Audi A4 2.0 TDI 150 CV S-Line, la prueba

Qué difícil es elegir cuando de enfrentar un Audi, un BMW y un Mercedes se trata. Cada una de las apuestas que hacen estas marcas en los diferentes segmentos es un valor seguro. Y es algo que hemos podido comprobar una vez más con el nuevo Audi A4, que hemos probado acompañado de la mecánica 2.0 TDI de 150 CV, la más popular, y un acabado S-Line que hace de su imagen algo muy atractivo. Si estás buscando una berlina ‘premium’ de tamaño medio, el nuevo Audi A4 2.0 debe ser una de tus opciones predilectas. ¿Por qué? Por lo siguiente…

Diseño

Cambia todo sin cambiar nada. Así podríamos definir el exterior del Audi A4. Durante el primer vistazo no serás capaz de distinguir muchas variaciones respecto a la versión anterior, pero una vez entras en detalle la cosa cambia. Destaca en su frontal la característica parrilla Singleframe, ahora más ancha y con acabados plateados, mientras que el capó dispone de pequeñas protuberancias que ayudan a aportar una imagen más musculosa. Las ópticas delanteras tienen a su vez un diseño más afilado, contando de serie con tecnología bi-xeón, aunque opcionalmente, como sucedía en la unidad de pruebas que hemos tenido, se puede incluir tecnología LED -o incluso Matrix LED-.

Si nos fijamos en la zaga, nos topamos con unos nuevos pilotos traseros con los intermitentes integrados, mientras que el portón acaba de una forma más afilada en un intento de aportar deportividad. El perfil es quizás la parte más sobria de este nuevo Audi A4, aunque el acabado S-Line y sus correspondientes llantas de 18 pulgadas y cinco radios dobles aportan un toque más desenfadado.

Las formas del nuevo Audi A4 no solamente responden a los caprichos de los diseñadores de la marca alemana, sino que son el resultado de un cuidado estudio aerodinámico que permite homologar un Cx de tan solo 0,23.

Interior

Si hay una zona que es realmente espectacular en el nuevo Audi A4, es el habitáculo. La calidad de los acabados y los remates es una constante. Ésta se percibe incluso en los mandos del climatizador, que reaccionan con tan solo posar el dedo sobre los botones. Eso sí, antes de llegar a esto, nos fijamos en el volante S-Line de nuestra unidad de pruebas, cuyo grosor y su parte inferior achatada -con la inscripción S presente- son dos muestras inequívocas de deportividad.

La gran estrella del interior del A4 la percibimos a través del mencionado volante. Es el Audi virtual cockpit, formado por una espectacular pantalla de 12,3 pulgadas totalmente personalizable a través de la cual podremos consultar todo lo que se nos ocurra. Datos del coche, el navegador, el sistema multimedia… ¡todo! Es comodísimo -se maneja desde los mandos del volante-, aparte de que da un plus de calidad y una imagen de lo más futurista.

No será la única pantalla con la que contemos en el interior de la berlina alemana. Presidiendo la consola central contamos con otra de 8,3 pulgadas que se maneja desde el mando giratorio MMI Navigation Plus. Resulta curioso que la marca germana aún no apueste por un control táctil, aunque la gran pega que le veo a esta pantalla es que no pueda ocultarse. Ambas pantallas, eso sí, pueden ser totalmente complementarias, ofreciendo información diferente. Y por si fuese poco, también contamos con un Head-Up Display a todo color donde comprobar los datos más importantes.

Tal despliegue tecnológico nos ha hecho llegar hasta aquí sin hablar de otro de los puntos fuertes del Audi A4 S-Line, sus asientos. De corte deportivo, ofrecen un confort que nos permitirá recorrer kilómetros y kilómetros sin resentirnos físicamente. Además, la tapicería es un alarde de calidad, algo que también se nota en la posibilidad de reglajes eléctricos que permiten. Tampoco quiero dejar pasar la oportunidad de elogiar el espacio disponible en cada una de las cinco plazas homologadas.

Otro de los puntos clave del interior del Audi A4 es su brillante insonorización. En ningún momento te das cuenta de que conduces un coche con motor diesel. El típico traqueteo de este tipo de mecánicas, especialmente cuando están frías, es totalmente inapreciable desde el habitáculo, así como los ruidos derivados por el efecto del aire mientras avanzamos, algo a lo que también contribuye la trabajada aerodinámica del coche.

Resta por comentar el maletero del Audi A4, que cuenta con una capacidad que puede variar entre los 480 y los 965 litros, según si circulamos con los asientos abatidos o no. En su configuración convencional, me pareció un maletero de lo más aprovechable, especialmente por la profundidad que ofrece.

Motor y Consumos

El motor del Audi A4 que hemos probado es el más popular de la gama. No me extraña que la gran mayoría de los clientes se decante por este 2 litros TDI de 150 CV y 320 Nm. Su rendimiento es brillante. Esperas de primeras que corra menos, pero no. Este propulsor cuenta con un rendimiento más que suficiente incluso para divertirse al volante, especialmente si seleccionamos el modo de conducción más deportivo que ofrece, el Dynamic. Los otros son el Efficiency, el Confort y el Auto, existiendo un quinto llamado Individual en el que podremos personalizar los parámetros que se modifican en cada uno de estos modos -suspensión, motor y dirección-.

