La ciencia avisa sobre la piña en lata: esto es lo que dice sobre si es bueno o malo comerla

El consumo de frutas es una recomendación por parte de médicos y nutricionistas para que el organismo reciba los antioxidantes necesarios. En la alimentación diaria, la piña es elegida por muchas personas gracias a su sabor dulce, su frescura y sus beneficios. Sin embargo, la fruta en almíbar tiene desventajas porque se altera el perfil nutricional y sus efectos en la salud pueden cambiar de forma considerable. Se trata de un producto que destaca por su gran practicidad, larga duración y disponibilidad en todas las épocas del año. ¿Debemos comer la piña en lata?

A pesar de sus ventajas en cuanto al almacenamiento y la accesibilidad, debemos prestar atención a las desventajas para mantener una alimentación saludable y equilibrada. Las frutas enlatadas necesitan de un proceso de conservación que atraviesa procesos industriales para prolongar el período de consumo. Dichos procedimientos reducen las propiedades porque la piña en lata contiene cantidades elevadas de azúcar añadido, aditivos y conservantes que no están presentes en la fruta fresca. Otro factor perjudicial es la prolongada exposición al calor durante el proceso de esterilización. La consecuencia es una disminución de la concentración de vitaminas y antioxidantes naturales. Por lo tanto, es aconsejable contemplar las desventajas de la piña en lata para reducir los efectos que generan en el organismo su concentración de azúcar.

¿Es bueno o malo comer piña en lata?

El Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación destaca que los alimentos con azúcares disponibles de forma natural (cereales, legumbres, frutas o verduras) suelen contener fibra y otros nutrientes. Por lo tanto, las autoridades consideran que son mejores para nuestra salud que los alimentos que tienen azúcares añadidos o azúcares libres.

«Una ingesta elevada de azúcares añadidos y libres es un factor de riesgo para muchas enfermedades prevenibles, mientras que los azúcares presentes de forma natural en una dieta rica en cereales integrales, frutas y verduras no representan un problema».

El riesgo de diabetes

Una de las enfermedades más frecuentes por un alto consumo de azúcares añadidos es la diabetes tipo 2. Los especialistas de la institución europea confirman que existe un vínculo entre la ingesta de fruta en lata y el riesgo de diabetes tipo 2. «Los azúcares naturales presentes en frutas y verduras, cereales y legumbres no son motivo de preocupación en el desarrollo de la diabetes y estos alimentos contribuyen a la prevención de la enfermedad».

El exceso de azúcar puede contribuir al desarrollo de enfermedades como la obesidad o el síndrome metabólico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de azúcares libres a menos del 10 % de la ingesta calórica diaria y advierte que muchos productos enlatados exceden esta cifra con una sola porción.

¿Cuáles son los efectos de consumir piña en lata?

Según WebMD, la piña en lata presenta riesgos potenciales para la salud e incrementa la posibilidad de padecer ciertas enfermedades. Una de ellas son las alergias a través de sarpullido, urticaria o dificultad para respirar.

A su vez, un alto contenido de vitamina C disponible en la piña en lata puede causar náuseas, diarrea o acidez estomacal. «La acidez de la piña también puede aumentar los síntomas de acidez estomacal en personas que padecen enfermedad por reflujo gastroesofágico», afirman los expertos.

Otra desventaja de la piña en lata es que es contraproducente para las personas con enfermedad renal porque el alto contenido de potasio provoca determinados fallos hepáticas. También aumenta el riesgo de contraer caries dentales porque el almíbar y ácido del zumo de piña puede dañar el esmalte de los dientes.

La fruta en lata disminuye el valor nutricional

La conservación de esta fruta enlatada requiere de un mecanismo con altas temperaturas para asegurar una correcta esterilización. En dicho proceso, se genera una pérdida de nutrientes esenciales.

«El procedimiento es necesario para evitar la proliferación de bacterias y prolongar la vida útil del producto, pero afecta de manera directa la concentración de vitaminas hidrosolubles, como la vitamina C y algunas del complejo B», aseguran desde Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación.

Además, sostienen que la cocción prolongada y el almacenamiento en líquidos azucarados pueden reducir significativamente el contenido vitamínico de las frutas procesadas. Por lo tanto, la reducción de los valores nutricionales de la piña en lata la convierte en una opción menos nutritiva que la fruta fresca.

La presencia de conservantes y aditivos

La piña en almíbar también contiene aditivos como ácido cítrico, benzoato de sodio o sulfitos, que se utilizan para mejorar su conservación, color y sabor. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) aprueba el uso de dichas sustancias, pero su consumo frecuente puede generar efectos adversos en personas con determinadas condiciones médicas.

Algunos aditivos producen reacciones alérgicas, migrañas o problemas gastrointestinales, sobre todo en personas con intolerancias alimentarias.