Ropa interior, dinero, fotos subidas de tono… Sofía Suescun comienza a recuperar lo que le robaron
El fin de semana ha sido de todo menos relajado para Sofía Suescun y Kiko Jiménez, que han tenido que hacer recuento de lo que los cacos les robaron aprovechando que estaban de vacaciones y la casa vacía. Lo que menos se esperaba la pareja tras regresar de la idílica Ibiza era que la casa en la que viven, propiedad de Suescun, iba a estar totalmente revuelta y sin muchos de los objetos y dinero que estaban en ella. Pasado el gran disgusto que se llevaron el jueves, la pareja ha estado colaborando con la Guardia Civil que gracias a su trabajo ha comenzado a identificar y a encontrar a los cacos que entraron en su casa y se llevaron lo que quisieron. Una buena noticia que han compartido en sus redes sociales y que Sofía ha confirmado este lunes en ‘Sálvame’, donde ya más contenta ha dado alguno que otro detalle, pero no todos ya que la investigación sigue abierta.
«Estoy encantadísima», ha asegurado la colaboradora televisiva, que ha desvelado que lo que se han llevado supera los 10.000 euros y que, si bien han recuperado una parte, esto no lo cubre todo. Los chicos ya están identificados y estoy muy satisfecha porque los han cogido», ha dicho, mostrando su contento con la labor policial. Aunque ya el jueves comentó que faltaba dinero y varios objetos, ha sido ahora cuando ha añadido que, entre lo sustraído, había fotos muy íntimas, «subidas de tono», ropa interior sucia, varios pen drives y grandes cantidades de dinero. Además de 5.000 euros suyos que tenía en casa por si algún día no le funcionaba la tarjeta, también guardaba allí los ahorros de su hermano: 8.000 euros que se han esfumado.
«Me siento fatal por él. Yo se lo voy a pagar sin problema», ha asegurado Sofía, que le tendrá que dar la mala noticia a Christian cuando salga de ‘La casa fuerte’, donde está concursando junto a su madre. Y aunque tiene mucho por lo que estar molesta y enfadada, lo que más le indigna a Sofía es que ha estado vigilada. «Han esperado el momento perfecto: mi madre no estaba, los perros tampoco, Kiko y yo estábamos fuera…».
Los ladrones que robaron en su casa estaban tan seguros de que nadie les iba a interrumpir que «se hicieron un café, cogieron un trozo de tarta, fueron al baño y me dejaron un regalo». Gracias a ese ADN y otras pistas los policías «han ido a casa de los ladrones y han recuperado allí algunas cosas, encasa de uno de los chicos. Se dividieron lo que se llevaron».