Contenido
- 0.1 Muchos van al gimnasio, pero hay un ejercicio que los mayores de 65 pueden hacer en casa para ganar masa muscular
- 0.2 Ni andar ni hacer pilates: el ejercicio que debes hacer para fortalecer los músculos si tienes más de 60 años
- 0.3 Las pesas están bien, pero los mayores de 60 años pueden hacer este ejercicio en el parque y ganar músculo más rápido
- 1 Beneficios de las sentadillas con silla para mayores de 60 años
- 2 Paso a paso: cómo hacer sentadillas en una silla correctamente
Las sentadillas son uno de los ejercicios más completos para trabajar piernas, glúteos y core, pero muchas personas sienten inseguridad a la hora de realizarlas sin apoyo, ya sea por falta de experiencia, por problemas de equilibrio o simplemente por miedo a ejecutar mal la técnica en mayores de 60. Una solución práctica y accesible es utilizar una silla como referencia. Este método no solo ayuda a mantener la postura correcta, sino que también convierte el movimiento en algo más seguro y adaptable para todas las edades y niveles de condición física.
En un contexto en el que cada vez más personas buscan entrenamientos funcionales para hacer en casa o en espacios reducidos, la sentadilla con silla para mayores de 60 se ha convertido en un recurso muy valorado. Este ejercicio no requiere equipamiento adicional, más allá de una silla firme, y ofrece grandes beneficios tanto para principiantes como para quienes ya tienen experiencia en la actividad física. Además, es una opción recomendada por especialistas en salud y deporte, ya que combina fuerza, estabilidad y control postural. Según la World Health Organization (WHO), el entrenamiento de resistencia es clave para la salud ósea y muscular a cualquier edad, y la sentadilla con silla puede ser una puerta de entrada ideal.
Beneficios de las sentadillas con silla para mayores de 60 años
El principal atractivo de este ejercicio es que ayuda a mejorar la técnica de la sentadilla tradicional. La silla actúa como guía: al descender, el contacto con el asiento marca el punto adecuado de profundidad, evitando sobrecargar las rodillas o inclinar demasiado la espalda. Esto lo convierte en una opción perfecta para quienes están aprendiendo.
A nivel muscular, las sentadillas con silla fortalecen cuádriceps, glúteos, isquiotibiales y zona lumbar, al mismo tiempo que activan el abdomen para mantener el equilibrio. Su carácter funcional las hace muy útiles en la vida cotidiana, ya que replican el gesto de sentarse y levantarse, un movimiento básico que realizamos varias veces al día. Según la European Society of Cardiology, incluir ejercicios funcionales en la rutina diaria ayuda a prevenir lesiones y mejorar la movilidad general, especialmente en personas adultas.
Paso a paso: cómo hacer sentadillas en una silla correctamente
- Coloca la silla en un espacio estable. Asegúrate de que no se deslice y que sea lo bastante firme.
- Ponte de pie frente a ella. Los pies deben estar separados al ancho de los hombros, con las puntas ligeramente hacia afuera.
- Activa el abdomen y baja lentamente. Flexiona las rodillas y empuja la cadera hacia atrás como si fueras a sentarte.
- Toca suavemente el asiento. No se trata de dejarse caer, sino de usar la silla como referencia de altura.
- Vuelve a subir controlando el movimiento. Empuja con los talones para incorporarte, manteniendo la espalda recta.
Lo ideal es empezar con 2 o 3 series de 10 a 12 repeticiones, descansando un minuto entre cada una. Con el tiempo, se puede aumentar el número de series o incluso añadir resistencia, por ejemplo, sujetando una botella de agua a modo de peso.
Adaptaciones según el nivel para los mayores de 60 años
Una de las ventajas de la sentadilla con silla es que se adapta fácilmente. Para principiantes, basta con realizar el movimiento lentamente, asegurándose de mantener la técnica. Para personas con más experiencia, se pueden probar variaciones:
- Sentadilla profunda: usar una silla más baja para aumentar el rango de movimiento.
- Sentadilla isométrica: mantener la posición sentada durante unos segundos antes de subir.
- Sentadilla unipodal: levantar una pierna mientras se realiza el ejercicio para trabajar equilibrio y fuerza unilateral.
Estas adaptaciones hacen que el ejercicio sea progresivo y mantenga el desafío a medida que mejora la condición física.
Consejos para evitar errores comunes en las sentadillas
Aunque la silla aporta seguridad, es importante prestar atención a algunos detalles para evitar molestias o lesiones:
- No dejar que las rodillas sobrepasen demasiado la punta de los pies.
- Mantener la mirada al frente, evitando encorvar la espalda.
- Apoyarse en los talones y no en la punta de los pies.
- Evitar movimientos bruscos al descender y al levantarse.
Un error habitual es “sentarse” de golpe, confiando demasiado en la silla. El objetivo es controlar el movimiento y utilizar el asiento sólo como referencia.
Una herramienta útil en diferentes contextos y en especial para mayores de 60 años
Más allá del entrenamiento individual, la sentadilla con silla se ha popularizado en programas de rehabilitación y clases colectivas para adultos mayores. Su carácter accesible y seguro la convierte en un recurso habitual en gimnasios y centros de salud. Además, al poder realizarse en casa sin necesidad de material extra, resulta muy práctica para quienes buscan mantener un estilo de vida activo sin depender de un gimnasio.
En definitiva, la sentadilla con silla es mucho más que un ejercicio sencillo: es una herramienta para ganar fuerza, mejorar la postura y sentirse más seguro al entrenar. Con constancia, puede convertirse en la base de una rutina efectiva y adaptable a cualquier nivel.