El peor ladrón de la historia: Roba un Jeep Grand Cherokee y llama al dueño para que le ayude
La inteligencia del ser humano hay veces que merece ser puesta en duda. Si no, no se entienden casos como el que nos llega hoy desde Sartell, una localidad estadounidense situada en Minnesota. Allí, un tipo que responde al nombre de Edward Wilson ha protagonizado el robo de coche -en este caso de un Jeep Grand Cherokee- más absurdo de toda la historia. Ni corto ni perezoso, cuando se encontró con un problema, el ladrón decidió llamar al mismísimo dueño para que le echase una mano. De traca.
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El caso es que el amigo Wilson se encontraba a última hora de la tarde en el aparcamiento de un hiper mercado al estilo del Carrefour que tenemos por estas latitudes, momento en el cual detectó el mencionado Jeep Grand Cherokee abierto. ¿La razón? Su dueño había activado el sistema de control remoto para que el climatizador pusiese la temperatura del habitáculo a su gusto… con el añadido de que se equivocó y le dio también al botón de apertura de puertas. El caso es que el ladrón decidió montarse en el coche y arrancarlo para darse una vuelta.
Pero, ¿qué objetivo tenía el señor Wilson? Suponemos que no iría más allá de darse el gustazo de conducir un coche como el Jeep Grand Cherokee, porque pasada una hora lo aparcó. Podría haberlo hecho en el mismo hiper mercado, pero no. El problema vino cuando el ladrón trató de arrancarlo de nuevo, algo que no fue posible al no estar la llave próxima al vehículo. ¿La solución? Se la dio una amiga. Llamar al dueño del vehículo para que les ayudase a arrancarlo.
Semejante llamada fue efectuada desde un teléfono público por parte de la susodicha, haciéndose pasar por la responsable de una empresa de sustitución de lunas en la que supuestamente había acabado el coche. La idea era que el dueño del mismo les dijese cómo arrancarlo para posteriormente devolvérselo.
Llegados a este punto, el dueño del Jeep Grand Cherokee se citó con el señor Wilson en una dirección, para inmediatamente llamar a la policía denunciando lo que había sucedido. Lo más curioso del tema es que el ladrón se presentó en el punto de encuentro tal y como había acordado con el dueño, quizás pensando que el acto de buena fe que suponía la devolución le iba a salvar de darse de bruces contra las autoridades. Evidentemente no fue así, y Wilson fue arrestado. Comentan además los medios locales que le dijo a la policía que “era consciente de que subir en aquel coche no era una buena idea”. Y tanto…