Contenido
- 0.1 Adiós al cansancio y la falta de energía: el único alimento que los médicos recomiendan a los mayores de 60
- 0.2 Esto es lo que le pasa a tu cuerpo si caminas descalzo por la tierra durante 10 minutos al día
- 0.3 El mal hábito que haces todos los días al limpiarte los dientes: “si mojas el cepillo…”
- 1 Las uñas y el envejecimiento biológico
Las uñas representan una parte del organismo que, además de una función estética, muestran una señal elemental sobre nuestra salud. Se trata de estructuras de queratina que se renuevan de manera constante y reflejan el estado general del cuerpo. En este sentido, su apariencia indica desde deficiencias nutricionales hasta alteraciones más serias como problemas cardiovasculares o trastornos metabólicos. Los especialistas indican que se debe prestar atención a los cambios en su color, forma o grosor para implementar hábitos preventivos que pueden aportar información relevante sobre la calidad de vida y, en algunos casos, incluso sobre la esperanza de vida.
Desde diferentes instituciones sanitarias sugieren implementar la medicina preventiva, por la importancia de los signos visibles en el cuerpo que son indicadores tempranos de procesos internos. Hay diferentes señales que muestran las uñas como fragilidad o estrías profundas, las cuales pueden sugerir falta de hierro. En el caso de uñas amarillentas, se relacionan con enfermedades pulmonares o infecciones persistentes. Según expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), identificar señales iniciales contribuye a mejorar la expectativa de vida gracias a diagnósticos precoces. A su vez, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España resaltan el valor de la observación clínica de las uñas para detectar patologías crónicas. Las medidas de cuidado son parte de una visión integral de salud que influye directamente en la longevidad y el bienestar general. De este modo, mirar nuestras manos se transforma en una estrategia poderosa de autocuidado y prevención que nos puede aportar pistas sobre nuestra condición física y esperanza de vida.
Las uñas y el envejecimiento biológico
Desde Daily Mail indican que un estudio de 1979 demuestra que el crecimiento de las uñas disminuye un 0,5% anual a partir de los 30 años. La razón se debe a la ralentización de la circulación sanguínea y a la menor llegada de nutrientes a los tejidos.
Además, mencionan otros factores como la dieta y los niveles hormonales que influyen en la rapidez del crecimiento. Durante la pubertad y el embarazo, por ejemplo, se observa un aumento en la velocidad de regeneración de las uñas, lo cual confirma la relación entre salud general y evolución ungueal.
La observación regular de las uñas permite identificar cambios sutiles que podrían decir mucho sobre la detección de enfermedades. En este sentido, la prevención no solo mantiene la estética, sino que también se convierte en un aliado silencioso para alargar la esperanza de vida.
El Dr. David Sinclair, investigador de la Facultad de Medicina de Harvard, explica que la velocidad de crecimiento de las uñas es un indicador de la capacidad regenerativa del organismo y, por lo tanto, del envejecimiento biológico. Cuanto más rápido crezcan, mayor será la probabilidad de que el cuerpo esté envejeciendo a un ritmo más lento.
¿Qué factores influyen las uñas en la esperanza de vida?
La longevidad no depende exclusivamente de la genética, sino también de factores ambientales, nutricionales y de estilo de vida. El cuidado de las uñas forma parte de los hábitos de autocuidado que fortalecen la salud global.
«Una dieta rica en vitaminas A, C, E y minerales como el zinc favorece la resistencia y el buen aspecto de las uñas, al tiempo que mejora el sistema inmunológico», según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
En ese sentido, los expertos confirman que mantener una nutrición adecuada es clave para conservar la integridad de los tejidos, incluidos los ungueales, y contribuir así a un envejecimiento saludable.
¿Cuáles son las alteraciones más comunes de las uñas y qué revelan?
Los cambios en las uñas pueden presentarse de distintas maneras. Las uñas azuladas suelen indicar problemas de oxigenación, mientras que las blancas o pálidas pueden asociarse con anemia o enfermedades hepáticas.
Las manchas oscuras, en algunos casos, se vinculan con melanomas, un tipo de cáncer de piel. Si bien estos signos no constituyen un diagnóstico por sí mismos, actúan como señales de alerta que justifican una consulta médica temprana.
Los consejos prácticos para el cuidado de las uñas
La Clínica Cleveland recomienda estrategias sencillas para mantener las uñas saludables: hidratarse correctamente, llevar una dieta equilibrada y consumir nutrientes clave como la vitamina B y el zinc.
Además, las autoridades indican que, aunque algunos cambios en la apariencia de las uñas son normales con el paso del tiempo, cualquier alteración persistente merece ser evaluada por un especialista.
«Cualquier aspecto que no parezca normal debe ser atendido lo antes posible. La prevención es la mejor herramienta para preservar la salud y la longevidad», afirma la dermatóloga Christine Poblete López.
Para la profesional, las uñas representan un espejo del funcionamiento interno y de la velocidad con la que envejecemos. Por lo tanto, se recomienda observarlas con atención, acompañar su cuidado con hábitos saludables y consultar al médico ante cambios inusuales.