Contenido
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- 0.2 Ni sudokus ni crucigramas: el mejor pasatiempo para que los mayores de 60 años mantengan la mente ágil
- 0.3 Si insultas a otros conductores cuando vas solo, es por esto: lo dice la psicología
- 1 Por qué dormimos con la radio encendida
Para muchas personas, dormir con la radio encendida no es solo una costumbre: es casi un ritual indispensable para conciliar el sueño. Algunos lo hacen por el simple placer de quedarse dormidos con voces familiares de fondo; otros, para ahuyentar el silencio de la noche, que puede resultar abrumador. Aunque parezca un hábito sin mayores consecuencias, los especialistas del sueño y de la salud mental comienzan a estudiar cada vez más este comportamiento para entender sus raíces y sus efectos. ¿Se trata de una práctica inofensiva o de un reflejo de una necesidad emocional más profunda?
Según diversas investigaciones, el acto de dormir con la radio encendida podría estar vinculado a factores como la ansiedad, la búsqueda de seguridad o incluso una forma de evitar pensamientos intrusivos. Pero también puede relacionarse con una preferencia personal que no implica necesariamente un problema. La clave está en comprender por qué lo hacemos, qué papel cumple en nuestra rutina nocturna y si afecta —positiva o negativamente— a la calidad del sueño. En este artículo exploramos el significado psicológico de esta práctica, qué dice la ciencia sobre sus efectos y cuándo conviene prestarle más atención. El sonido tiene un impacto directo en nuestro cerebro, especialmente durante la noche. Las personas que eligen dormir con la radio encendida suelen afirmar que les ayuda a relajarse y que, incluso, les facilita la transición entre la vigilia y el sueño.
Por qué dormimos con la radio encendida
El papel del sonido en la regulación del sueño
Según un informe de la European Sleep Research Society (ESRS), los sonidos continuos y previsibles, como los que emite una radio en modo nocturno, pueden actuar como un “ruido blanco emocional”, promoviendo una sensación de seguridad.
Este tipo de estimulación auditiva puede disminuir la hiperactividad cortical, es decir, la actividad excesiva del cerebro, lo que favorece un sueño más reparador en personas que tienden a rumiar pensamientos.
No obstante, no todos los sonidos son beneficiosos. Las interrupciones repentinas, como los anuncios, cambios de programa o voces demasiado enérgicas, pueden fragmentar el sueño y reducir su calidad. Por eso, la elección de emisora o tipo de programa es fundamental. Muchas personas optan por estaciones con contenido suave, como programas de divulgación nocturna o música tranquila.
¿Un intento de llenar el silencio interior?
Más allá de la fisiología del sueño, dormir con la radio encendida puede ser un indicador emocional. Varios psicólogos afirman que, en algunos casos, esta conducta se asocia con una necesidad de compañía o con el temor al silencio. En contextos de soledad o tras situaciones de duelo, por ejemplo, el sonido constante puede ofrecer consuelo.
La psicóloga clínica británica Dr. Aric Sigman, en un artículo publicado por la British Psychological Society, señala que el hábito de mantener la radio encendida mientras se duerme puede cumplir una función de “acompañamiento simbólico”. En otras palabras, la presencia de voces humanas —aunque no se interactúe directamente con ellas— puede aliviar el sentimiento de aislamiento, especialmente en adultos mayores o personas que viven solas.
Este fenómeno también se observa en personas con antecedentes de ansiedad o insomnio crónico. El ruido de fondo puede actuar como un amortiguador de los pensamientos angustiosos que suelen surgir al acostarse. Sin embargo, confiar excesivamente en este recurso puede dificultar el aprendizaje de otras estrategias más saludables para gestionar el malestar emocional o el insomnio.
Ventajas y desventajas de dormir con la radio encendida
Dormir con la radio encendida puede tener beneficios concretos, pero también conlleva ciertos riesgos. Por el lado positivo, proporciona una rutina relajante, ayuda a regular el ritmo circadiano en personas que trabajan en horarios irregulares y puede reducir el estrés. También puede funcionar como señal de transición para el cerebro, indicando que es hora de dormir.
Sin embargo, hay riesgos a tener en cuenta. Si el volumen está demasiado alto o si el contenido es cambiante, el sueño puede verse interrumpido. Además, depender completamente de la radio para dormir puede indicar una dificultad para relajarse en condiciones normales, lo que podría derivar en una dependencia de estímulos externos para conciliar el sueño.
Los expertos recomiendan, en caso de optar por esta práctica, usar temporizadores automáticos para que la radio se apague tras 30 o 60 minutos. Esto permite beneficiarse del efecto calmante inicial sin comprometer la profundidad del sueño durante la noche.
¿Cuándo buscar ayuda?
Dormir con la radio encendida no es, en sí, un problema clínico. Pero si se convierte en la única forma posible de conciliar el sueño o si interfiere con la calidad del descanso, puede ser útil consultar con un especialista. La presencia de insomnio, ansiedad nocturna o la necesidad constante de estímulos auditivos puede ser una señal de que hay algo más profundo que atender.
Una buena higiene del sueño implica tener rutinas estables, evitar pantallas antes de dormir y propiciar un ambiente oscuro y silencioso. Incluir la radio como parte de una estrategia para relajarse puede ser útil, siempre y cuando no se convierta en un obstáculo para lograr un sueño verdaderamente reparador.