Miguel Molina hace historia con Ferrari y se convierte en el tercer español ganador de Le Mans
El de Gerona se une a Marc Gené y Fernando Alonso al ganar la carrera más exigente del mundo
Miguel Molina ya es historia del deporte de motor español. El de Gerona se une a Marc Gené (2009, Peugeot) y Fernando Alonso (2018 y 2019, Toyota), y se convierte en el tercer piloto de España en ganar las 24 horas de Le Mans. Además, lo hace vestido de rojo Ferrari para lograr una victoria de un prestigio y un valor incalculables, la segunda consecutiva de los de Maranello, que completaron el podio con el coche número 51 en tercera posición. El segundo, tras ofrecer una batalla a la altura de muy pocos, fue el #7 de Toyota.
Ferrari suma otro triunfo y ya son 11 en la Sarthe, para ponerse a dos de Audi, que actualmente no compite. Molina a sus 35 años reina por primera vez en el corazón que mueve el motor de Francia y el coche #50 escribe otro capítulo en Le Mans. Nicklas Nielsen se llevó la gloria al cruzar la meta como líder de la carrera más exigente del Mundial de Resistencia e hizo llorar al español y a Antonio Fuoco.
Ni 13 minutos de carrera tardó Ferrari en pintar de rojo las dos primeras posiciones. Nielsen avanzó dos posiciones en una espectacular salida y luego continuó empujando hasta pasar a Vanthoor para colocarse en cabeza y el coche de Molina ya lideraba desde el comienzo. Antonio Giovinazzi hizo lo propio para colocarse segundo, confirmando el gran inicio de los italianos, a los que le salió una alternativa que les iba a discutir el segundo triunfo consecutivo hasta el final.
Era Toyota, con un Buemi que ponía a su equipo en séptima posición y empezaba su expedición hacia la cabeza. No dieron las 17:00 horas y el suizo ya marchaba sexto. Además, Ferrari estaba obligado a cumplir una sanción de 10 segundos que arrastraban desde la clasificación, lo que metió a los estrategas nipones en la pelea. Otra penalización idéntica giró el liderato a favor de Giovanazzi, momento en el que el vigente coche campeón ya mandaba.
Ferrari pierde un efectivo
La lluvia apretaba y Ferrari ejecutaba las primeras variaciones y dominaba incluso con el privado amarillo de AF Corse. Era uno de los momentos de más calma antes del eterno coche de seguridad de madrugada. Lideraba el coche #83 pilotado por el joven Shwartzman con Porsche y Ferrari a sus espaldas y con Toyota que seguía manteniendo a un gran Buemi que ya era cuarto.
Cerca de las 20:00 horas, Molina se estrenaba adelantando a Porsche y devolviendo a Ferrari a la segunda posición. Debutaba también el español Álex Palou, que se aupaba con el Cadillac a las 10 primeras posiciones. Pero cuando unos decían hola, otros decían adiós, como en el caso de Alpine, que se quedaba sin ningún Hypercar antes de las seis horas de prueba en la Sarthe. Un circuito copado totalmente por la marca francesa se quedaba sin su máximo representante.
La lluvia y los problemas empezaban a aparecer en el coche de Molina, que caía a la tercera plaza por una mala estrategia de Ferrari, sin embargo, a las 22:35 horas volverían al tridente con Kubica de líder, situación que se mantuvo durante todo el coche de seguridad. Fue precisamente el piloto polaco de AF Corse el que obligó a desplegarlo al provocar un choque con el mejor BMW clasificado al tratar adelantarlo.
El tren de coches se mantuvo hasta las 00:10 horas y al romper filas, Kubica perdía el liderato al ser sancionado por el incidente con la marca alemana. Toyota agarraba el primer puesto tras las múltiples sanciones a Ferrari, que se sumaron a sus decisiones con los neumáticos para crear un escenario completamente nuevo en el que los japoneses ocupaban la primera y segunda posición, emparedando a Porsche.
Diluvio nocturno y coche de seguridad
El diluvio cayó más fuerte que en cualquier día de la semana en Le Mans y la organización optó por delimitar la circulación con un coche de seguridad nocturno que se marchó con el amanecer a eso de las 8:11 horas. Para las siguientes ocho, 11 Hypercar iban a pelear en vuelta con el líder, Toyota, que dejaría de serlo en el siguiente tramo para que Porsche fuera la tercera marca distinta en liderar.
El accidente del español Álex Riberas con su Aston Martin, que acabó boca abajo, provocó otro parón de 57 minutos con el coche de seguridad. Así, Ferrari volvía a la acción y Toyota se desplomaba hasta la octava posición, pero el líder iba a ser el Cadillac de Palou, que protagonizaría junto a Molina un bonito intercambio de golpes por ser líder que nos llevaría hasta las 12:00 horas.
Toyota resurgió de sus cenizas para adelantar hasta el segundo puesto con Buemi y a cuatro horas del final no había nada claro. El polaco, Molina y Palou habían puesto a sus equipos en situación de victoria, pero Ferrari pasó a ser investigado por presunta infracción técnica. Los comisarios no se aclaraban y el tiempo tampoco, por lo que se llegaría a los 60 minutos con un cielo chispeante y con el Hypercar de Molina en cabeza.
Final brillante para Molina
Ferrari apuró hasta el límite, pero la victoria acabó siendo española. Nielsen llegó al final con la batería casi agotada y sin hacer esa parada que parecía inevitable. Los italianos lo tenían todo bajo control y Toyota no pudo gozar esa ventaja que hubiera significado el triunfo. En su lugar lo agarró el Cavallino Rampante por segundo año consecutivo y un espectacular doblete en el podio.
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- 24 horas de Le Mans