Desde cuándo se celebra el día del Orgullo Gay y por qué: origen, significado y cuál es su historia

• Blanca Espada @blank7133
• Redactora de contenidos en OkDiario. Escribiendo para blogs y empresas de contenidos digitales desde 2007.
• • 28/06/2025 08:45
  • Actualizado: 28/06/2025 08:45

Hoy es 28 de junio, un día importante para la comunidad LGTBIQ+ ya que se celebra el Día del Orgullo Gay, una jornada que va mucho más allá de los desfiles coloridos y la música en las calles. Esta fecha conmemora una lucha histórica por los derechos, la libertad y la dignidad de millones de personas que durante décadas han sido silenciadas, perseguidas o rechazadas por ser quienes son o amar a quien aman.

Y es que lo que muchos hoy viven como una fiesta, comenzó en realidad como una revuelta de aquellos que hace más de medio siglo, se atrevieron a decir basta. Es muy importante entonces, conocer bien el porqué de este día ya que de alguna manera, reconoce también la importancia de seguir luchando por una sociedad más justa, igualitaria y libre. Más allá de la celebración llena de color y los conciertos que todos quieren disfrutar en eventos como el MADO Madrid 2025, el Día del Orgullo es una llamada a que recordemos un pasado no tan lejano. Una memoria que nos recuerda que hubo un tiempo (y aún lo hay en demasiados lugares) en que amar a quien uno amaba era motivo de cárcel, de tortura o de muerte. Y que fue precisamente en respuesta a esa injusticia cuando comenzó este movimiento que hoy sigue vigente, con orgullo y sin esconderse.

Desde cuándo se celebra el Día del Orgullo Gay: su origen

El punto de partida del Día del Orgullo se sitúa en la madrugada del 28 de junio de 1969, cuando una redada policial en el bar Stonewall Inn de Nueva York desencadenó una revuelta inesperada. Aquel pub, situado en el barrio de Greenwich Village, era uno de los pocos espacios donde las personas homosexuales podían reunirse sin ser inmediatamente expulsadas. Pero esa noche, la resistencia fue distinta. En lugar de aceptar la violencia policial en silencio, el colectivo LGTBI reaccionó con firmeza, dando lugar a varios días de disturbios que marcaron un antes y un después en la lucha por los derechos civiles.

Un año después, en 1970, tuvieron lugar las primeras marchas del Orgullo en ciudades como Nueva York, Los Ángeles y San Francisco. Fueron manifestaciones aún modestas que reivindicaban algo tan básico como el derecho a existir sin miedo. Desde entonces, cada 28 de junio se convirtió en un símbolo: el día en que se rompió el silencio, el día en que el colectivo dejó de esconderse para exigir respeto.

Historia del Orgullo Gay

La historia del Orgullo no se limita a Estados Unidos. En España, la primera manifestación tuvo lugar en 1977, en plena Transición democrática, en la ciudad de Barcelona. Fue una protesta aún muy vigilada, donde muchos asistentes llevaban máscaras para proteger su identidad. En Madrid, la primera marcha llegó en 1978, organizada por el Frente de Liberación Homosexual de Castilla, y reunió a unas 10.000 personas en la avenida Menéndez Pelayo.

A lo largo de las décadas, el movimiento ha ido creciendo, consolidándose como una fecha clave para la visibilidad y los derechos del colectivo LGTBIQ+. En 2017, Madrid acogió el World Pride, convirtiéndose en epicentro mundial de una celebración que sigue siendo, ante todo, un acto político y social. Aquella edición conmemoraba también el 40 aniversario de la primera manifestación en España, un recordatorio de cuánto se ha avanzado… y de cuánto queda aún por hacer.

Uno de los momentos más simbólicos en esta historia fue la figura de Harvey Milk, el primer cargo público abiertamente homosexual en Estados Unidos. Su asesinato en 1978, a manos de un compañero político, supuso un duro golpe pero también un punto de inflexión. Su legado, sus discursos y su valentía encendieron aún más la llama del activismo. Su frase «Si una bala atraviesa mi cerebro, dejad que esa bala destruya las puertas de todos los armarios» sigue resonando como emblema de la lucha por la libertad.

Por qué se celebra el Día del Orgullo Gay

Celebrar el Orgullo no es sólo  una forma de recordar lo que ocurrió en Stonewall. Es, sobre todo, una manera de señalar que la igualdad aún está lejos de alcanzarse. Actualmente, en al menos 77 países las relaciones entre personas del mismo sexo están criminalizadas, y en algunos casos pueden ser castigadas con la pena de muerte. A esto se suman las agresiones, el rechazo social, las amenazas y la falta de protección jurídica que siguen sufriendo muchas personas LGTBIQ+ en distintos lugares del mundo.

El Día del Orgullo es una jornada para exigir derechos, pero también para celebrar la diversidad. Para visibilizar a quienes durante siglos fueron condenados al silencio. Para decir en voz alta que nadie debe avergonzarse de lo que es. La bandera arcoíris, adoptada en 1978, no sólo decora las calles: simboliza la pluralidad, la inclusión, la posibilidad de amar sin miedo.

En cuanto a las siglas LGTBIQ+ agrupan una amplia diversidad de identidades y orientaciones: lesbianas, gais, bisexuales, personas transgénero, intersexuales, queer… y todas aquellas que no encajan en etiquetas tradicionales. La lucha por sus derechos no es ajena a ninguna sociedad. Afecta a jóvenes y mayores, a familias, a comunidades enteras. Porque hablar de derechos LGTBIQ+ es, en definitiva, hablar de derechos humanos.