Sonia Ferrer y Pablo Nieto se estrenan como pareja sorpresa del verano en el homenaje Ángel Nieto
Este jueves ha tenido lugar en Ibiza un bonito homenaje a Ángel Nieto, donde sus familiares más cercanos han inaugurado el camino que lleva su nombre en la isla de Ibiza
Han pasado tres años desde el triste fallecimiento del piloto Ángel Nieto en un accidente de tráfico y todavía son muchos los que le recuerdan día a día, sobretodo en Ibiza, la isla en la que perdió la vida y donde pasó sus mejores ratos. Este jueves, la pitiusa ha vuelto a reunir a los familiares del vallecano para un nuevo homenaje.
Los tres hijos del campeón de motociclismo, Gelete, Pablo y Hugo y su viuda, Belinda Alonso, con quien están enfrentados desde el fallecimiento de Ángel, han descubierto la placa que identifica el ‘Camí d’Ángel Nieto’, ubicado en Cap Martinet y cerca a la casa en la que tantos buenos ratos pasó con su familia.
Con nostalgia en la mirada, han aprovechado para hacerse una fotografía, momento en el que se ha notado lo mucho que ha crecido el hijo pequeño de Ángel, Hugo, que ha sus 19 años ya supera por varios centímetros tanto a su madre como a sus dos hermanos.
Más allá de la familia, entre los asistentes había una muy ‘especial’ que ha resaltado y que ha desvelado una de las noticias del verano. Sonia Ferrer y Pablo Nieto, el hijo mediano el expiloto, son pareja y han oficializado así su historia de amor. Al parecer no se trata de un amor de verano, sino que llevarían saliendo juntos varios meses, según cuenta ‘ABC’, que añade que lo suyo va tan en serio que la presentadora ya acude a actos familiares tan importantes como este homenaje.
En sus redes sociales ninguno de los dos había dado ninguna pista, pero cuenta el citado medio que ya estaban en la isla este martes, disfrutando de sus paisajes y de sus demandadas playas. Tras esta curiosa ‘oficilización’ la cosa ha cambiado y Sonia ha compartido una storie en la que muestra las buenas migas que ha hecho con su cuñada, Beatriz Matallana, mujer de Gelete, y con su hija Mia, a quien le ha prestado su cara para que la niña practique y siga los pasos de su madre.