado de llevar la Rosa de Oro en nombre de su Santidad y la colocará a los pies de la Macarena.

La imagen de María Santísima de la Esperanza Macarena es una talla barroca, fechada en torno al año 1680. Su autor es anónimo, aunque su origen se sitúa en el taller de Pedro Roldán. Será la tercera imagen que reciba la Rosa de Oro en España, tras la Virgen de la Cabeza (2009), patrona de Andújar (Jaén), y la Virgen de Montserrat (2023), patrona de Cataluña.

Simbolismo de la Rosa de Oro

La Rosa de Oro simboliza la bendición papal y es un regalo exclusivo de los pontífices para expresar «reverencia» a la Virgen María. La tradición se remonta al Papa León IX, que la instauró en 1049. A lo largo de los siglos se ha regalado a monasterios, santuarios, soberanos y personalidades destacadas en reconocimiento a su compromiso con la fe y el bien común.

Antiguamente, la Rosa de Oro también se concedía a las reinas, entre ellas Isabel la Católica, que fue la primera monarca en recibirla en 1493 por concesión del Papa Inocencio VIII. Es en la segunda mitad del siglo XX cuando las entregas de la Rosa de Oro fueron escasas, comenzando a concederse a santuarios marianos.

La Rosa de Oro está realizada en plata con un baño de oro y representa un rosal con flores, botones y hojas, todo ello colocado en un vaso de plata de estilo renacentista con el escudo papal. Es bendecida por el Papa el cuarto domingo de Cuaresma.

«Día histórico» para la Hermandad

El arzobispo de Sevilla se trasladó este domingo a la basílica de María Santísima de la Esperanza Macarena para realizar este anuncio junto al rector del templo, José María Losada; el hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero; y un nutrido grupo de fieles que se congregaron en su interior.

El hermano mayor, visiblemente emocionado, agradeció al Santo Padre la concesión de la Rosa de Oro y renovó el «permanente compromiso de la Hermandad de seguir evangelizando incansablemente». En opinión de Fernández Cabrero, esta distinción pontificia es «un reconocimiento a la piedad popular y mariana de toda la Archidiócesis de Sevilla, regalo que llenará del buen olor de Cristo la basílica de la Esperanza Macarena».

La Hermandad ha emitido un breve comunicado en redes sociales dando muestra de su emoción tras la noticia: «Hoy es un día histórico para nuestra Hermandad, nuestros hermanos y cientos de miles de devotos de la Santísima Virgen de la Esperanza en el mundo. El Papa Francisco ha concedido la Rosa de Oro a la Virgen de la Esperanza, la más alta distinción que otorga el Santo Padre y que reconoce la devoción universal a Nuestra Titular. Los macarenos, exultantes y emocionados, agradecemos al Santo Padre y a nuestro Pastor por este alto honor. Gracias a Dios por concedernos el privilegio de dirigir nuestras oraciones a la Virgen María llamándola Esperanza Nuestra y viendo su inigualable cara. Que la Santísima Virgen de la Esperanza siga guiando a nuestra Hermandad para ser merecedora de este alto reconocimiento de la Iglesia Universal».