Poli Díaz se cansó de ‘boxear’ con la vida: así es el potro de Vallecas que visita el ‘Deluxe’
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Poli Díaz quiere hablar y lo hará hoy en ‘Sábado Deluxe’. Hizo historia, para lo bueno y para lo malo. Su vida se escribe con sudor y golpes, los que empezó dándole a los sacos y terminó por asestarse a sí mismo con malos hábitos confesos. Despuntó en los años 90, cuando se ganó a pulso el apodo del Potro de Vallecas. Con 23 años ya atesoraba 46 combates y el mundo del boxeo se rendía a sus pies.
Su brillantez con el puño lo hizo enfrentarse a Pernell Whitaker en Estados Unidos. Como una mala metáfora, el apodado Potro de Vallecas se despeñó por el precipicio con el lastre de la fama. Cayó en una espiral de destrucción y conforme sus adicciones a las drogas iban aumentando, muchos famosos comenzaron a alejarse de su camino y a negarle el saludo, según él mismo ha denunciado públicamente.
Antes era habitual verlo acompañado de rostros conocidos como Santiago Segura -con quien rodó en 1998 la entrega de Torrente-, Alaska, Ana Obregón o Los Chunguitos. Cayó en el olvido más injusto. «Y es que la gente ya no se acuerda, o no se quiere acordar, de todos esos combates en los que generé tanto dinero y en los que todo el mundo estaba pendiente de mí. Aquí cada uno va a lo suyo, y no se reconocen los méritos de nadie. Y si te va mal, por ahí te pudras», confesó hace unos años Poli Díaz, que se define como un «juguete roto».
En esos difíciles momentos en que las drogas lo alejaron de lo que fue, Poli solo daba malas noticias: desavenencias familiares, conflictos con vecinos y reyertas en discotecas a altas horas de la madrugada. Sin embargo, el tiempo le dio una tregua y salió de ese pozo. Ahora, asegura, es una nueva persona que no quiere golpear a nada ni a nadie. Se limita a pasear a su perro y a apoyar a jóvenes promesas del boxeo. Esto es lo que contará en ‘Sábado Deluxe’ a modo de canto a la vida.