La princesa Charlène tiene el look boho perfecto para el otoño
Charlène de Mónaco siempre ha sido reconocida por su elegancia discreta
Sus looks copan un sinfín de titulares en la crónica social de nuestro país
Analizamos el estilismo que la princesa lució para visitar la isla de Saint-Honorat, en la bahía de Cannes
La princesa Charlène de Mónaco siempre ha sido reconocida por su elegancia discreta y su capacidad para lucir impecable en cualquier ocasión, ya sea en actos oficiales o en su día a día. Esta vez, la esposa del príncipe Alberto ha sorprendido con un estilo completamente diferente a lo que nos tiene acostumbrados: un look de tipo boho chic ideal para la temporada de otoño, que ha capturado la atención de la prensa de moda y sus seguidores en su perfil en Instagram, donde reúne a más de 90 mil seguidores.
En las imágenes compartidas en su cuenta oficial en la ya citada red social, Charlène aparece con un vestido de Etro que encarna a la perfección el espíritu bohemio, uno de los estilos más populares y versátiles de los últimos años. Este tipo de moda, que combina detalles relajados, cómodos y con un toque desenfadado, es perfecto para la transición al otoño, y la princesa lo ha sabido adaptar con gran acierto. Charlène se enfundó en dicha prenda durante su visita, junto al príncipe Alberto, a la isla de Saint-Honorat, en la bahía de Cannes. Ambos fueron testigos de la bendición de dos campanas que se destinarán a la capilla de Sainte-Croix, un monumento histórico protegido.
Los detalles del look boho de Charlène
El vestido en cuestión de Charlène de Mónaco destaca por su largura midi, cuello redondo y estampado paisley, característico de la firma italiana, además de por las mangas amplias y ligeramente abullonadas, que en moda siempre evocan una sensación de liberad y fluidez en el movimiento. El diseño, cuyo precio inicial era de 1350 euros, está rebajado ahora a 945 euros.
Aunque es frecuente combinar este tipo de vestidos con zapatos de tacón, la princesa Charlène decidió darle un toque más relajado y confortable a su estilismo, eligiendo unas bailarinas planas destalonadas, una opción que se perfila como una de las grandes tendencias en calzado para la temporada otoño-invierno. Para completar su look, Charlène apostó por un modelo clásico de Gianvito Rossi, las bailarinas Ascent, elaboradas en piel de becerro de color negro y con puntera afilada. Este tipo de calzado resulta perfecto para combinar con faldas plisadas o incluso con un atuendo más casual, como unos vaqueros y una camisa blanca.