EXCLUSIVA: Rosalía deja el jet privado tras su polémica con VOX

“Fuck Vox”. Así de tajante se mostró Rosalía el pasado lunes 11 de noviembre tras hacerse públicos los resultados de las elecciones generales en las que el partido de Santiago Abascal arrasó consiguiendo pasar de 24 a 52 escaños. Desde la cuenta de Twitter de la formación política no se quedaron cortos y la respuesta a la cantante fue tan rotunda como lo fue el tuit de la catalana.

“Solo los millonarios, con aviones privados como tú, pueden permitirse el lujo de no tener patria”, respondió VOX enlazando con una imagen en la que aparecía la de ‘Malamente’ sentada en un jet privado y en una actitud chulesca.

Lo cierto es que Rosalía no tiene avión propio y así lo contó ella cuando, el pasado mes de junio, aterrizó en Málaga a bordo del jet de Antonio Banderas. En aquella ocasión el actor andaluz puso a disposición de la catalana su aeronave para facilitar el viaje que la joven tenía que hacer para recoger un premio que le iban a entregar en la ciudad natal del ‘chico Almodóvar’, pero son incontables las veces que la exnovia de C. Tangana ha compartido imágenes suyas y de su equipo en aviones comerciales.

Aunque esta vez no ha sido ella quien ha demostrado que no disfruta de los lujos que se le atribuyen, LOOK ha podido conocer que el último vuelo de la voz de ‘A palé’ ha sido como el de la mayoría de los mortales: este fin de semana, Rosalía ha vuelto a cruzar el océano Atlántico en un vuelo comercial y lo ha hecho nada más y nada menos que después de triunfar en la gala de los Grammy Latinos celebrada en Las Vegas, en la que la española se ha confirmado como estrella mundial al recibir cinco de los premios más importantes.

Rosalía (y sus premios) ha llegado a Barcelona vestida de una manera mucho más discreta de la que presume en redes habitualmente y lo ha hecho acompañada de un equipo de cuatro personas compuesto por dos guardaespaldas y dos chicas de su confianza. Un aterrizaje mucho más sencillo de lo que se podría esperar de alguien que se acaba de reafirmar como la artista más popular del planeta y que contrasta con la imagen que desde el partido de Santiago Abascal se ha intentado dar de ella.