Carreteras España

Casi nadie lo sabe pero ésta es la carretera con la recta más larga de España

Carretera de España

España cuenta con una de las redes de carreteras más extensas de Europa. Entre autopistas, autovías, carreteras nacionales y secundarias, suman más de 165.000 kilómetros. Sin embargo, a diferencia de otros territorios con grandes llanuras, como Estados Unidos, nuestras carreteras rara vez ofrecen largos tramos rectos. La orografía española, repleta de sierras, mesetas, costas y desniveles, obliga a diseñar vías llenas de curvas, giros y variantes. Por eso, cuando nos encontramos con la carretera con la recta más larga de España, no pasa desapercibida.

En un paisaje como el nuestro, donde lo habitual es ir trazando curvas entre montañas o sorteando valles, descubrir una recta de más de 20 kilómetros se convierte en todo un acontecimiento. Hay una carretera en concreto, la N-301, que presume de tener el tramo recto más largo del país. Son nada menos que 23 kilómetros de asfalto completamente recto, sin una sola curva, donde el horizonte parece no terminar nunca.

La carretera con la recta más larga de España

La carretera nacional N-301, que conecta Ocaña (Toledo) con Cartagena (Murcia), alberga en su trazado una rareza dentro del panorama viario español. Entre las localidades de El Provencio, en la provincia de Cuenca, y Minaya, en Albacete, se extiende una recta de 23 kilómetros de longitud que parece desafiar la propia geografía.

Este tramo se sitúa en pleno corazón de Castilla-La Mancha, sobre una meseta de paisaje uniforme, sin grandes pendientes ni accidentes del terreno. La ausencia de curvas convierte esta parte de la carretera en un auténtico pasillo de asfalto sin fin, donde los únicos elementos que rompen la línea visual son los postes kilométricos, los carteles de tráfico y, ocasionalmente, algún tractor o vehículo agrícola cruzando los campos.

Aunque ésta es la carretera con la recta más larga, no es la única recta de dimensiones notables en España. Existen otras carreteras donde también se pueden recorrer varios kilómetros sin necesidad de girar el volante. Entre ellas, destacan:

  • BA-035: conocida como la Carretera de la Golondrina, atraviesa una extensa planicie en la provincia de Badajoz. Este tramo es popular entre los conductores locales por su perfil completamente llano y visualmente monótono.
  • A-222: esta carretera de Aragón tiene un tramo de 17 kilómetros rectos entre los municipios de Belchite y Mediana de Aragón, ofreciendo otra muestra de paisaje repetitivo y llano.

Consejos adicionales

Aunque parezcan más seguras, las carreteras largas y rectas pueden ser peligrosas debido a la fatiga mental, la hipnosis del conductor, el exceso de velocidad, las distracciones y la relajación en el control de la trayectoria, factores que aumentan significativamente el riesgo de sufrir accidentes.

Para evitar los peligros asociados a la conducción en tramos largos y rectos, es fundamental adoptar una serie de medidas que ayuden a mantener la concentración y la seguridad al volante. En primer lugar, es crucial mantener la atención activa durante todo el recorrido.

Aunque el paisaje resulte monótono y apenas haya estímulos visuales, es recomendable que el conductor se obligue a observar constantemente el entorno, leer las señales de tráfico y revisar los retrovisores con frecuencia. Este ejercicio ayuda a mantener la mente alerta y reduce el riesgo de distracción.

Por otro lado, si el trayecto es largo, es aconsejable realizar paradas frecuentes, aproximadamente cada 90 minutos. Detenerse unos minutos, estirar las piernas y respirar aire fresco no solo mejora el estado físico, sino también el nivel de atención.

Además, es importante evitar conducir con sueño, ya que la somnolencia puede resultar extremadamente peligrosa, especialmente en entornos repetitivos. Si notas pesadez en los párpados o dificultad para mantener la vista enfocada, es preferible parar.

¿Por qué hay tan pocas rectas largas en España?

La razón principal por la que son escasas las rectas de gran longitud en nuestro país tiene que ver con la geografía española. España no es un territorio llano como puede ser la llanura del centro de Estados Unidos. Aquí el terreno es mucho más accidentado: sierras, valles, colinas y altiplanicies obligan a trazar carreteras adaptadas a los desniveles y contornos del paisaje.

Además, muchas de las carreteras que hoy usamos tienen un origen histórico. Algunas siguen el trazado de antiguas calzadas romanas, caminos medievales o rutas comerciales de siglos pasados. Estos caminos eran sinuosos por necesidad: evitaban ríos, subían colinas de forma gradual y conectaban pueblos dispuestos irregularmente. El resultado es una red de carreteras que, salvo en zonas muy específicas, rara vez permite largos tramos rectilíneos.

El caso de la N-301 entre El Provencio y Minaya es una excepción que se explica por estar enclavado en una meseta completamente plana, con pocas interferencias naturales y agrícolas. Un terreno que, en su día, facilitó la construcción de una recta prolongada sin necesidad de modificaciones mayores.

Finalmente, cabe señalar cuál es la carretera más extensa de España: la N-340, también conocida como la Carretera del Mediterráneo. Esta vía tiene un recorrido de 1.248 kilómetros, conectando Puerto Real (Cádiz) con Barcelona.

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