Contenido
- 1 Qué dice la ciencia sobre dormir la siesta
- 1.1 Christos Mantzoros sobre dormir la siesta
- 1.2 Enfermedades metabólicas y lipodistrofias
- 1.3 Las causas de las enfermedades metabólicas
- 1.4 Las consecuencias de las enfermedades metabólicas
- 1.5 ¿Cómo prevenir y tratar problemas metabólicos por no dormir la siesta?
- 1.6 Beneficios de la siesta
- 1.7 ¿Cuánto debe durar una siesta para ser efectiva?
Dormir no es un lujo ni una pérdida de tiempo: es un proceso biológico fundamental para el mantenimiento de la salud. Durante el descanso nocturno y las pausas diurnas, el cuerpo realiza tareas de reparación, consolidación de memoria y regulación hormonal. Un sueño adecuado ayuda a equilibrar el sistema inmunitario, reducir el estrés, optimizar la función cerebral y regular el metabolismo. Lo que dice un experto de Harvard sobre dormir la siesta que no te vas a creer. Es una estrategia eficaz para potenciar los efectos restaurativos del sueño.
Según el profesor Christos Mantzoros, catedrático de Medicina en la Universidad de Harvard, dormir la siesta está relacionado con una reducción del estrés, lo cual es beneficioso para el metabolismo. En una entrevista con La Voz de Galicia, Mantzoros destaca que las pausas para descansar no solo ayudan a mejorar la función cognitiva, sino que también favorecen el equilibrio hormonal y la regulación del azúcar en sangre. Este aspecto es importante en la prevención y manejo de enfermedades metabólicas, como la diabetes tipo 2, la obesidad y las lipodistrofias. Estas, por ejemplo, «Son enfermedades muy poco frecuentes, que se manifiestan como anomalías metabólicas muy pronunciadas», lo que provoca una distribución anormal de la grasa corporal, asegura Mantzoros.
Qué dice la ciencia sobre dormir la siesta
Las causas de estas patologías pueden incluir factores genéticos, el sedentarismo, dietas inadecuadas o trastornos hormonales. Las consecuencias de estas enfermedades son graves, ya que incrementan el riesgo de sufrir complicaciones como enfermedades cardiovasculares, hipertensión o problemas respiratorios.
Sin embargo, un estilo de vida saludable, que incluya una adecuada calidad de sueño, ejercicio regular y una alimentación balanceada, puede prevenir la aparición de estas enfermedades.
Christos Mantzoros sobre dormir la siesta
El catedrático de Medicina Interna en la Universidad de Harvard y experto en lipodistrofias, en una entrevista con La Voz de Galicia, explica que la costumbre de dormir la siesta (muy común en las culturas mediterráneas) contribuye a regular el equilibrio hormonal y mejorar la sensibilidad a la insulina.
La Fundación Española del Corazón, asegura que «La costumbre de la siesta, que solo practica en España un 16,2% de la población, según la Fundación de Educación para la Salud del Hospital Clínico San Carlos y la Asociación Española de la Cama (Asocama), podría ayudarnos a recuperar el sueño perdido y asegurarnos un ritmo de vida más sano».
Mantzoros subraya que el estrés elevado alteraría el metabolismo, por lo que un descanso diurno breve puede tener efectos protectores sobre la salud metabólica. Además, vincula la investigación sobre lipodistrofias con el metabolismo general: según él, estas enfermedades raras son la “punta del iceberg” para comprender cómo la distribución de la grasa corporal influye en patologías como la obesidad o la diabetes.
Enfermedades metabólicas y lipodistrofias
Al hablar de enfermedades metabólicas nos referimos a trastornos que afectan cómo el cuerpo procesa energía, básicamente glucosa, lípidos y grasa. Algunos de los más comunes incluyen:
- Síndrome metabólico
- Diabetes tipo 2
- Hígado graso (esteatosis hepática)
- Dislipidemias (colesterol alto, triglicéridos elevados)
- Hipertensión asociada al perfil
- Por otro lado, las lipodistrofias son un grupo de enfermedades más raras, caracterizadas por una distribución anormal de la grasa corporal.
Las causas de las enfermedades metabólicas
- Sobrepeso u obesidad, especialmente la obesidad abdominal (“forma de manzana”).
- Resistencia a la insulina, donde las células responden mal a la insulina y esto eleva la glucosa en sangre.
- Estilo de vida sedentario, poca actividad física.
- Dieta poco saludable (altos azúcares, grasas saturadas, porciones excesivas).
- Factores genéticos o hereditarios.
- Edad, cambios hormonales, estrés crónico.
- Alteraciones del ritmo circadiano.
Las consecuencias de las enfermedades metabólicas
- Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares (infartos, derrames). La siesta, por ejemplo, es un buen aliado para prevenirlas. «La siesta ayuda a disminuir en un 37% el estrés y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares», asegura la Fundación Española del Corazón.
- Desarrollo de diabetes tipo 2 por resistencia a la insulina persistente.
- Hígado graso no alcohólico, que puede progresar a inflamación, fibrosis o cirrosis hepática.
- Dislipidemias (colesterol malo alto, triglicéridos altos) que aumentan la aterosclerosis.
- Hipertensión, que suma riesgo vascular.
- En lipodistrofias: complicaciones metabólicas severas que requieren tratamiento especializado (hormonal, farmacológico).

¿Cómo prevenir y tratar problemas metabólicos por no dormir la siesta?
- Mediante hábitos saludables:
- Mantener un peso saludable y evitar la obesidad abdominal.
- Adoptar una dieta equilibrada (por ejemplo, dieta mediterránea).
- Realizar actividad física regular (al menos 150 minutos semanales).
- Mejorar la calidad del sueño, incluyendo descansos breves como la siesta.
- Controlar el estrés.
- Evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol.
- Tratamiento médico
- Diagnóstico temprano por profesionales: endocrinólogos, médicos internistas.
- En lipodistrofias, tratamientos hormonales (como leptina) o terapias más avanzadas.
- Seguimiento continuado para complicaciones (triglicéridos, hígado, insulina).
- Algunos consejos para el día a día
- Haz siestas cortas: idealmente entre 10 y 20 minutos para no afectar el sueño nocturno.
- Establece un horario regular de sueño y siesta para mantener un ritmo circadiano sano.
- Si ves que necesitas dormir siestas muy largas o muy frecuentes, consulta a un médico: puede indicar un trastorno del sueño.
- Controla el estrés con técnicas como respiración, meditación o pausas activas.
- Haz caminatas diarias: “sabemos que hay que hacer ejercicio, cuanto más, mejor. Incluso simplemente caminar 6.000 u 8.000 pasos puede ser útil”, aconseja Christos Mantzoros en La Voz de Galicia.
- Controla tu alimentación: prioriza frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales, evita grasas saturadas y ultraprocesados.
Beneficios de la siesta
Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos, una siesta efectiva debe ser lo suficientemente corta para evitar el sueño profundo, pero lo suficientemente larga para dar beneficios tangibles al cerebro y al cuerpo. Una siesta corta puede mejorar significativamente la memoria, la atención y la creatividad.
¿Cuánto debe durar una siesta para ser efectiva?
Duraciones recomendadas para una siesta
10-20 minutos: la siesta ideal para los expertos
Este periodo de tiempo es perfecto para recuperar energía sin entrar en el sueño profundo. Las siestas de este tipo permiten despertarse con una sensación de frescura y estar listo para continuar con las actividades diarias. Son especialmente recomendadas para quienes tienen jornadas laborales intensas o rutinas exigentes.