Receta de zumo de manzana para que tomen los perros en verano

Sólo quedan unas semanas para que llegue el verano, y con él empiezan a subir las temperaturas. A los perros el calor les afecta de una forma muy similar a la nuestra, y lo más importante en esta época del año es evitar que se deshidraten. Debemos procurar que tengan agua fresca y limpia en todo momento y, en lo relativo a su alimentación, lo más conveniente es mezclar el pienso seco con el húmedo. Además, podemos complementar su dieta con este zumo de manzana, perfecto para que los perros lo tomen durante la época estival.

Ahora bien, debemos hacerlo con moderación. Aunque la manzana es muy buena para ellos, los canes no necesitan grandes cantidades de fruta como nosotros. Por lo tanto, con darles este zumo una o dos veces por semana es suficiente.

¿Qué beneficios tiene la manzana para los perros?

La manzana es una de las frutas con mayor contenido en fibra, así que les ayuda a mejorar su digestión y poner en funcionamiento su metabolismo. Gracias a ella los perros tienen una buena salud gastrointestinal en todas las etapas de su vida, e incluso si sufren diarrea les ayuda a pararla.

Además, la manzana es una fuente muy rica en vitaminas A, C y K, imprescindibles para un gran número de procesos del organismo. También tiene propiedades antioxidantes, que previenen y ralentizan problemas de salud relacionados con la edad.

Una de las grandes ventajas que ofrece la manzana a los perros es que les ayuda a mantener sus dientes y encías limpios, al tiempo que les proporciona un aliento muy fresco.

Y, por último, cabe señalar que, a diferencia de otras frutas, la manzana no suele provocar alergias, así que también es apta para perros que sufren este problema.

Cómo preparar el zumo de manzana para perros

El primer paso consiste en eliminar el corazón y las pepitas de tres manzanas. Luego, se ponen las manzanas en una olla con abundante agua y se cocinan hasta que quedan blandas, con una textura similar a la de un puré. Pasados unos minutos, se retira la olla del fuego y se deja templar. Y, por último, se pasa por la batidora y se añade agua fresca hasta conseguir la textura deseada.