Cuáles son las mejores técnicas de meditación
Con tanto desconfinamiento y el virus todavía habitando puede ser que tengamos más estrés del normal. Si todavía no lo has hecho recomendamos las mejores técnicas de meditación.
Es fácil sumarse a ellas porque nos ayudarán a sobrellevar estos días mucho mejor.
Yoga
Es una de las disciplinas que más adeptos suma en todo el mundo, también durante el confinamiento. La manera de entender el yoga es hacerlo a una filosofía de vida global. Entre sus beneficios están renovarnos tanto física como mentalmente para esta mejor con nosotros mismos y de paso poder hacer ejercicio.
Entre otros, se reconoce como una de las mejores técnicas de meditación de todos los tiempos, pues además ayuda en la concentración diaria y retener nuestra memoria. Nos pone en forma y permite realizar diversos estiramientos para estar bien por fuera y por dentro.
Tai-chi
Los beneficios del tai-chi son enormes. Por un lado permite canalizar y controlar la energía y por otro los movimientos que hacemos físicamente, que hacen que el cuerpo se estire. Así se puede considerar un ejercicio de meditación que reduce de forma significativa los niveles de estrés que solemos arrastrar estos días. Lo mejor es que nos ayuda a controlar nuestra respiración, algo básico para concentrarnos adecuadamente.
Mindfulness
Está de moda, pero al fin y al cabo se trata de una meditación y aprender a respirar. Se basa en aprender a dejar que los pensamientos fluyan, los dejamos pasar sin más y además nos centramos en el ahora. Gracias al minfulness podemos controlar nuestra mente.
La atención a un recuerdo exterior
Hay muchos tipos de meditación. También la que está focalizada en un recuerdo exterior. Para esto debemos concentrarnos en un objeto, siendo recomendable que posea un movimiento constante y uniforme. Si nos detenemos en este objeto, dejamos la mente en blanco y podemos cerrar los ojos.
Consejos
- Para meditar, sea cual sea la técnica, necesitamos concentrarnos y dejar un espacio a la relajación para ello.
- Es vital tener un rincón para esto, y que sea distinto a donde comemos o trabajamos.
- Si meditamos cada día a la misma hora entonces cogeremos el ritmo y el hábito de hacerlo y no nos va a costar.