Paz Padilla rompe su silencio y habla claro sobre la polémica de la raspa de Cádiz

La protagonista de nuestra noticia de hoy siempre da de qué hablar. Paz Padilla ha decidido romper su silencio y ofrecer su versión de los hechos en medio de una intensa polémica que ha sacudido a la localidad gaditana de Zahara de los Atunes. El conflicto, que ha girado en torno al uso del popular símbolo de la raspa de pescado en su marca de ropa NoNiNá, ha generado un notable enfrentamiento entre la gaditana y algunos comerciantes locales. La polémica estalló justo cuando se encontraba a punto de inaugurar una nueva tienda de su firma en Madrid, desviando el foco hacia el negocio que mantiene en la costa junto a su hija, Anna Padilla.

Todo comenzó cuando varios emprendedores de la zona aseguraron haber recibido advertencias legales por parte del equipo de la presentadora. Los avisos se habrían emitido tras detectar el uso de un diseño de raspa que, según Paz y su hija, guarda una similitud considerable con el que emplean en su línea textil. La situación, lejos de ser un simple desencuentro comercial, se convirtió rápidamente en un tema de debate en redes sociales y medios de comunicación, con muchos acusando a la humorista de apropiarse de un emblema que consideran parte del patrimonio cultural local.

Lo que en principio parecía una simple coincidencia en el uso de una imagen habitual en la costa andaluza, terminó por transformarse en una controversia de gran repercusión. A ojos de algunos vecinos y empresarios, la actitud de Padilla fue interpretada como una maniobra para reclamar como propia una figura tradicionalmente ligada al entorno marinero gaditano.

Paz Padilla ha hablado muy claro

A través de un vídeo publicado en su perfil de Instagram, la artista se dirigió directamente a sus seguidores y en particular a quienes residen en Zahara de los Atunes y Barbate. Según explicó, lo que más le ha dolido de esta situación ha sido la difusión de informaciones que considera inexactas y malintencionadas. Para ella, estas versiones distorsionan la realidad y tienen como objetivo sembrar divisiones en una comunidad con la que mantiene un fuerte vínculo emocional.

 

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Paz Padilla aclaró que nunca ha pretendido apropiarse del símbolo de la raspa, un elemento que reconoce como universal y presente en múltiples culturas costeras. Subrayó que lo que su marca ha hecho es registrar un diseño concreto, elaborado por su amigo Xoan Viqueira, y únicamente dentro del ámbito del textil y los complementos. Recalcó que no es posible registrar un símbolo genérico y que, si ese hubiera sido su intento, las autoridades de patentes no lo habrían permitido.

El trabajo de Paz Padilla con su empresa

La humorista recalca que lleva más de seis años trabajando en su firma de ropa y que en ningún momento han tenido problemas con otras marcas de la zona, siempre que sus diseños fueran distintos. Según sus palabras, el conflicto surgió cuando un comercio utilizó una imagen que, a su juicio, podría causar confusión por su gran parecido con la suya. Defendió que, ante esa situación, optaron por proteger su diseño para evitar malentendidos y resguardar la identidad visual de su negocio.

Paz reconoce que este tipo de cuestiones están sujetas a interpretaciones y que, por ello, deben resolverse a través de los canales adecuados, como la oficina de patentes y marcas. Insistió en que nunca ha tenido la intención de prohibir el uso de la raspa como símbolo en general, y reiteró que las advertencias legales se han limitado únicamente a su diseño concreto. A su juicio, lo que está ocurriendo es una estrategia para perjudicar su imagen pública mediante acusaciones sin fundamento.

Anna, la hija de Paz Padilla, sale salpicada

Aunque en un primer momento optó por mantenerse al margen del debate, Anna Padilla también decidió pronunciarse cuando la tensión se intensificó. La influencer, que codirige NoNiNá junto a su madre, se expresó a través de sus redes sociales para ofrecer su perspectiva. Explicó que se sintió obligada a intervenir ante la cantidad de comentarios y juicios que estaban recibiendo, y aclaró que su intención no ha sido nunca señalar a todos los negocios que empleen raspas en sus productos, sino proteger su identidad de marca.

Anna explicó que todo se desencadenó tras detectar que un comercio estaba vendiendo artículos que presentaban una raspa muy similar a la suya, lo que podía inducir a error entre los consumidores. Argumentó que su prioridad es cuidar el crecimiento de la firma y que, por ese motivo, consideraron necesario actuar. En un gesto conciliador, concluyó su intervención expresando que lamentaba si alguien se había sentido ofendido por la situación, aunque defendió con firmeza la necesidad de preservar la originalidad de su propuesta.

En su intervención, Paz Padilla fue categórica al denunciar que se está utilizando este conflicto para desprestigiarla de forma intencionada. Aseguró que se están difundiendo noticias falsas con el propósito de dañar la reputación que ha construido a lo largo de los años, basada, según dice, en el esfuerzo, el trabajo y el amor por su tierra. Promete que se siente especialmente herida por el hecho de que estas críticas vengan precisamente de personas que comparten sus raíces. Ahora que todo está encima de la mesa, ¿alguien sabe cómo terminará este escándalo?