Qué significa que una persona compruebe varias veces si ha cerrado la puerta, según los psicólogos

TOC

Qué significa que una persona compruebe varias veces si ha cerrado la puerta, según los psicólogos

Es común que, en algún momento, todos hayamos vuelto para comprobar si cerramos la puerta o apagamos la estufa. Sin embargo, cuando esta necesidad de comprobación se vuelve recurrente y afecta a nuestra vida diaria, podría estar relacionada con el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). A destacar que el TOC es un trastorno de ansiedad caracterizado por pensamientos intrusivos (obsesiones) que llevan a comportamientos repetitivos (compulsiones) destinados a aliviar la ansiedad asociada. Entre las manifestaciones más comunes del TOC se encuentra la compulsión de verificación, donde la persona siente la necesidad de comprobar repetidamente acciones cotidianas para asegurarse de que no ha ocurrido ningún error o desastre.

Comprobar a cada momento si hemos cerrado la puerta tanto de casa como del coche es una de las manifestaciones más comunes del TOC. Las personas que la experimentan sienten una necesidad de confirmar que han realizado correctamente acciones cotidianas, como cerrar puertas, apagar electrodomésticos o asegurarse de que no han causado daño a otros. Esta conducta repetitiva busca aliviar la ansiedad provocada por pensamientos intrusivos que sugieren que, si no se verifica, podría ocurrir una catástrofe. Según la Asociación Española de Psicología clínica y Psicopatología, el trastorno obsesivo-compulsivo es una condición psicológica caracterizada por la presencia de obsesiones, compulsiones o ambas.

¿Por qué alguien comprueba varias veces si ha cerrado la puerta?

Según la Clínica Mayo, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) suele incluir tanto obsesiones como compulsiones. En este sentido, aclaran que también es posible tener solo síntomas de obsesión o compulsión, y que las mismas van más allá de los fundamentos razonables.

La Clínica Mayo detalla una serie de complicaciones y problemas más frecuentes debidos al trastorno obsesivo compulsivo. Entre ellos se incluyen: el tiempo excesivo dedicado a los comportamientos rituales; dermatitis de contacto por el lavado frecuente de manos; dificultades para ir al trabajo o participar en actividades sociales; relaciones problemáticas; mala calidad de vida; y pensamientos sobre el suicidio.

El psicólogo Adam Radomsky, reconocido experto en el campo del TOC, ha profundizado en este fenómeno. En una investigación publicada en el Journal of Obsessive-Compulsive and Related Disorders, Radomsky y su equipo analizaron las razones detrás de la compulsión de comprobación y cómo esta se relaciona con la percepción de responsabilidad y la memoria.

Sus hallazgos concluyen que las personas con TOC pueden experimentar una duda persistente sobre la exactitud de sus recuerdos, lo que las lleva a verificar repetidamente para reducir la ansiedad asociada con posibles errores o negligencias.

El papel de la responsabilidad y la memoria

Radomsky y su equipo han destacado que la percepción exagerada de responsabilidad es un factor clave en la compulsión de verificación. Las personas con TOC suelen sentir que tienen una responsabilidad desproporcionada en prevenir daños o errores, lo que las lleva a dudar de sus propias acciones y recuerdos.

Esta duda sobre la memoria, conocida como «memoria de acción», engloba que, aunque la persona haya realizado una acción, no confía en su recuerdo y siente la necesidad de verificarla nuevamente.

Impacto en la vida diaria

Comprobar a cada momento si hemos cerrado la puerta o las luces, el gas, el agua y otros acaba teniendo un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. El tiempo dedicado a estas comprobaciones puede interferir con actividades laborales, sociales y personales.

Además, la constante duda y la necesidad de verificación pueden generar sentimientos de frustración, vergüenza y agotamiento emocional.

Esta conducta no solo afecta la salud mental, sino también la física. El lavado excesivo, comprobar siempre que se cierra la puerta o que hemos apagado las luces puede provocar sequedad, grietas y dermatitis en la piel.

Además, las personas con TOC frecuentemente experimentan vergüenza o estigmatización, lo que puede dificultar que busquen ayuda profesional. Según un estudio de la Universidad de Cambridge, el TOC está asociado con una hiperactividad en ciertas áreas del cerebro, como el córtex orbitofrontal, lo que explica en parte la dificultad para controlar estos comportamientos.

Investigaciones recientes y recursos adicionales

La comprensión del TOC y sus manifestaciones, como la compulsión de verificación, ha avanzado gracias a investigaciones como las de Radomsky. Instituciones europeas han dado estudiado significativamente este campo. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica del Reino Unido (NICE, por sus siglas en inglés) ha publicado guías detalladas sobre el manejo del TOC, destacando la eficacia de la TCC y la importancia de un diagnóstico temprano.

Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el TOC como uno de los trastornos mentales más discapacitantes y proporciona recursos para su identificación y tratamiento. La OMS enfatiza la necesidad de aumentar la conciencia sobre el TOC y garantizar el acceso a tratamientos basados en la evidencia en todo el mundo.

También, en el Plan de Acción Integral de Salud Mental 2013-2030, la OMS reconoce que la salud mental tiene un papel esencial en la tarea de conseguir una buena salud general en todas las personas.

Tratamientos disponibles

Afortunadamente, existen tratamientos efectivos para el TOC y, específicamente, para la compulsión de verificación. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las intervenciones más respaldadas por la evidencia científica. Esta terapia se centra en identificar y modificar patrones de pensamiento disfuncionales y comportamientos compulsivos.

Técnicas como la exposición con prevención de respuesta (EPR) ayudan a las personas a enfrentar sus miedos sin recurrir a la verificación, reduciendo gradualmente la ansiedad asociada.

En Clínica de Navarra dan a conocer que el tratamiento farmacológico del TOC son los inhibidores dela recaptación de la serotonina, empezando por los inhibidores selectivos (ISRS) como la paroxetina, fluoxetina, sertralina, escitalopram o fluvoxamina.

Estos fármacos tienen un perfil de efectos secundarios mejor y más tolerables que los que se utilizaban con anterioridad como la clomipramina. Aproximadamente la mitad de los pacientes no responden satisfactoriamente por lo que se plantean estrategias de potenciación, entre las que destacan la combinación de antipsicóticos, preferiblemente de segunda generación.

Observar y comprobara siempre si nos hemos dejado la puerta abierta es una manifestación común del TOC que puede afectar significativamente la vida diaria de quienes la padecen. Comprender los factores subyacentes, como la percepción exagerada de responsabilidad y la duda sobre la memoria, es esencial para desarrollar intervenciones efectivas.

Gracias a investigaciones como las de Adam Radomsky y al respaldo de instituciones reconocidas, se han establecido tratamientos efectivos que ofrecen esperanza y mejoría a las personas afectadas.

 

 

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