Contenido
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- 0.2 7 hábitos que debes cambiar para vivir una vida más entusiasta a partir de los 50, según los expertos
- 0.3 Adiós a los padrastros en tus uñas: el sencillo truco de un podólogo para que no te salgan nunca más
- 1 ¿Cuáles son los beneficios físicos del baile en personas de 60 años?
El envejecimiento es un proceso que desencadena múltiples cambios físicos, emocionales y sociales que modifican la calidad de vida de las personas. Es habitual que, a partir de los 60 años, se observe una disminución de la actividad física. Esta condición puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, deterioro cognitivo y fragilidad muscular. Sin embargo, existe un ejercicio simple, dinámico y divertido que funciona como una herramienta de protección frente a estos problemas. Se trata del baile, una opción accesible y placentera que permite estimular el cuerpo, fortalecer la mente, favorecer la socialización y, sobre todo, generar bienestar.
La importancia del baile en la tercera edad radica en que combina ejercicio físico con estimulación cognitiva y emocional. Según referentes de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la inactividad física es común en personas mayores y constituye un factor de riesgo para patologías como el cáncer, la cardiopatía coronaria, los trastornos cerebrovasculares y la sarcopenia. «Frente a ello, bailar se presenta como una actividad completa que mejora la fuerza y resistencia muscular, optimiza el equilibrio y promueve la motivación personal», sugieren los expertos. Además, destacan que la danza es comparable al entrenamiento físico formal, con la ventaja de que aporta mayor entretenimiento y sociabilidad. El baile es una actividad frecuente en numerosas residencias y centros de mayores. Las autoridades de NIH explican que, más allá de los beneficios médicos, esta práctica fomenta la autoestima, reduce la soledad y contribuye a un envejecimiento más activo y saludable.
¿Cuáles son los beneficios físicos del baile en personas de 60 años?
El baile es un ejercicio completo que fortalece los músculos de las piernas, las caderas e incluso los brazos. La Residència Nazaret señala que esta práctica mejora la coordinación, la flexibilidad y la resistencia, que son aspectos fundamentales para prevenir caídas en la vejez.
«Bailar también ayuda a mantener un peso adecuado, controlar la presión arterial, reducir los dolores articulares y prevenir la osteoporosis», sostienen. A su vez, genera un impacto positivo en los sistemas cardiovascular y respiratorio, al favorecer la circulación y la oxigenación del organismo.
Para mayores de 60 años, el baile suele percibirse más como diversión que como deporte, lo que lo hace más atractivo para quienes buscan ejercitarse sin la sensación de obligación.
¿Qué beneficios cognitivos y cerebrales genera bailar en mayores de 60 años?
El deterioro cognitivo es uno de los mayores retos del envejecimiento. Según la Fundación Pasqual Maragall, bailar aumenta las conexiones neuronales y estimula áreas cerebrales vinculadas a la memoria, la atención y la regulación emocional.
Además, aseguran que potencia la liberación del BDNF, una proteína que facilita la plasticidad neuronal, clave para mantener la reserva cognitiva. «Cuantas más conexiones existen en el cerebro, más capacidad tiene para resistir el paso del tiempo y retrasar enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson», afirman.
Los expertos de la fundación resaltan que la música que acompaña al baile también actúa como un potente estímulo, ya que activa recuerdos y mejora funciones como la fluidez verbal o la memoria de trabajo.
El bienestar psicológico y emocional
El baile no solo fortalece el cuerpo y la mente, también incide directamente en el estado de ánimo. En este sentido, reduce los niveles de estrés y ansiedad, al mismo tiempo que favorece la producción de endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad.
Según la Residència Nazaret, esta práctica potencia la autoestima, ayuda a vencer la timidez y reduce la sensación de soledad. «Para las personas mayores, que a menudo enfrentan pérdidas afectivas o cambios en sus rutinas sociales, bailar puede convertirse en un espacio de encuentro, expresión y disfrute», comentan.
En este sentido, la música es una herramienta poderosa para gestionar emociones y promover un envejecimiento positivo.
¿Cuáles son las recomendaciones para practicar baile a partir de los 60?
Si bien resulta una actividad simple y segura, es importante que se tomen ciertas precauciones. Entre ellas, se recomienda utilizar ropa cómoda y zapatos que no resbalen, así como mantener una adecuada hidratación.
Los especialistas de residencias para personas mayores sugieren realizar sesiones de al menos 30 minutos, tres veces por semana, aunque lo ideal sería llegar a cinco. «Antes de iniciar una nueva rutina, lo aconsejable es consultar con un médico para adaptar la intensidad según la condición física de cada persona», advierten.
«El baile es mucho más que un pasatiempo: es una herramienta de salud integral para las personas mayores de 60 años. Favorece la movilidad, protege el corazón, estimula el cerebro y mejora la autoestima», aseguran los profesionales de los Institutos Nacionales de Salud.
Además, esta actividad se convierte en una excelente oportunidad para socializar, compartir momentos y cultivar emociones positivas en una etapa que suele presentar dificultades anímicas e inconvenientes de salud. En definitiva, bailar ayuda a vivir más, con mayor energía, vitalidad y alegría.