Asociada a este motor, nuestra unidad de pruebas contaba con una caja de cambios manual de 6 velocidades, cuyo tacto y recorrido de las diferentes marchas es sencillamente perfecto. Modelos superiores pueden optar por las cajas de cambios automáticas S-Tronic y Tiptronic, así como por el sistema de tracción total quattro. No era nuestro caso -el A4 que hemos probado era de tracción delantera-, ni lo consideramos necesario.

Otro de los puntos que destaca en esta refinada mecánica -es tremendamente lineal, ya que apenas se nota el momento donde entra en funcionamiento el turbo- es su consumo. Homologa una cifra muy optimista -3,8 l/100 km- a la que no es complicado acercarse. Conduciendo en el modo Efficiency de una manera ecológica, podremos sacar consumos que no superen los 4,5 l/100 km. Olvidaos de visitar frecuentemente la gasolinera además, porque su autonomía roza los 1.000 kilómetros, algo a lo que también ayuda la presencia del sistema de parada y arranque Stop/Start.

Comportamiento

Si tenemos que destacar algo del comportamiento de nuestro Audi A4 2.0 TDI 150 CV S-Line es su polivalencia. Se defiende como pez en el agua en todas y cada de las situaciones cotidianas a las que nos podamos enfrentar. Da lo mismo que circulemos por el denso tráfico urbano que subamos un puerto de montaña a un ritmo elevado. La berlina alemana responde siempre de forma brillante. A ello ayudan bastante los cuatro modos de conducción -el personalizado no es uno más como tal- que os hemos comentado antes. Se nota bastante el salto entre cada uno de ellos y nos permiten adaptar nuestro vehículo al paso de los kilómetros.

Este buen comportamiento dinámico también tiene su explicación en que el nuevo Audi A4 es más ligero que su antecesor. Según la versión, este ahorro puede llegar a ser de 120 kilogramos, una cifra muy importante en un coche del tamaño de esta berlina.

A la hora de ponerte al volante, el nuevo Audi A4 tiene una cosa que parece bastante obvia pero que no es tan sencilla de conseguir. La dirección hace exactamente lo que tú le ordenas y en el momento que lo haces. Precisión es la palabra. Ese primer golpe de volante a la entrada de los virajes da paso a la comprobación de un comportamiento totalmente neutro tanto en el medio como en la salida de los mismos, algo especialmente visible cuando activamos el modo Dynamic. Sin duda, una auténtica delicia conducir el A4.

Equipamiento

Decir que el Audi A4 S-Line que hemos probado estaba cargado hasta los topes es quedarse corto. Pudimos disfrutar de un elenco de elementos destinados al infoentretenimiento y la seguridad. Podemos destacar por ejemplo el Audi pre sense city, un sistema de prevención de accidentes que frena de forma automática en caso de posible colisión. Os puedo asegurar que funciona a las mil maravillas, porque lo comprobé sin querer. Salía de un aparcamiento marcha atrás -la cámara de visión trasera que presenta es brillante, con un ojo de pez que te permite ver también los laterales- sin toda la atención debida cuando un coche se acercaba a mí a una velocidad considerable. No lo vi, pero el A4 sí, frenando en seco y evitando el percance. Impresionante, sin duda.

Otro de los sistemas que destaca es el Audi exit warning, cuya misión es alertar al pasajero cuando vaya a abrir las puertas para salir del coche si en ese momento se acerca otro vehículo circulando por la calzada. Tampoco queremos dejar de destacar el sistema de mantenimiento de carril -puede que sea algo intrusivo, aunque su resistencia se vence fácilmente- o el eficaz detector de ángulo muerto de los retrovisores, que puedes comprobar en una de las fotografías de este apartado.

Equipamiento opcional también teníamos a mansalva, destacando especialmente el climatizador de tres zonas o el equipo de sonido Bang & Olufsen, con el que disfrutaremos de hasta 19 altavoces por un precio que se va hasta los 1.390 euros.

Conclusión y rivales

El Audi A4 es un espectáculo de coche, así de claro. Como te decía al principio, si quieres una berlina media ‘premium’, ésta debe ser una de tus opciones predilectas. El Serie 3 y el Clase C son sus rivales, aunque decantarte por uno o por otro será cuestión de detalles y de estética. La calidad que presentan estos tres miuras teutones está fuera de toda duda.

¿Su precio? El Audi A4 con motor TDI de 2 litros y 150 CV parte de unos ponderados 34.600 euros. ¿Su pega? Como sucede con todas las marcas de alto calado, si quieres disfrutar de una unidad equipada hasta los dientes como la nuestra -solamente el acabado deportivo son 2.000 euros extra-, esta cifra aumenta bastante. Y os aseguro que más de una opción vais a querer, porque el equipamiento de serie del A4 ‘pelado’ no es excesivamente completo.

Rivales

• BMW Serie 3
• Mercedes Clase C

Lo mejor

• Motor y consumos
• Comportamiento dinámico
• Calidad general

Lo peor

• Equipamiento base algo escaso
• Precio de las opciones caro