Contenido
- 0.1 Ni pesas ni yoga: el ejercicio que deben hacer a diario los mayores de 60 años para dormir bien por la noche
- 0.2 La petanca está bien, pero hay un pasatiempo mejor para que los mayores de 65 mejoren coordinación y puntería
- 0.3 Ni correr ni pilates: sólo dedico 15 minutos al día a hacer ejercicio y esta rutina me ha cambiado sin salir de casa
- 1 El ejercicio para los mayores de 60 años
Montar en bicicleta no es solo una actividad reservada para los más jóvenes o los deportistas experimentados. Para las personas mayores de 60 años, el ciclismo representa una alternativa accesible, segura y eficaz para cuidar la salud integral. Se trata de medio de transporte no contaminante y económico que se consolida como una de las mejores opciones para mantenerse activo sin exigir un esfuerzo excesivo al cuerpo. Gracias a su bajo impacto, este ejercicio ofrece múltiples beneficios para proteger las articulaciones, mejorar la función cardiovascular y contribuir al control del peso corporal.
Además, se trata de una actividad que puede adaptarse fácilmente a distintos niveles de condición física y realizarse tanto al aire libre como en espacios cerrados mediante bicicletas estáticas, lo que amplía sus posibilidades de uso. Desde el punto de vista médico, diversos estudios respaldan los múltiples beneficios del ciclismo en la tercera edad. La Universidad de Granada, en colaboración con la Red Española de Universidades Saludables (REUS), sostiene que el ciclismo adaptado mejora la capacidad funcional y la autonomía personal de adultos mayores. «El ejercicio regular sobre la bicicleta favorece la movilidad, la coordinación y el equilibrio, elementos clave para prevenir caídas y otros accidentes comunes en esta etapa de la vida», afirman los especialistas. A nivel emocional, es una actividad que ayuda a reducir el estrés, mejora el estado de ánimo y fortalece las funciones cognitivas. La liberación de endorfinas, sumada al contacto con entornos naturales y a la interacción social durante las salidas en grupo, convierte al ciclismo en una poderosa herramienta para mantener la salud mental.
El ejercicio para los mayores de 60 años
Uno de los beneficios más reconocidos del ciclismo en adultos mayores es su impacto positivo en el sistema cardiovascular. Pedalear aumenta el ritmo cardíaco, mejora la circulación y ayuda a controlar la presión arterial.
Según el doctor Ramón Fernández, especialista en medicina rehabilitadora del Hospital Quirón Torrevieja, el uso regular de la bicicleta promueve una mayor resistencia a la insulina, regula la tensión arterial y mejora el balance de lípidos en el cuerpo, al reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el bueno (HDL). Todo ello contribuye a disminuir considerablemente el riesgo de infarto y otras enfermedades cardíacas.
«Al tratarse de un ejercicio de bajo impacto, el ciclismo también resulta ideal para personas con problemas articulares. Alrededor del 70 al 80% del peso corporal recae sobre el sillín, lo que reduce la carga sobre las rodillas, caderas y tobillos», explica Fernández.
Por lo tanto, esta distribución minimiza el desgaste articular y previene condiciones como la artrosis, algo especialmente beneficioso para mayores de 60. Además, el movimiento repetitivo del pedaleo favorece la lubricación de los cartílagos, lo que facilita la difusión de nutrientes esenciales y mantiene la flexibilidad.
Pedalear refuerza el sistema inmunológico
Los beneficios de montar en bicicleta también estimulan el sistema inmunológico. El movimiento activa los fagocitos, células del sistema inmune encargadas de eliminar bacterias, virus y células dañinas, como las cancerígenas.
Este efecto se ha asociado con una mayor resistencia a enfermedades infecciosas y crónicas, convirtiendo al ciclismo en un aliado estratégico para personas con sistemas inmunológicos debilitados, como quienes padecen cáncer o VIH/SIDA.
La bicicleta genera felicidad y una mente más activa a los mayores de 60
El ejercicio físico regular tiene efectos directos sobre el cerebro, y el ciclismo no es la excepción. Al pedalear, el cerebro se oxigena mejor, lo que favorece funciones cognitivas como la atención, la memoria y la toma de decisiones.
Este estímulo cerebral puede retrasar el deterioro asociado a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. A su vez, la liberación de endorfinas, conocidas como “hormonas de la felicidad”, ayuda a combatir el estrés, la ansiedad y la depresión. La Federación Europea de Ciclistas (ECF) ha destacado reiteradamente la importancia del ciclismo en la tercera edad como parte de una estrategia de envejecimiento activo.
Según sus informes, las personas mayores de 60 que incorporan la bicicleta en su rutina diaria presentan una mayor esperanza de vida, menor dependencia de medicación y mejores niveles de bienestar general. «Además, las salidas en grupo fomentan la sociabilidad, reducen la soledad y refuerzan el sentido de pertenencia, factores fundamentales para una buena salud emocional», mencionan.
La conexión con la naturaleza y la estimulación sensorial
Cuando se practica en espacios naturales, el ciclismo ofrece un valor añadido. Al practicar ciclismo por parques, caminos rurales o senderos costeros se estimulan los sentidos y favorece la orientación espacial.
El contacto con el entorno mejora el estado de ánimo, reduce la fatiga mental y proporciona una sensación de libertad y disfrute que muchas veces se pierde con el paso del tiempo.
El uso de la bicicleta es inclusivo y adaptable
Una de las mayores ventajas del ciclismo es su capacidad de adaptación. Existen bicicletas eléctricas, triciclos para adultos y bicicletas reclinadas que facilitan la práctica incluso en personas con movilidad reducida o equilibrio limitado.