Adelante Andalucía llama a Morante de la Puebla «maltratador y asesino» y exige prohibir los toros

Maribel Mora, diputada de Adelante Andalucía, ha acusado al torero Morante de la Puebla de ser un «maltratador y asesino de toros». En este sentido, ha condenado a la gran multitud de personas que le ovacionó el pasado miércoles, 26 de abril, tras su histórica corrida en la que, 52 años después, salió por la puerta grande de la Maestranza de Sevilla con un rabo.

Junto a una imagen del torero saliendo a hombros de la plaza, Maribel Mora ha escrito: «Multitud manifestándose vitoreando a un maltratador y asesino de toros. (Parece que no se les aplica la Ley Mordaza)». Es una imagen más de muchas que ha condenado la diputada de Adelante Andalucía en un hilo en redes sociales en las que denuncia las que son, bajo su punto de vista, «Imágenes de lo peor de la Feria de Sevilla, con lo que deberíamos acabar ya. Mi propuesta es la prohibición de todo esto».

1.- Multitud manifestándose vitoreando a un maltratador y asesino de toros. (Parece que no se les aplica la Ley Mordaza) pic.twitter.com/TyKYnbJWh3

— Maribel Mora Grande – Adelante Andalucía (@MaribelMoraG) April 30, 2023

Leyenda Morante

Morante de la Puebla cortó un rabo al cuarto toro de la corrida de este pasado miércoles de Feria de Abril de Sevilla, tras el que fue todo un recital de tauromaquia, tanto con el capote como con la muleta. Tan histórico galardón -el último lo paseó Ruiz Miguel de un toro de Miura en la Feria de Abril de 1971- tuvo también un aire de compensación para el de La Puebla del Río por parte de un público que pareció arrepentirse de la displicencia con que trató el pasado lunes a este mismo torero a pesar de que dio una tarde también antológica.

Tras ser aupado a hombros por una multitud, que llevó en volandas al torero bajo la Puerta del Príncipe, salía el héroe de la Maestranza sonriendo y saboreando el triunfo, pero como en estado de shock, como sin darse cuenta del todo de lo que le estaba pasando. Y entonces empezó a cruzar manos que le llegaban de la nada como si fuera la famosa escena de la Capilla Sixtina y la tarde asfixiante de este infernal abril sevillano ya no lo era tanto.