Zara en el punto de mira de las críticas por su último lanzamiento viral
El buque insignia de Inditex ha reinventado uno de los productos estrella de la mayoría de los hogares para ir a la compra de manera cómoda y sostenible
La ‘nueva normalidad’ ha traído consigo una manera diferente de plantearnos el día a día, así como importantes cambios en nuestras rutinas diarias. De vivir hacia afuera hemos pasado a centrar la mayoría de nuestras actividades ‘en casa’ y, como consecuencia, las firmas de moda han adaptado sus colecciones a esta nueva realidad, tanto de Alta Costura como Pret à Porter, entre las que se encuentra Zara. Prendas confortables que pueden ser utilizadas para estar en el hogar o bien servir para dar un paseo o ir a la compra han sustituido a los looks más elaborados. En todos ellos, el denominador común, además de la mascarilla es el aire relajado, alejado de ataduras y buscando siempre lo sostenible.
Como no podía ser de otra manera, el grupo Inditex es uno de los que más rápido han apostado por esta tendencia, con su buque insignia, Zara, a la cabeza. Esto se aprecia en sus últimas colecciones pero, sobre todo, en su reciente lanzamiento, que ya se ha vuelto viral, aunque no solo por lo práctico que resulta.
La firma ha revolucionado las redes con un peculiar producto: un carro de la compra a imagen y semejanza de los tradicionales carritos que se usaban antaño y que forman parte del imaginario colectivo del comercio tradicional de los barrios. Un producto que refuerza el compromiso con el medio ambiente, ya que evita el uso de las bolsas en la que se ha convertido en quizás la única salida imprescindible en esta complicada etapa, el supermercado.
Sin embargo, pese a las muchas ventajas que puede traer implícitas este producto, no ha quedado exento de polémica. El carro en cuestión se presenta en dos colores -gris y verde caqui-, es plegable, acolchado, con bolsillos en la parte delantera y a los lados y cremallera en la parte posterior. Cuenta con una cómoda solapa de botones y mide apenas sesenta centímetros, con capacidad, eso sí, para albergar una cantidad nada desdeñable de cosas. Su precio es de 49,95 euros y está inspirado en el tejido guateado de algunas de las firmas más importantes de la industria de la moda, así como en ciertas marcas que ya han presentado colecciones en las que este atípico complemento se ha convertido en accesorio fundamental en tiempos de pandemia, o incluso antes. De hecho, Karl Lagerfeld se atrevió a incluir algunos carritos de este tipo en su colección de otoño-invierno 2014-2015, que presentó en el Grand Palais, cuando nadie pensaba que podía ocurrir lo que ha pasado con el coronavirus.
El carro da un paso más allá de lo práctico, ya que además es una clara apuesta por lo eco, una tendencia que se ha convertido en seña de la marca. Lleva en su interior bolsas plegables que sustituyen a las de plástico del supermercado, revestidas con diseños en diversos estampados interior de rejilla y cordones ajustables. Una alternativa sostenible a las bolsas de plástico por un mundo más eco y que va en consonancia con el objetivo de Zara para 2025: “la sostenibilidad es una tarea constante en la que estamos implicados todos los que formamos parte de Inditex y en la que estamos involucrando con éxito a todos nuestros proveedores” aseguró Pablo Isla recientemente.
No obstante, pese a lo práctico que a primera vista pueda parecer el complemento – ya está agotado de hecho-, la marca gallega ha recibido numerosas críticas por este producto. “Tiene que ser una broma”, ha escrito una usuaria en Twitter, mientras que otra ha comentado: “un día eres joven y al siguiente estás comprando en #Zara un carro de la compra”. La polémica viene porque la firma ha incluido el accesorio en la sección Zara Woman, destinada a productos para mujeres. Una cuestión que ha generado un debate en torno a si solo las mujeres son quienes tienen que ir a la compra, lo que lleva intrínseca cierta actitud machista porque recuerda a las amas de casa.
El carro de la compra tal como lo entendemos en la actualidad tiene su origen en Estados Unidos en la década de los años cuarenta, donde revolucionó la forma de ir a la compra, dado que facilitaba el transporte. Sin embargo, se asociaba al papel de las mujeres que se dedicaban a amas de casa y que no estaban incorporadas al mundo laboral.
En estos momentos, en pleno siglo XXI y cuando se han dado tantos pasos en pos de la igualdad de género, quizás este complemento, tan útil en la etapa que nos ha tocado vivir, debería quedar libre de prejuicios e incluirlo en una sección tan definida como Zara Woman no es sino un error de concepto, sobre todo porque es un accesorio sin matices de género y completamente unisex. ¿Por qué no Zara Home?