Javier Brey: «España tiene el potencial para liderar la transición hacia el hidrógeno»

Cada vez más se oye hablar del hidrógeno, aunque es un vector energético que lleva muchos años utilizándose, cada vez aparece más vinculado al término renovable o verde, fruto de las necesidades de descarbonización de la economía y de los objetivos de reducir drásticamente las emisiones vinculadas a la industria y a la movilidad.

Desde hace más de dos décadas. la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2) es la entidad de referencia del sector del hidrógeno en España con la misión de fomentar, promover e impulsar el desarrollo tecnológico e industrial de las tecnologías del hidrógeno en nuestro país.

La asociación representa a más de 400 socios que cubren toda la cadena de valor del hidrógeno, desde promotores de energías renovables y fabricantes de equipos y componentes, hasta ingenierías y EPC, empresas de Oil & Gas, gases industriales y transporte, además de otras organizaciones vinculadas al sector.

Momento clave para España

Entre sus socios se encuentran las empresas, instituciones e investigadores más destacados en el ámbito de las tecnologías de hidrógeno y pilas de combustible en España, convencidos del enorme potencial económico de estas tecnologías.

Estamos ante un momento clave en su expansión, aunque esta sensación  de un futuro esperanzador para España se repite una y otra vez desde muchos foros o por distintos expertos.

Todo ello en un escenario geopolítico imprevisible, con una Europa invirtiendo miles de millones para ser energéticamente independiente y con una España que parece tener un papel determinante en la producción de hidrógeno renovable.

Para tener respuestas acerca del panorama actual del hidrógeno en España, publicamos en OKGREEN esta entrevista a Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2).

OKGREEN: ¿Qué papel juega el hidrógeno renovable en la consecución de la neutralidad climática para 2050? ¿Por qué es una solución especialmente relevante para los sectores de difícil electrificación?

JAVIER BREY: Hay dos factores determinantes por los cuales el hidrógeno renovable será una pieza clave para alcanzar la neutralidad climática en 2050: su transversalidad y su capacidad de integración con las energías renovables.

En el apartado de la transversalidad, cabe hacer notar su extrema versatilidad, que le permite ser empleado en la industria, el sector residencial y el transporte, sustituyendo al gas natural, el carbón y los derivados del petróleo.

En lo relativo a su integración con las energías renovables, el hidrógeno puede ser producido a partir de éstas (especialmente en momentos de mayor oferta o menor demanda) y almacenarse en gran cantidad y por largo tiempo (almacenamiento estacional), mitigando así la variabilidad intrínseca de las fuentes de energía renovable; el hidrógeno permite a las EERR eléctricas (solar, eólica) llegar a aquellos sectores de “difícil electrificación”, transformando los electrones renovables en moléculas renovables.

P.: ¿En qué fase se encuentra el sector en la actualidad? ¿Qué aspectos considera que deben corregirse para que sea posible el despliegue de estas tecnologías?

R.: En la actualidad, España cuenta con un enorme potencial que la sitúa en una posición privilegiada para impulsar esta transición. El Censo de Proyectos 2024 de la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2) confirma la ambición del sector, con 167 proyectos comerciales en desarrollo y una capacidad de electrólisis alineada con el objetivo nacional de 12 GW instalados para 2030.

Ahora es el momento de transformar esa ambición en realidad, avanzando con determinación para consolidar el hidrógeno como una solución clave en la descarbonización y la independencia energética.

Para avanzar en esta dirección, es fundamental abordar una serie de desafíos que aún limitan el despliegue del hidrógeno renovable. Entre ellos, destacan la necesidad de acelerar la transposición de las directivas europeas, establecer un marco normativo claro y fomentar la demanda de hidrógeno en sectores estratégicos de nuestra economía.

Además, el acceso a financiación sigue siendo un reto clave, ya que muchos proyectos aún esperan la decisión final de inversión (FID). Por ello, la agilización de los procedimientos administrativos y la optimización de los mecanismos de ayuda pública serán determinantes para consolidar un ecosistema favorable al desarrollo del hidrógeno.

Por ello, frente a los retos y el retraso en la llegada de proyectos de gran magnitud, no debemos ser pesimistas por las dificultades que aparezcan: es momento de mantener el enfoque teniendo claro la oportunidad que representa el hidrógeno para España.

P.: ¿Qué factores hacen que España tenga el potencial para liderar la transición hacia una economía basada en el hidrógeno renovable? ¿Cómo se están preparando las empresas y los trabajadores para esta transición?

R.: España tiene el potencial para liderar la transición hacia una economía basada en el hidrógeno gracias a tres ventajas competitivas clave, principalmente. En primer lugar, cuenta con un recurso renovable de calidad y en abundancia, lo que permitirá generar hidrógeno renovable a un coste competitivo y a gran escala.

En segundo lugar, nuestro país dispone de una industria consolidada que abarca toda la cadena de valor del hidrógeno, desde su producción hasta su transporte, almacenamiento y uso.

