Queda menos de un mes para que Meghan Markle pase a formar parte, de facto, de la Familia Real Británica. Y aunque seguro que ya está aprendiendo todo lo necesario para adaptarse a su nueva condición de ‘royal’, hay muchas cosas que el resto de los mortales desconocen sobre lo que implica formar parte de los Windsor.
La casa regida por la reina Isabel cuenta con unas normas muy estrictas a las que todos sus miembros deben adaptarse sin excepción, al menos cuando están en presencia de la monarca. Algunas de estas normas son bastante obvias y tienen que ver con el comportamiento o la vestimenta, pero otras resultan peculiares y obedecen a las propias ‘manías’ de la Reina.
¿Quieres saber qué le espera a Meghan a partir del próximo 19 de mayo? Te lo contamos.
No podrá votar
A pesar de que la Reina es la Jefa del Estado, la realeza y la política no se mezclan. De hecho, los ‘royals’ no deben manifestar ningún tipo de opinión política.
Viajes
Aunque esto a Meghan no le afectará en un principio, los herederos al trono no deben viajar juntos. Es algo que también ocurre en otras monarquías y se debe a una cuestión de prevención. En caso de peligro, hay que evitar que los primeros en la línea sucesoria se encuentren en el mismo medio de transporte.
Sin muestras de cariño
A los miembros de la realeza no se le permiten las muestras de cariño en público, como mucho alguna que otra mirada cómplice.
Selfies, no gracias
Pese a estar constantemente en el foco mediático, los ‘royals’ no deben prestarse a hacerse selfies. Tampoco pueden firmar autógrafos, una norma que Meghan ya se ha saltado alguna vez pero que probablemente corrija en cuanto sea duquesa.
La cuestión alimentaria
A partir de ahora, la dieta de Meghan se volverá un poco más restringida. El ajo está prohibido, pero solo porque a la Reina no le gusta. El marisco tampoco se permite, aunque en este caso es por precaución, para evitar posibles intoxicaciones. Los royals no pueden aceptar alimentos de extraños, para evitar envenenamientos ni pueden comer nada que no haya sido cocinado bajo supervisión. Además, nadie puede seguir comiendo una vez la Reina ha terminado.
Prohibido regañar a los perros
Para la Reina, sus pequeños corgis son como uno más en la familia. Tanto es así que Isabel II no deja que nadie les llame la atención. Esto no será un problema para Meghan, que adora a los perros.
Conducir sin carnet
Solo la Reina puede llevar un coche sin carnet y sin matrícula. El resto de miembros de la familia está obligado a tener su carnet en regla y conducir vehículos debidamente matriculados.
Jugar al Monopoly
Aunque no es una cuestión protocolaria, el príncipe Andrés reveló hace tiempo que en las noches familiares no se permitía jugar al Monopoly porque en el pasado había sido fuente de discusiones.
Reglas de vestimenta
No se les permite llevar ropa de lino porque se arruga con mucha facilidad y da un aspecto descuidado. Las pieles llevan prohibidas desde el siglo XIV, algo que viene muy bien de cara a los activistas. Tampoco enseñar demasiada pierna, así que las medias son siempre un must. De la misma manera, los escotes deben ser moderados. Diana siempre llevaba el clutch en la zona del pecho para cubrirse el escote. En cuanto a los zapatos, las cuñas están prohibidas, pero Kate Middleton se ha saltado esta norma en varias ocasiones cuando no está en presencian de la Reina.
Las uñas, siempre naturales
No veremos a una ‘royal’ con las uñas de colores. No se les permite lucir esmaltes estridentes o de colores fuertes. Una manicura natural es obligada. La Reina siempre usa el mismo esmalte, de la firma Essie y Kate también se decanta por rosas, brillos o porcelanas.
Palabras prohibidas
Hay determinadas palabras que nunca se escucharán en boca de un miembro de la Familia Real Británica. Los Windsor no usan perfumes, sino esencias, no se sientan en un ‘couch’ sino en un ‘sofa’, no se reúnen en la sala de estar sino en el salón. Tampoco utilizan el aseo o el baño, sino el lavabo. Por muy extraño que pueda parecer, siempre se refieren a sus padres como ‘mami’ o ‘papi’. Incluso el príncipe Carlos sigue llamando así a la Reina.
Brindis
Los Windsor cuando brindan, brindan de verdad. Nada de decir ¡salud! y punto. Si Meghan quiere proponer un brindis tendrá que prepararse unas palabras.