Andalucía

Un inmigrante marroquí intenta degollar a una voluntaria de una ONG

Rubén Pulido, experto en inmigración: «No huyen de la guerra, vienen por el sistema de bienvenida español»

Marlaska compra más vehículos contra la inmigración ilegal y pese al gasto las cifras siguen disparadas

Un grupo de inmigrantes ilegales apuñala y da una brutal paliza a un menor de vacaciones en Ceuta

Un joven inmigrante marroquí -ex mena-, de solo 18 años, ha intentado degollar a una voluntaria de una ONG en Ceuta. La trabajadora social, de 24 años y de Linares, ya ha prestado declaración en los juzgados de la ciudad autónoma, mientras que el inmigrante ya se encuentra en prisión preventiva. Según algunas fuentes, el inmigrante y la trabajadora social mantenían una relación sentimental, y los maltratos eran muy habituales.

Según prensa local, algo que no ha podido confirmar OKDIARIO Andalucía, la voluntaria convivía desde hace unos meses con el joven marroquí, natural de Tetuán, y desde entonces venía sufriendo malos tratos. Sin embargo, fue el pasado 29 de julio cuando la situación se agravó todavía más.

El inmigrante marroquí no quería que la joven pudiera viajar a la península por celos. Tras una fuerte discusión, encerró a la mujer en una habitación, la destrozó el móvil y le dio una paliza hasta el punto de intentar degollarla. La joven, afortunadamente, logró que el inmigrante frenara sus intenciones debido a la abundante sangre que estaba perdiendo. Así, la voluntaria jienense prometió a este hombre que si la llevaba al hospital, ella no denunciaría.

Una vez en el hospital, la joven contó a los profesionales del Hospital Universitario lo que había sucedido, por lo que varios agentes de la Policía Nacional se personaron en el lugar para detener al inmigrante marroquí y llevarlo a la Jefatura Superior de Policía.

Ahora, el marroquí se encuentra en la prisión de Fuerte Mendizabal de manera preventiva, sin fianza y a la espera de que se fije una fecha para la celebración del juicio. Este joven, por cierto, se trata de un ex mena que estaba acogido por la ciudad autónoma, y llegó a pasar un tiempo en Punta Blanca por un delito cometido.

Como medida cautelar, pesa sobre el inmigrante una orden de alejamiento de 200 metros hasta la celebración del juicio.