Contenido
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- 1 ¿Qué es la terapia de luz roja y por qué es tan beneficiosa para la piel?
A lo largo de la vida, la piel atraviesa múltiples cambios influenciados por factores internos y externos. Con el tiempo, la piel pierde firmeza y elasticidad, aparecen arrugas, manchas, líneas de expresión y una textura más opaca. Además, pueden surgir problemas como el acné adulto o la sensibilidad. Estos cambios son naturales, pero hoy existen tratamientos no invasivos que ayudan a regenerar las células y mantener una piel más sana y luminosa. Uno de los más innovadores y efectivos es la terapia de luz roja.
Esta técnica es una de las más destacadas dentro de la dermatología estética y la medicina regenerativa. Sus orígenes se remontan a la década de 1960, cuando el científico Endre Mester descubrió que ciertos tipos de luz podían estimular la cicatrización de tejidos. Desde entonces, su aplicación se ha extendido al campo cosmético y terapéutico, demostrando resultados eficaces en la reducción de arrugas, la mejora del tono y la elasticidad de la piel, así como en el tratamiento de afecciones como el acné, la rosácea y la inflamación cutánea. Un estudio de la revista Fotomedicina y Cirugía Láser explica que «gracias a la combinación de un alto grado de penetración en la piel y la absorción por los componentes de la cadena respiratoria, la luz es útil para promover la cicatrización de heridas, la reparación tisular y el rejuvenecimiento cutáneo».
¿Qué es la terapia de luz roja y por qué es tan beneficiosa para la piel?
La piel es el órgano más grande del cuerpo y actúa como una barrera protectora frente al ambiente. Sin embargo, con el paso de los años, su estructura y función comienzan a modificarse. Factores internos, como la disminución del colágeno y la elastina, junto con factores externos, como la exposición solar, la contaminación o el estrés, aceleran el envejecimiento cutáneo.
En este contexto, la terapia de luz roja es un tratamiento estético y terapéutico que utiliza longitudes de onda específicas de luz roja e infrarroja para estimular los procesos naturales de regeneración celular en la piel.
Este procedimiento no invasivo promueve la producción de colágeno y elastina, mejora la circulación sanguínea, acelera la reparación tisular y reduce la inflamación. A diferencia de otros tratamientos, no causa dolor ni requiere tiempo de recuperación, por lo que puede incorporarse fácilmente a una rutina de cuidado facial.
Los orígenes de la terapia de luz roja
Los primeros estudios sobre los efectos de la luz roja se remontan a la década de 1960, cuando el médico húngaro Endre Mester descubrió que ciertos tipos de luz láser podían estimular la cicatrización de heridas en animales. Un estudio de la revista BioPhotonics destaca que «Mester estaba tratando de repetir un experimento realizado por primera vez por Paul McGuff en Boston, EE. UU., quien había utilizado con éxito el láser rubí recién descubierto para curar tumores malignos en ratas».
Décadas después, la NASA utilizó esta tecnología en experimentos espaciales para ayudar a los astronautas a curar heridas y mantener su salud cutánea en condiciones de microgravedad. Los resultados demostraron que la luz roja estimulaba la regeneración celular, lo que impulsó su aplicación en medicina, fisioterapia y dermatología.
Hoy en día, la terapia de luz roja se ha consolidado como un tratamiento seguro, eficaz y respaldado por numerosos estudios científicos en el ámbito del rejuvenecimiento facial y la salud de la piel.
Los beneficios de la terapia de luz roja
Los beneficios de la terapia de luz roja son amplios y abarcan tanto la estética como la salud dermatológica. Entre los más destacados se encuentran:
- Reducción de arrugas y líneas de expresión.
- Aceleración de la cicatrización de heridas y marcas de acné. Un estudio de la revista Lasers in Medical Science afirma que «se evaluó in vivo la eficacia de la terapia con luz roja en la cicatrización de heridas a los 7 y 21 días después de la intervención».
- Mejora de la textura, luminosidad y firmeza de la piel.
- Disminución de manchas y daños causados por el sol.
- Estimulación de colágeno y de la elastina. «La terapia con láser de luz roja aumentó significativamente la expresión de colágeno y VEGF», asegura Lasers in Medical Science.
- Reducción de la inflamación y el enrojecimiento.
- Favorece la oxigenación y la circulación sanguínea.
¿En qué consiste la terapia de luz roja? Los pasos del tratamiento
El procedimiento es sencillo, seguro y no requiere preparación especial. Normalmente, se realiza en clínicas estéticas o con dispositivos domésticos aprobados. Los pasos básicos son:
- Limpieza facial: eliminar impurezas y maquillaje para permitir la correcta penetración de la luz.
- Colocación del dispositivo: se utiliza un panel o máscara de luz roja que se coloca frente al rostro o zona a tratar.
- Aplicación de la luz: la exposición dura entre 10 y 20, según el equipo y la intensidad.
- Finalización: no se necesita tiempo de recuperación; se puede continuar con la rutina diaria.
- Se recomienda realizar 2 a 4 sesiones semanales durante las primeras semanas y luego mantener con sesiones periódicas.






