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- 1 El alcohol y su efecto inmediato en el cerebro
El alcohol es una de las sustancias más consumidas en todo el mundo. Ya sea en reuniones sociales, celebraciones o como parte de una rutina, muchas personas disfrutan de una copa de vino, cerveza o licor. Sin embargo, lo que no muchos saben es que el alcohol tiene un impacto directo y significativo en el cerebro. Su consumo, especialmente en grandes cantidades y de manera regular, puede tener efectos negativos a corto y largo plazo.
Según el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo, «el alcohol interfiere con las vías de comunicación del cerebro y puede afectar la forma en que este se ve y funciona. El alcohol hace que sea más difícil para las áreas del cerebro que controlan el equilibrio, la memoria, el habla y el juicio hacer su trabajo, lo que resulta en una mayor probabilidad de lesiones y otros resultados negativos. El consumo excesivo de alcohol a largo plazo provoca alteraciones en las neuronas, como reducciones en su tamaño». La bebida en exceso también interfiere con la producción de neurotransmisores esenciales para el bienestar emocional y el aprendizaje. Con el tiempo, la dependencia puede llevar a una alteración del equilibrio químico en el cerebro, lo que resulta en una adicción difícil de superar. Además, su abuso afecta negativamente al sistema cardiovascular, al hígado y a otras partes del cuerpo, provocando enfermedades crónicas y aumentando el riesgo de desarrollar cáncer. Por lo tanto, es fundamental tomar conciencia de los peligros del alcohol para evitar daños irreparables a la salud.
El alcohol y su efecto inmediato en el cerebro
Alteración en la toma de decisiones
El Centro Terapéutico CG explica que el cerebro se puede dividir en cuatro regiones denominadas lóbulos que son el occipital, el parietal, el temporal y el frontal; y en concreto en este último se localiza la corteza prefrontal que tiene como propósito el control de las funciones ejecutivas como la inhibición de conductas, la focalización de atención, la toma de decisiones, la modulación de emociones, los juicios morales o el control del rendimiento.
El alcohol afecta la corteza prefrontal, la región del cerebro encargada de controlar el pensamiento, la planificación y el comportamiento social. Esto puede llevar a tomar decisiones impulsivas o arriesgadas, como conducir bajo los efectos del alcohol o participar en comportamientos de alto riesgo.
Pérdida de coordinación y habilidades motoras
El alcohol afecta el cerebelo, que es la parte del cerebro responsable de coordinar los movimientos. Esto causa dificultades para caminar, hablar o realizar tareas que requieren precisión.
Desinhibición
En muchas personas, tal efecto reduce las inhibiciones sociales, lo que puede generar un comportamiento más extrovertido. Sin embargo, esta desinhibición también puede llevar a situaciones peligrosas, como conflictos o accidentes.
Consecuencias a largo plazo del consumo de alcohol en el cerebro
Reducción del volumen cerebral
El consumo excesivo y prolongado de alcohol puede llevar a una reducción del volumen cerebral, es decir, una pérdida de masa cerebral.
El médico José Manuel Felices Farías explica que el cerebro de una persona que consume alcohol, comparado con la que no, se evidencia a simple vista: el de la persona que nunca ha consumido se visualiza “más llenito”, es decir, esa masa gris son las neuronas; en cambio, el cerebro del alcohólico ha perdido esa sustancia gris porque ha matado sus neuronas y lo negro es líquido que esta rellenando el espacio que había ante.
Esta pérdida de volumen cerebral puede afectar las funciones cognitivas y motoras, provocando dificultades para recordar cosas, resolver problemas y realizar tareas cotidianas.
Problemas de memoria y concentración
El alcohol afecta negativamente la memoria a corto y largo plazo. A corto plazo, interfiere con la formación de nuevos recuerdos, lo que explica por qué las personas pueden olvidar lo que sucedió mientras estaban bajo su influencia.
A largo plazo, puede dañar el hipocampo, una parte del cerebro involucrada en la memoria y el aprendizaje. Esto puede causar dificultades para concentrarse y recordar información importante.
Trastornos emocionales y psíquicos
El consumo de alcohol está estrechamente relacionado con trastornos emocionales como la depresión y la ansiedad. Aunque muchas personas recurren al alcohol como una forma de lidiar con el estrés o las emociones negativas.
Dependencia y adicción
Uno de los efectos más perjudiciales del consumo es la dependencia o adicción. El alcohol afecta las vías de recompensa del cerebro, que son responsables de la sensación de placer y satisfacción.
A medida que una persona consume y bebe cada vez más de manera regular, su cerebro se acostumbra a los efectos que produce, lo que puede llevar a una dependencia física y psicológica.
Aumento del riesgo de enfermedades neurodegenerativas
El abuso crónico de alcohol aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer y Parkinson. El alcohol es tóxico para las células cerebrales y puede provocar un daño irreversible en las estructuras cerebrales clave, involucradas en la memoria y el control motor.
El equipo de Ivane Salud explica que las causas por las cuales aparece la demencia antes de la sexta década pueden ser diversas, como por ejemplo: tener la enfermedad de Huntington, sufrir lesiones cerebrales o infecciones como el VIH o sífilis, entre otras. En algunas investigaciones se relaciona el abuso crónico de alcohol con la aparición de demencia precoz.
Si sientes que el consumo de alcohol está afectando tu vida diaria, es recomendable buscar ayuda profesional para manejar la situación. Los programas de tratamiento y apoyo para la dependencia del alcohol pueden ser clave para superar los efectos del alcohol y recuperar el bienestar físico y mental.
¿Cuáles son los tratamientos para el trastorno para el consumo de alcohol?
La mayoría de las personas con trastorno por consumo de alcohol pueden encontrar ayuda con alguna forma de tratamiento. Estos incluyen medicamentos y terapias conductuales.
Así lo recomiendan en Medline Plus, «muchas personas obtienen un mejor resultado recibiendo ambos tratamientos. Las personas que reciben tratamiento por trastorno por consumo de alcohol también pueden beneficiarse al asistir a un grupo de apoyo como Alcohólicos Anónimos (AA). Si usted tiene el trastorno y una enfermedad mental, es importante conseguir tratamiento para ambos».