Contenido
- 0.1 Adiós celulitis: los ejercicios que realmente funcionan para eliminarla y tonificar piernas
- 0.2 Ni nadar ni gimnasio: el ejercicio que recomienda la Clínica Mayo a mayores de 65 que tengan la presión alta
- 0.3 Ni andar ni correr: el ejercicio recomendado para que los mayores de 60 se mantengan en forma, según Harvard
- 1 Cómo realizar una sentadilla correctamente para reforzar los glúteos
Sabemos que a Paula Echevarría le gusta cuidarse. Además de que ha hecho ballet y otras disciplinas ahora tiene una buena rutina de ejercicios para conseguir unos glúteos perfectos. Y entre los ejercicios más efectivos para trabajar y mantener esta zona del cuerpo, la sentadilla ocupa un lugar privilegiado. Este movimiento, presente en múltiples disciplinas del fitness, es alabado por su capacidad para activar no solo los glúteos, sino también los cuádriceps, los isquiotibiales y el core. A pesar de su aparente simplicidad, la ejecución correcta de la sentadilla exige técnica, conciencia corporal y constancia.
Su versatilidad permite adaptarla a diferentes niveles de condición física, lo que la convierte en una herramienta imprescindible tanto para principiantes como para atletas experimentados que desean esculpir su tren inferior. El interés en este ejercicio ha crecido exponencialmente gracias a su eficacia demostrada y a su promoción por parte de profesionales del entrenamiento. Un claro ejemplo lo encontramos en un reciente vídeo compartido por la entrenadora y fisioterapeuta española Raquel S., donde explica que la sentadilla bien hecha ayuda a prevenir la caída de los glúteos con la edad y que practica con ella Paula Echevarría. La especialista destaca que lo importante no es solo hacer muchas repeticiones, sino cuidar la técnica, mantener la espalda neutra y llevar la cadera hacia atrás. Este movimiento imita el acto de sentarse y ponerse de pie, algo que hacemos a diario y que, por tanto, merece ser entrenado de manera consciente.
Cómo realizar una sentadilla correctamente para reforzar los glúteos
Además, incorporar variaciones de la sentadilla y otros ejercicios complementarios puede potenciar los resultados, fortaleciendo la musculatura de forma integral y funcional.
Aunque parece un movimiento simple, la sentadilla requiere una ejecución controlada para evitar lesiones y maximizar sus beneficios. Se parte de una posición erguida, con los pies separados al ancho de las caderas y la mirada al frente. Desde ahí, se flexionan las rodillas y se baja el cuerpo como si uno fuera a sentarse, asegurando que las rodillas no sobrepasen la punta de los pies y que la espalda se mantenga recta.
El peso debe caer sobre los talones, y los glúteos deben dirigirse hacia atrás, no hacia abajo. Es clave mantener el abdomen activado durante todo el movimiento.
Variaciones para estimular los glúteos
Para quienes ya dominan la sentadilla básica, existen múltiples variantes que permiten aumentar la intensidad del ejercicio y estimular los glúteos desde diferentes ángulos. Una de las más populares es la sentadilla búlgara, en la que se eleva una pierna sobre un banco o superficie detrás del cuerpo, trabajando de manera unilateral.
También están las sentadillas sumo, con las piernas más separadas y los pies apuntando hacia fuera, que activan más el glúteo medio. Incorporar bandas elásticas o pesos (como mancuernas o barras) puede ofrecer un estímulo adicional que favorezca la hipertrofia muscular.
Otros ejercicios complementarios
Aunque la sentadilla es muy eficaz, para lograr unos glúteos fuertes y bien definidos conviene complementar con otros ejercicios. Las elevaciones de cadera, conocidas como hip thrusts, son altamente recomendadas por su capacidad de activar específicamente los glúteos mayores.
Para ejecutarlas, se apoya la parte alta de la espalda en un banco y se eleva la pelvis con control, empujando desde los talones. Otro ejercicio útil es la patada de glúteo en cuadrupedia, que permite un trabajo más localizado. Asimismo, subir escaleras, hacer estocadas y caminar cuesta arriba también contribuyen al fortalecimiento general de esta zona muscular.
Importancia del entrenamiento constante y progresivo
Una de las claves para mantener unos glúteos firmes a largo plazo es la constancia en el entrenamiento. Como cualquier músculo, los glúteos requieren estímulo frecuente para crecer y mantenerse tonificados.
Expertos del European College of Sport Science (ECSS) recomiendan trabajar cada grupo muscular al menos dos veces por semana, variando los estímulos para evitar el estancamiento y fomentar la adaptación progresiva. Es fundamental prestar atención a la recuperación muscular, a través del descanso y la nutrición adecuada, para permitir que los tejidos se reparen y se fortalezcan.
Beneficios adicionales de fortalecer los glúteos
Más allá de la estética, unos glúteos fuertes son esenciales para la salud postural y la prevención de lesiones. Esta musculatura cumple un papel clave en la estabilización de la pelvis y la columna lumbar, lo que influye directamente en la postura diaria y el rendimiento deportivo.
Según un informe del National Institutes of Health (NIH), un fortalecimiento adecuado de la cadena posterior —que incluye glúteos, espalda baja y muslos— puede reducir el riesgo de dolores lumbares y mejorar la biomecánica del movimiento en actividades como correr o levantar peso.
Errores comunes al entrenar esta zona del cuerpo
Uno de los errores más frecuentes es priorizar la cantidad sobre la calidad del movimiento. Hacer muchas repeticiones sin una correcta alineación corporal no solo reduce la efectividad del ejercicio, sino que puede ocasionar molestias o lesiones.