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- 1 ¿Cómo hacer la postura del puente correctamente?
La postura del puente, conocida como Setu Bandhasana en sánscrito, es una de las asanas fundamentales en el yoga que no solo fortalece el cuerpo, sino que también ofrece múltiples beneficios para la mente y el espíritu. Esta postura es ampliamente practicada tanto por principiantes como por yoguis experimentados debido a sus efectos positivos sobre la flexibilidad, el equilibrio y la respiración. Su simplicidad aparente no debe subestimarse, ya que realizarla de manera incorrecta puede conllevar lesiones o evitar que se aprovechen todos sus beneficios. En este artículo, se explorará cómo realizar la postura del puente correctamente y los nueve principales beneficios que se pueden obtener de esta asana.
Para quienes se inician en la práctica de yoga, la postura del puente puede parecer un simple levantamiento de la espalda, pero involucra muchos más músculos de los que uno podría imaginar. Además de activar los glúteos, el puente requiere un buen control de la respiración y el compromiso de los músculos abdominales para mantener la estabilidad. Aunque muchas personas piensan que esta postura es solo para mejorar la flexibilidad de la espalda baja, en realidad, su impacto se extiende a diversas áreas del cuerpo, incluyendo el tórax, la columna vertebral y las piernas. Por lo tanto, una comprensión adecuada de la técnica es esencial para evitar molestias y maximizar sus efectos positivos.
En términos de beneficios, la postura del puente no sólo mejora la flexibilidad, sino que también es excelente para aliviar el estrés, fortalecer el sistema nervioso y estimular los órganos digestivos. A medida que se profundiza en la práctica, la asana contribuye a una mayor resistencia física y mental, lo que la convierte en una herramienta poderosa dentro de cualquier rutina de yoga. En las siguientes secciones, se explicará cómo ejecutar correctamente la postura del puente y se detallarán sus nueve beneficios principales, los cuales son accesibles para cualquier nivel de practicante.
¿Cómo hacer la postura del puente correctamente?
La ejecución correcta de la postura del puente comienza con la alineación adecuada del cuerpo. Para empezar, hay que acostarse boca arriba sobre una esterilla con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo, a la anchura de las caderas. Las manos deben descansar a los lados del cuerpo, con las palmas hacia abajo. Desde esta posición inicial, se debe presionar firmemente con los pies contra el suelo mientras se eleva la pelvis hacia arriba. Es fundamental mantener las rodillas alineadas y no dejarlas abrirse hacia los lados. La espalda debe levantarse gradualmente, vértebra por vértebra, evitando arquear demasiado la parte baja de la columna.
A medida que se eleva el cuerpo, las escápulas deben ir acercándose una a la otra, abriendo el pecho y permitiendo una respiración más profunda. Las manos pueden permanecer apoyadas en el suelo, o si se busca un desafío adicional, los dedos pueden entrelazarse bajo la espalda. Es importante mantener el cuello relajado y evitar que la cabeza gire hacia los lados. La postura se debe mantener durante al menos cinco respiraciones profundas, sintiendo cómo los músculos se activan y el cuerpo se estabiliza.
Finalmente, para deshacer la postura, hay que bajar la espalda lentamente al suelo, vértebra por vértebra, manteniendo el control de la pelvis hasta que toda la columna esté apoyada nuevamente en la esterilla. Tomarse unos segundos para descansar y sentir los efectos de la postura es clave para integrar los beneficios en el cuerpo.
Los 9 beneficios de la postura del puente
- Fortalecimiento de glúteos y piernas: al elevar la pelvis, los glúteos y los músculos de las piernas se activan de manera intensa, lo que ayuda a tonificarlos y fortalecerlos.
- Mejora de la flexibilidad espinal: la postura del puente estira suavemente la columna vertebral, lo que contribuye a aumentar la flexibilidad y mejorar la movilidad en la parte baja de la espalda.
- Apertura del pecho y mejor respiración: al juntar las escápulas y abrir el tórax, se facilita una respiración más profunda y eficiente, lo que a su vez mejora la capacidad pulmonar.
- Reducción del estrés y la ansiedad: el enfoque en la respiración y la activación de músculos específicos promueven una sensación de calma y bienestar, reduciendo los niveles de estrés y ansiedad.
- Estimulación del sistema digestivo: la presión que se ejerce en el abdomen durante la postura ayuda a mejorar la digestión y a masajear los órganos internos, favoreciendo el tránsito intestinal.
- Fortalecimiento de la espalda baja: aunque se trabaja todo el cuerpo, la parte baja de la espalda recibe un fortalecimiento especial, lo que ayuda a prevenir dolores y mejorar la postura general.
- Alivio del dolor menstrual: esta postura también puede ser beneficiosa para las mujeres durante el ciclo menstrual, ya que estira y relaja los músculos pélvicos y lumbares, aliviando las molestias.
- Mejora de la concentración y el enfoque: mantener la estabilidad en la postura requiere concentración, lo que puede ayudar a entrenar la mente para estar más presente y enfocada.
- Estimulación del sistema nervioso: al abrir el pecho y expandir la respiración, esta postura estimula el sistema nervioso parasimpático, promoviendo una sensación de relajación profunda y mejorando el equilibrio emocional.
La postura del puente es mucho más que una simple flexión de la espalda; es una herramienta versátil que fortalece, flexibiliza y relaja el cuerpo de manera integral. Con la técnica adecuada y una práctica constante, se pueden aprovechar al máximo sus múltiples beneficios, tanto a nivel físico como mental. Incluirla regularmente en una rutina de yoga puede mejorar significativamente la calidad de vida, ayudando a combatir el estrés, mejorar la postura y fortalecer áreas clave del cuerpo.