Por último, la experiencia y el conocimiento en I+D de las universidades y centros tecnológicos españoles, que son fundamentales y deben transferirse a las empresas, de cara a impulsar el desarrollo de soluciones innovadoras que garanticen la competitividad a medio y largo plazo.

En la actualidad, según indica la Agencia Internacional de Energía, nuestro país concentra cerca del 20% de los proyectos de producción de hidrógeno renovable anunciados a nivel global.

Además, se estima que, en el año 2030, España esté produciendo el 20% de todo el hidrógeno del conjunto de la Unión Europea. Es decir, hay ambición en el sector y las empresas están apostando por este vector energético. Es momento de acelerar y derribar esas barreras que enfrenta el sector.

 P.: ¿Cómo está influyendo la financiación europea, como las subastas del Banco Europeo del Hidrógeno, en la competitividad y el liderazgo de las empresas españolas del sector?

Sin duda alguna, la financiación, tanto europea como nacional, desempeña un papel clave en el impulso del sector y constituye un mecanismo indispensable en cualquier mercado emergente.

En los últimos años, estas ayudas han evidenciado el firme respaldo de la Comisión Europea al desarrollo de proyectos estratégicos, no sólo a través de la primera subasta del hidrógeno, sino también mediante los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (IPCEI, por sus siglas en inglés) y, más recientemente, con el lanzamiento de la segunda subasta del Banco Europeo del Hidrógeno, que cierra en los próximos días.

Cabe destacar que España ha tenido un protagonismo notable en estos mecanismos de apoyo. En la primera subasta del Banco Europeo del Hidrógeno, tres de los siete proyectos seleccionados, y el 35% de las propuestas admitidas, corresponden a iniciativas ubicadas en nuestro país. Asimismo, de los cuatro IPCEI aprobados por la Comisión Europea hasta la fecha, tres han contado con una importante participación española.

Estos proyectos, respaldados con una financiación pública de 18.900 millones de euros, han supuesto un gran espaldarazo para la industria.

Estamos expectantes ante los resultados de la citada segunda subasta, que dispone de un incentivo de 1.200 millones de euros europeos más 400 millones extra para proyectos españoles, aprobados por nuestro gobierno.

Esta convocatoria incorpora medidas clave para reforzar la autonomía estratégica de Europa y reducir su dependencia de terceros países, un aspecto crucial para afianzar la competitividad y el liderazgo de la industria española y europea en el contexto global.

P.: ¿Qué elementos considera prioritarios en la creación de un marco regulatorio claro y estable que acelere el desarrollo del mercado del hidrógeno renovable?

 R.: Establecer un marco normativo claro y estable es una de esas mejoras que acusa el sector y que será fundamental para acelerar el despliegue del hidrógeno en nuestro país.

Actualmente, la falta de una regulación específica para el sector y los largos procesos administrativos ralentizan el desarrollo de proyectos estratégicos. Es imprescindible que la regulación proporcione certidumbre a los inversores y facilite la planificación a largo plazo.

En este sentido, uno de los principales desafíos es el retraso en la transposición de la Directiva de Energías Renovables (RED III) al marco normativo nacional. Esta situación afecta directamente la toma de decisiones de grandes proyectos y su viabilidad económica al no conocer las respectivas obligaciones o penalizaciones a las que se enfrenta.

Además, también es crucial agilizar los trámites administrativos. Hoy los tiempos de autorización son muy largos y no están alineados con los plazos establecidos por la normativa europea, en parte porque las administraciones aún no están completamente familiarizadas con este tipo de proyectos.

España tiene una oportunidad única para consolidarse como un actor clave en la economía del hidrógeno, pero para ello es imprescindible trabajar en constituir un entorno regulador estable, ágil y alineado con los objetivos de descarbonización.

P.: ¿Qué papel jugará la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2) en el desarrollo de las tecnologías del hidrógeno y en este camino hacia la descarbonización?

R.: Desde nuestra fundación en 2002, hemos trabajado para impulsar y promover el hidrógeno como vector energético, colaborando con administraciones, empresas y centros de investigación para consolidar una industria nacional competitiva.

Representamos y defendemos los intereses del sector tanto a nivel nacional como internacional, facilitamos sinergias entre actores públicos y privados y contribuimos al desarrollo de estrategias y normativas que favorezcan el despliegue del hidrógeno renovable en España.

Mirando hacia el futuro, seguimos trabajando para garantizar que la industria del hidrógeno se adapte a los ambiciosos objetivos fijados por nuestro país y por la Unión Europea.

Esto implica continuar impulsando la colaboración público-privada y haciéndose eco de las necesidades del sector para facilitar el acceso a la financiación y garantizar que el marco regulador favorezca su crecimiento.

En definitiva, en la AeH2 seguimos comprometidos con la construcción de un ecosistema sólido para el hidrógeno, que permita avanzar hacia un modelo energético más sostenible y competitivo.