Ni fútbol ni atletismo: éste es el mejor deporte para niños hiperactivos, según los expertos en educación

Las artes marciales ayudan a niños con TDAH a mejorar la concentración, el autocontrol y la autoestima

Deporte, entrenamiento, actividad física

Dos niñas haciendo atletismo.

En una época marcada por el exceso de pantallas y el sedentarismo infantil, muchas familias buscan alternativas para ayudar a sus hijos a canalizar su energía de forma saludable. Para los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), encontrar un deporte adecuado puede ser determinante tanto en su bienestar emocional como en su desarrollo social y cognitivo.

Hay muchas disciplinas que ofrecen beneficios, pero ésta en concreto destaca sobre las demás por su capacidad para fomentar la concentración, la disciplina y el autocontrol.

El deporte perfecto para los niños con TDAH

Karate, judo, taekwondo y otras disciplinas orientales enseñan técnicas de defensa personal y están profundamente ligadas a valores como el respeto, la constancia y la autorregulación. Estos elementos hacen de las artes marciales una de las mejores herramientas para ayudar a los niños hiperactivos a manejar su impulsividad y mejorar su atención.

A diferencia de los deportes grupales donde el entorno puede ser más caótico, las artes marciales ofrecen un ambiente estructurado, con reglas claras y un enfoque personalizado. La relación directa entre el instructor y el alumno favorece la concentración, ya que los pequeños deben prestar atención a las instrucciones para ejecutar correctamente movimientos y rutinas.

Además, los progresos en estas disciplinas suelen medirse de forma individual, a través del avance de cinturones o niveles, lo que refuerza la autoestima y la sensación de logro personal. Esta dinámica contribuye significativamente a la autorregulación emocional y conductual en niños con TDAH, mientras se desarrollan habilidades motoras y cognitivas fundamentales.

Otro punto clave es la repetición de secuencias y patrones de movimiento, que mejora la memoria y la coordinación. La práctica regular de estos ejercicios mejora el equilibrio y la percepción del espacio, habilidades que suelen ser un desafío para muchos niños con TDAH.

Otras actividades físicas beneficiosas para niños con TDAH

Existen otras disciplinas que también resultan altamente efectivas según informa el Colegio Antares. Los deportes en equipo como el baloncesto, el fútbol o el rugby ayudan a los niños a desarrollar habilidades sociales esenciales. Formar parte de un grupo les permite entender la importancia de las reglas, aprender a compartir, respetar turnos y colaborar con otros para alcanzar objetivos comunes.

Estas dinámicas fomentan el sentido de pertenencia y la empatía, dos aspectos que favorecen la integración social de niños con TDAH. Enfrentarse a situaciones de victoria o derrota les enseña a gestionar emociones complejas y desarrollar la tolerancia a la frustración.

Por otro lado, los deportes individuales como la natación, el ciclismo o el senderismo también ofrecen ventajas destacadas. Al centrarse en el progreso personal, estos fomentan la autoconfianza, la constancia y el control emocional, además de potenciar la atención y la relación directa con la actividad o el entrenador.

En todos los casos, es muy importante que la elección del deporte esté alineada con los propios intereses del niño. Explicarle los beneficios de forma clara, darle diferentes opciones y, sobre todo, acompañarlo en este proceso con motivación y ejemplo desde el hogar, puede marcar una gran diferencia.

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