Contenido
- 0.1 El significado psicológico de dar las gracias con la mano a los coches cuando cruzas la calle
- 0.2 Olvídate de ver la tele: el mejor ejercicio de relajación para que los mayores de 65 años eviten el estrés
- 0.3 Ésta es la frase que jamás debes utilizar para consolar a alguien: lo dicen los psicólogos
- 1 Diferencias entre jamón ibérico o serrano
Llevar una alimentación saludable es fundamental para mantener un buen estado físico y prevenir enfermedades. Elegir alimentos de calidad, ricos en nutrientes y bajos en grasas saturadas, es clave para cuidar nuestra salud. En este contexto, los jamones curados ocupan un lugar especial en la dieta mediterránea, aunque no todos aportan los mismos beneficios. Debemos saber las diferencias entre jamón ibérico. Si bien ambos son sabrosos y fuente de proteínas, el jamón ibérico destaca como la opción más saludable, gracias a su composición, su crianza natural y su perfil graso más beneficioso.
Un estudio de la revista Foods explica que el sistema tradicional del cerdo ibérico corresponde a «un régimen de alimentación extensivo basado en pastos y bellotas durante aproximadamente los últimos tres meses de su vida. Las bellotas son ricas en ácidos grasos monoinsaturados, por lo que la calidad». Esta dieta rica en ácido oleico, la misma grasa saludable del aceite de oliva, le otorga propiedades cardiosaludables, ayudando a reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el bueno (HDL). Además, es una fuente importante de proteínas de alta calidad, hierro, zinc y vitaminas del grupo B. El jamón serrano, aunque también nutritivo, procede del cerdo blanco y suele contener más sal y grasas saturadas, lo que lo hace menos recomendable en exceso.
Diferencias entre jamón ibérico o serrano
Para disfrutar del jamón de forma equilibrada, se aconseja optar por el ibérico de bellota, consumirlo con moderación y acompañarlo de una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y ejercicio regular, promoviendo así un estilo de vida saludable y equilibrado.
Aunque a simple vista puedan parecer similares, ambos jamones se distinguen por múltiples factores que influyen directamente en su calidad y valor nutricional:
Origen animal
- El jamón ibérico proviene del cerdo ibérico, una raza autóctona de la península ibérica.
- El jamón serrano procede del cerdo blanco, común en Europa.
Alimentación
- El cerdo ibérico se alimenta principalmente de bellotas y pastos naturales.
- El cerdo blanco suele alimentarse con piensos industriales.
Contenido graso
- El jamón ibérico contiene más grasa, pero «es una grasa saludable, rica en ácido oleico», según Foods.
- El jamón serrano tiene menos grasa, pero más saturada.
Proceso de curación
- El ibérico se cura durante un periodo más largo (24 a 48 meses), lo que potencia su sabor y aroma.
- El serrano tiene un proceso más corto (12 a 18 meses).
Valor nutricional
- El ibérico destaca por su mejor perfil lipídico y su mayor aporte de antioxidantes.
- El serrano, aunque nutritivo, suele contener más sodio y menos ácidos grasos beneficiosos. Además, el Dietista-nutricionista y tecnólogo alimentario, Aitor Sánchez, asegura que no deja de ser «una carne roja procesada, con todos los factores de riesgo que eso conlleva».
Las propiedades y beneficios del jamón ibérico
El jamón ibérico, especialmente el de bellota, es considerado un alimento saludable dentro de una dieta equilibrada. Sus principales propiedades y beneficios son:
- Grasas cardiosaludables: contiene un alto porcentaje de ácido oleico (el mismo del aceite de oliva), que ayuda a reducir el colesterol LDL (malo) y aumentar el HDL (bueno).
- Fuente de proteínas de alta calidad: aporta todos los aminoácidos esenciales necesarios para el mantenimiento y reparación de los tejidos.
- Rico en hierro y zinc: favorece la producción de glóbulos rojos y fortalece el sistema inmunológico.
- Poder antioxidante: contiene vitamina E y otros compuestos que ayudan a combatir los radicales libres.
¿Por qué el jamón serrano no es tan saludable como el ibérico?
Aunque el serrano también es un alimento de buena calidad, no llega al nivel nutricional del ibérico. Las principales razones son:
- Mayor contenido de sal: durante su curación se emplea más sodio, lo que puede elevar la presión arterial si se consume en exceso.
- Grasa menos saludable: al proceder de cerdos alimentados con pienso, contiene más grasas saturadas y menos ácido oleico.
- Menor tiempo de curación: su maduración más corta reduce el desarrollo de compuestos beneficiosos.
Consejos y recomendaciones para consumir jamón de forma saludable
- Elige jamón ibérico 100% bellota. Es el más puro, natural y saludable.
- Modera las porciones. Unos 30-40 gramos son suficientes para disfrutarlo sin excesos.
- Evita combinarlo con alimentos muy salados. Como quesos curados o embutidos procesados.
- Acompáñalo con frutas o verduras frescas: ayudan a equilibrar el contenido de sodio y mejoran la digestión.
- Lee las etiquetas. Comprueba el tipo de cerdo, la alimentación y el tiempo de curación.
Hábitos saludables complementarios para consumir jamón
Para potenciar los beneficios del jamón ibérico dentro de una dieta equilibrada, es importante adoptar otros hábitos saludables:
- Sigue una dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres, pescado azul y aceite de oliva.
- Realiza actividad física regular, al menos 30 minutos diarios de caminata, ciclismo o natación.
- Bebe suficiente agua. Mantener una buena hidratación ayuda a eliminar el exceso de sodio.






