Contenido
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- 1 Este es el ejercicio que potencia el pensamiento de los alumnos
- 2 Beneficios del yoga y el Tai Chi en la infancia
En el colegio es donde los niños aprenden matemáticas, lengua, ciencias… Asignaturas clave que forman parte del desarrollo académico. Fomentan la lógica, la expresión, el análisis. Pero hay otras prácticas que también entrenan la mente de forma completa, sin necesidad de estar sentados frente a un libro o una pantalla.
Las actividades físicas en los centros educativos no sólo sirven para mejorar la salud. También ayudan a pensar mejor, a concentrarse, a tomar decisiones con más claridad. Se trata de una mezcla entre cuerpo y mente. Y no se trata de la clase de gimnasia tradicional, ni de ir al recreo. Hay una forma de moverse (o mejor dicho, varias) que potencia el pensamiento de los alumnos y, sin embargo, apenas se ve en las escuelas españolas.
Este es el ejercicio que potencia el pensamiento de los alumnos
Las que potencian el pensamiento de los alumnos son el yoga y el Tai Chi. Dos prácticas que parecen ajenas al entorno escolar, pero que podrían cambiar la manera en la que los niños aprenden y procesan la información. Son ejercicios que conectan cuerpo y mente, que entrenan la memoria, la atención y la autorregulación emocional.
Ambas disciplinas combinan coordinación, respiración y conciencia del cuerpo. La clave está en lo que exigen mentalmente: recordar secuencias, mantener la atención, escuchar el propio ritmo. A esto se suma su efecto calmante: reducen el estrés y la ansiedad, dos de los grandes enemigos del aprendizaje.
El Tai Chi, con sus movimientos lentos y su respiración profunda, funciona como una meditación en marcha. Cada gesto obliga a estar presente, a escuchar al cuerpo y a moverse con intención. Lo mismo ocurre con el yoga, las posturas, la respiración controlada, la atención plena.
Un meta-análisis titulado “The effects of school-based yoga on the executive functioning skills of children between three and seven years of age” analizó siete estudios con más de mil niños y concluyó que el yoga en el entorno escolar mejora de forma significativa la memoria de trabajo y el control inhibitorio, dos habilidades fundamentales del pensamiento. Aunque los efectos fueron modestos, se observaron mejoras claras tras las intervenciones, especialmente en la memoria de trabajo.
Beneficios del yoga y el Tai Chi en la infancia
Incluir yoga o Tai Chi en el horario escolar podría transformar el clima en el aula. Menos tensión, más foco. Pero también hay beneficios físicos y emocionales que se reflejan dentro y fuera del colegio.
El yoga, por ejemplo, mejora la flexibilidad, la fuerza y la postura. A nivel mental, ayuda a los niños a conocerse mejor, a gestionar lo que sienten, a ganar confianza en sí mismos. Un niño que respira mejor, que sabe calmarse, que puede parar un momento antes de actuar, probablemente tomará decisiones más acertadas.
El Tai Chi fortalece el equilibrio, la coordinación y la musculatura. Pero sobre todo entrena la mente a estar atenta, a responder en lugar de reaccionar. Y eso, en edades donde la impulsividad es frecuente, marca la diferencia.
Ambas disciplinas enseñan sin castigar, sin corregir, sin forzar. No buscan el rendimiento, sino la conciencia. Y eso las convierte en una herramienta ideal para el entorno educativo.
Por otro lado, tienen algo que pocas actividades ofrecen hoy: son inclusivas. No hacen falta grandes habilidades ni equipamiento. Basta con un espacio tranquilo, un poco de constancia y alguien que guíe con sencillez.






