Los momentos inolvidables de Luis Ortiz, el rey de la jet set marbellí, en diez imágenes
Luis Ortiz y Gunilla Von Bismarck fueron los estandartes de la marbella dorada de los 80
Sus fiestas, su actitud jovial, su diversión y sus sonrisas forman parte del imaginario colectivo.
La noche de Marbella brilla menos desde que Luis Ortiz nos ha dicho adiós. El para muchos considerado rey de la jet set marbellí ha muerto este pasado lunes a los 80 años tras no poder superar un cáncer de próstata contra el que luchaba desde hace años. Aunque estaban divorciados, Gunilla Von Bismarck y él formaron durante décadas la pareja más glamurosa de la Marbella de los 80.
Cómo olvidar sus fiestas, sus disfraces, sus bromas o la manera de divertirse en aquellos años donde la ciudad malagueña era el destino elegido por celebrities, miembros de las familias reales europeas, jeques árabes, o empresarios multimillonarios internacionales para pasar los veranos. Un cóctel de famosos cautivados por el buen tiempo, las playas, los vastos campos de golf y las discotecas.
Una etapa donde el Marbella Club de Alfonso de Hohenlohe funcionaba como centro de culto y reunión para los rostros conocidos que copaban las páginas de las revistas: Audrey Hepburn, Soraya –viuda del sha de Persia–, Liz Taylor, Grace Kelly, Frank Sinatra, George Hamilton, Sean Connery, Joan Collins o Liza Minelli, por citar algunos. Fue en este escenario jovial donde Luis Ortiz y Gunilla Von Bismarck se hicieron los reyes de la noche, con permiso de los Thyssen-Bornemisza.
Es imposible hablar de Luis Ortiz sin recordar a Los Choris, el grupo de amigos que formaba junto a su grandísimo colega (y compañero de colegio) Yeyo Llagostera; Antonio Arribas y Jorge Morán. Los dos primeros procedían de familias acomodadas y desde que en 1970 se afincaron en la Costa del Sol llevaron a cabo multitud de locuras y planes inolvidables. Por ejemplo, viajar a Brasil en un vuelo fletado por Yeyo para dejar el pabellon de la fiesta bien alto durante el famoso carnaval de Río de Janeiro. También se fueron de safari a África. Iban a juega por día y sus fiestas no tenían parangón, seguidos por amigas muy conocidas como Pepa Flores, Lolita o Carmen Ordóñez.
La figura de Luis Ortiz solo se entiende de la mano de Gunilla. Ambos llevaron a Marbella a ser escaparate del lujo europeo. Se casaron en 1978 y el 1 de mayo de 1980, nacía su único hijo, Francisco José Ortiz von Bismarck, heredero universal. La casa de Marbella en la que vivían era espectacular ya que Gunilla era dueña del terreno anexo al Marbella Club. Hace tiempo, la discoteca le compró esta vasta superficie de la carretera hacia el mar, que era su herencia. Con ese dinero se compraron una increible vivienda con vistas a Gibraltar que estuvo años a la venta por 50 millones de euros. De hecho, Gunilla llegó a sacar a subasta en Nueva York su vivienda de 50.000 metros de casa situada en el término malagueño de Istán.
Su matrimonio estuvo cargado de noches épicas, pero también de tensiones y algunos celos derivados de un mundo tan agitado. Se divorciaron, pero de cara a la galería. Quienes los conocen, aseguran que «tuvo truco» porque, supuestamente, Gunilla, hija del príncipe Otto Christian von Bismarck y su esposa, Ann-Mari Tengbom, iba a ser desheredada por su familia. Por ello, se separaron, pero en realidad nunca dejaron de estar juntos hasta el último día.
Con su muerte se va una de las insignias de Marbella. Porque Luis y Gunilla no faltaban en ningún evento, en ningún photocall.
La pérdida de Luis Ortiz deja sumidos en el llanto a sus seres queridos porque se va historia de Marbella. Por ello, abrimos el álbum histórico de sus fiestas interminables junto a su querida Gunilla.