El fuerte contraste de Solari que muy pocos se explican
Asume el mayor reto de su carrera: ocupar el banquillo del club de su vida
No traten de buscar intimidades de Santiago Solari porque no las hay. El flamante entrenador del Real Madrid cuida al milímetro su faceta íntima. Él elige lo que se sabe de él y lo que no. Por supuesto, nadie conoce qué persona comparte su vida y ocupa su corazón, si es que la hubiera, o bien si estamos ante un soltero de oro a sus 42 años. En el caso de ser un hombre comprometido habrá que esperar a que decida comunicarlo.
Sin embargo, hay una dicotomía en la figura de Solari que quizás haya pasado desapercibida para mucha gente. Su perfil de hombre tranquilo y alejado del mundanal ruido contrasta con el tremendo impacto mediático que tiene su hermana, Liz, en la Argentina natal de ambos. En este digital ya contamos el amargo trago por el que tuvo que pasar con el fallecimiento del que iba a ser su marido tras una relación sexual. Algo que no fue ajeno al técnico del Real Madrid ya que compartió sufrimiento con su hija.
A Liz Solari la conocen en el país sudamericano como ‘la barbie perfecta’ por su belleza y supuesto parecido con la mítica muñeca. De hecho, esta misma semana ha sido portada de la edición argentina de la revista ‘Hola’ con motivo de su boda con Walter Fara, un millonario empresario argentino. Junto a él ha conseguido sacar lo mejor de sí misma y encontrar el equilibrio en su interior, algo que no es tarea sencilla. La pareja se dio el sí, quiero a comienzos de mes en una idílica ceremonia celebrada en Tulum (México).
Mientras tanto, Solari sigue con su pose de hombre calmado, sabedor de que sus avances en el Real Madrid serán observados con lupa, así como que su hermana llena revistas en Argentina. De momento, no ha empezado nada mal porque su arranque como entrenador es el mejor en los 116 años de historia del club.