La curiosa historia del derrape que se ve ¡desde el espacio!
El arte del derrape es una de esas suertes en el mundo de la automoción que son tan complicadas de dominar como bellas de ofrecer. Y más en una historia como la que hoy nos ocupa, tan extraña como llamativa. ¿Qué mejor manera que promocionar un deportivo recientemente renovado como el Toyota GT86 que quemando rueda? Pero no de cualquier forma, sino de una que es visible nada más y nada menos que desde el espacio exterior. Te contamos de qué va el tema.
El desafío a afrontar no es otro que el de hacer una serie de derrapes que acaben creando en el asfalto el logotipo del Toyota GT86 con las marcas de la propia goma. Hasta aquí todo más o menos normal, pero esto se empieza a salir de madre cuando la idea de los publicistas es que este logotipo se vea desde más allá de nuestra atmósfera. ¿Es realmente posible algo así? Sí, tal y como puedes comprobar en el vídeo que preside estas líneas.
Para lograr todo esto que te contamos, Toyota ha contado con Fredic Aasbo, que no es otro que el campeón del mundo de Formula Drift. Pocos pilotos hay en el mundo que controlen el arte del derrape como lo hace él. Aasbo se ha puesto al volante de su Toyota Express Service 86-X, o lo que es lo mismo, un GT86 que poco o nada tiene que ver con el que conoces, y es que, por ejemplo, bajo el capó equipa un propulsor de 3,4 litros y seis cilindros capaz de entregar la friolera de 1.150 CV de potencia.
Además de este miura pilotado por Aasbo, toman parte en el reto dos Toyota GT86 de calle. Después de una serie de derrapes perfectamente trenzados, se puede comprobar cómo un satélite situado nada más y nada menos que a 800 kilómetros de nuestro planeta es capaz de detectar con nitidez el logotipo del deportivo japonés perfectamente nítido. ¡Impresionante!
