El significado de decorar la casa de Navidad antes de tiempo: según la psicología

La llegada de las fiestas de fin de año genera momentos de reflexión y encuentro en las familias, quienes a partir de diciembre llenan sus hogares de luces, guirnaldas y árboles navideños. En este sentido, decorar la casa de Navidad antes de tiempo resulta para algunos una exageración y, para otros, una forma legítima de vivir la magia de la temporada un poco antes. Sin embargo, más allá de los gustos personales, diversos especialistas coinciden en que esta tendencia no es casual. Según afirmó DailyMail, decorar antes puede revelar distintos estados emocionales, desde nostalgia y alegría anticipada hasta ciertas necesidades psicológicas vinculadas al bienestar, la identidad y la forma en que interactuamos con nuestro entorno cotidiano.

Para comprender por qué tantas personas se adelantan al espíritu navideño, es necesario observar factores psicológicos profundos que influyen en el comportamiento humano. La Dra. Carmen Harra, citada por DailyMail, señala que esta conducta puede relacionarse con “emociones ocultas” y hasta con ciertos rasgos egocéntricos, ya que algunos disfrutan exhibir sus decoraciones como una forma de llamar la atención o proyectar una imagen idealizada de su vida familiar. Sin embargo, menciona que muchos lo hacen para llenar un vacío emocional, enfrentar el desánimo o evocar recuerdos felices de la infancia. A su vez, según la psicoterapeuta Amy Morin, adelantar la decoración despierta nostalgia, crea un ambiente cálido y prolonga la sensación de alegría previa a las fiestas, algo importante en épocas de estrés o días más fríos y oscuros.

¿Cuáles son los motivos de decorar la casa de Navidad antes de tiempo?

Para los expertos, la razón más evidente es la búsqueda de emociones positivas. La Navidad trae recuerdos, tradiciones y conexiones afectivas que muchas personas quieren revivir cuanto antes.

Según Morin, colocar adornos de manera anticipada permite experimentar la magia navideña y extender su duración. «En un año marcado por obligaciones y tensiones diarias, este adelanto funciona como una especie de refugio emocional», menciona.

Otro factor es la teoría de la “anticipación de la alegría”. La misma explica que preparar el ambiente para un acontecimiento agradable eleva el bienestar y mejora el estado de ánimo incluso antes de que llegue la fecha festiva.

La conexión social en la decoración de navidad

Según Psychology Today, las decoraciones navideñas también transmiten amabilidad y cercanía. Un hogar festivo puede hacer que los vecinos perciban a sus dueños como personas accesibles, abiertas y dispuestas a conectar.

«Decorar la casa de Navidad antes de tiempo permite generar interacciones positivas antes. En un mundo donde las relaciones sociales influyen más en el bienestar que el dinero o el estatus, estos pequeños gestos visuales pueden fortalecer la cohesión comunitaria», sostienen.

Además, en otoño y en los inicios del invierno, cuando la luz solar disminuye y muchas personas se sienten más decaídas, las luces y colores actúan como estímulos que aportan calidez y acompañamiento emocional.

Decorar la casa de Navidad antes de tiempo y la hormona del bienestar

Desde la Comisión Europea, a través de CORDIS, afirman que decorar activa recuerdos positivos que pueden aumentar la dopamina, conocida como la “hormona del bienestar”. «Esta reacción química hace que el cerebro asocie la decoración navideña con momentos felices del pasado, lo que se traduce en una mejora real del estado de ánimo», explican.

Según explica Amy Morin, al adornar la casa se evocan momentos en familia, celebraciones compartidas y tradiciones que conectan con la identidad emocional de cada individuo.

Una manera de combatir el estrés cotidiano

Las semanas previas a la Navidad suelen presentar numerosas exigencias laborales, sociales y personales. En ese sentido, muchas personas eligen anticipar la decoración navideña porque funciona como un pequeño descanso mental.

Según Psychology Today, la temporada festiva representa la calidez de un hogar iluminado, proporciona motivación y reduce la sensación de monotonía. A su vez, mirar las decoraciones también ofrece una pausa sensorial que ayuda a contrarrestar el estrés, el clima frío y los días más cortos, factores que suelen afectar el estado de ánimo.

Además, los expertos aseguran que este hecho es una conducta multifacética que combina nostalgia, necesidad de conexión, búsqueda de bienestar, proyección social e incluso respuestas neuroquímicas naturales. Por lo tanto, destacan que decorar con anticipación puede ser una manera saludable de generar alegría, construir vínculos y afrontar el invierno con mayor optimismo.

El papel del narcisismo y la necesidad de ser vistos

Aunque no se trate necesariamente de un trastorno, la Dra. Harra asegura que algunos con rasgos narcisistas pueden encontrar en la decoración temprana una oportunidad para destacar.

«Convertir la casa en un “paraíso invernal” visible para vecinos y visitantes es una forma de obtener reconocimiento, elogios o incluso proyectar una vida perfecta», comenta la profesional. En estos casos, asegura que la decoración funciona como una herramienta para reforzar su identidad social.

Sin embargo, este comportamiento no debe interpretarse como una actitud negativa, ya que muchas personas decorar la casa de Navidad antes de tiempo porque disfrutan de la estética navideña y el ambiente festivo.