Pablo Motos, en el punto de mira de los cómicos de izquierdas por evitar que hagan chistes de él
El creador de contenido Facu Díaz denuncia que Motos telefonea a expertos del humor a través de miembros de su equipo
'El Hormiguero' ha sido uno de los programas de televisión más críticos con el Gobierno de Pedro Sánchez
Sin comerlo ni beberlo, Pablo Motos ha visto interrumpido su dulce regusto de éxito que le embriaga cada noche, cuando se confirma como líder indiscutible del prime time. El detonante ha sido la charla que mantuvo con Alfonso Guerra hace unos días. En ella, departieron sobre los límites que los humoristas se encuentran para hacer chistes durante su show. El ex vicepresidente del PSOE aseguraba que «me dan pena los cómicos, porque ya no pueden hacer chistes de homosexuales o de enanos».
Las estrategias políticas de Alfonso Guerra #AlfonsoGuerraEH pic.twitter.com/O4Qm0nlp66
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) November 22, 2023
El presentador valenciano le dio la razón y fue a partir de entonces cuando se armó el revuelo. Durante el fin de semana, diferentes profesionales de la comedia se han mostrado ofendidos porque consideran que Motos no está obrando bien. Para demostrarlo, diferentes humoristas vinculados de algún modo a la izquierda se han puesto de acuerdo para denunciar las experiencias que han vivido con Pablo Motos.
El más beligerante ha sido Facu Díaz, quien denunció en su canal de Twitch la práctica que hacía el conductor de El Hormiguero: «Pablo Motos es un tipo con muchísimo poder en la industria a efectos promocionales, por ejemplo. La peña tiene que ir sí o sí a su programa, muchas veces obligada por contrato, para promocionar sus movidas. Lo que consigue es que la gente, públicamente, se corte mucho con la posibilidad de hacer chistes sobre él porque luego pide cuentas y hace llamadas», empezó diciendo.
Díaz asegura que tiene constancia de que «Motos ha mandado a gente de su productora a llamar por teléfono a cómicos para decirles que a la gente no le gustan esos chistes de Pablo Motos. Esto pasa. Y aquí tiene los huevazos gigantescos de decir que no se pueden hacer chistes con nada».
Por ello, denunciaba lo que bajo su punto de vista es una doble moral: «Pablo Motos te dice que no se puede decir nada mientras llama para presionar a cómicos y que quiten chistes de sus espectáculos que tienen que ver con él… Ellos pueden hacer lo que les salga de los cojones, ¡pero no me des lecciones!».
Poco a poco, Facu Díaz fue elevando el nivel de crítica hasta incurrir en palabras malsonantes: «No me digas, Pablo Motos, que hay una generación de cristal, cuando se hacen chistes sobre tu altura y montas un circo de locos. Se hacen chistes sobre que tu programa es una puta mierda y montas un circo de puros locos», redundaba. Finalmente, sentenciaba asegurando que es una persona que está «obsesionada con su imagen pública y con que nadie se ría de él». Del mismo modo, definió a su séquito como «una banda de sinvergüenzas».
Más críticas a Pablo Motos por sus chistes
A raíz del duro testimonio del anterior han salido otros de diferentes rostros relevantes del sector. «Pablo está muy enfadado. No vais a trabajar en televisión en toda vuestra vida», desvelaba el humorista Kike García. Álvaro Terán, humorista gráfico de El Jueves, se animó a desvelar que recibió llamadas desde El Hormiguero cuando sacó unas viñetas satíricas en su revista: «Hablé con el que me gusta llamar «Camorras», la tercera hormiga del programa. Y me empieza a hablar, en tono paternalista, de que la página no ha gustado en el programa», antes de «hacer un repaso viñeta a viñeta de lo que no les ha parecido correcto», confiesa.
¿Cuál era el objetivo de Pablo Motos? El propio Terán se lo pregunta: «¿Una amenaza pasivo-agresiva? ¿Un aviso antes de una denuncia? ¿Una bronca paternalista? ¿O querían darme a entender que El Hormiguero estaba vigilando?».