Carmen Borrego: "La denuncia de la empleada de hogar de mi madre es una estrategia"
La empleada alega haber sido despedida de manera improcedente por la Campos
Ha estado 15 años a su servicio y era como una hija para la presentadora
Un nuevo huracán ha llegado a la vida de María Teresa Campos. Tras la feliz noticia que supuso su cambio de residencia, llega una desagradable historia en la que está involucrada tanto ella como María, su empleada del hogar durante 15 años. Esta ha denunciado y alega que fue despedida de manera improcedente de casa de la presentadora tras tres lustros de servicio y le reclama 10.000 euros. Hasta ahora conocíamos la versión de la trabajadora, pero ¿cómo ha asimilado María Teresa la denuncia?
Carmen Borrego ha dado un paso adelante y ha hablado en nombre de la familia tras destaparse toda la polémica: “Mi madre no está preocupada porque sabe que todo es una estrategia, sabe que hemos hecho todo bien y tenemos pruebas”, confiesa a ‘Lecturas’. La hija de la Campos argumenta cómo fueron los hechos: “El 6 de septiembre mi madre la esperaba en Madrid y no se presentó a trabajar. Le envió un WhatsApp y ella le dijo que seguía en Perú. Cambió de número de teléfono, nos bloqueó a todos en Facebook, incluso a la que ha sido su compañera durante estos quince años”, explica.
Carmen también explica que María ha pensado todo esto con premeditación: «Ella tenía un plan. No tenía previsto volver. Hemos visto que se había llevado todo de su habitación. El día 12 de septiembre le mandamos un burofax para decirle que seguíamos esperándola y que cuándo pensaba reincorporarse al trabajo».
«Para María Teresa es una traición imperdonable»
Otra versión de los acontecimientos lo tiene una persona del círculo más íntimo de María Teresa Campos, que prefiere mantener el anonimato y que ha hablado con ‘Jaleos’: «Te puedo decir que le afectó a la hora de comer. Ya de por sí no suele comer mucho, pero esta situación la disgustó enormemente y apenas come. Trata de entender la razones de María, pero no lo consigue. Ella es alguien súper generosa, pero no entiende la deslealtad».
La misma persona insiste en que la Campos «lo ha vivido como una traición imperdonable. María ha pasado de ser familia a una enemiga pagada. Teresa está tocada y dolida porque María, a la que tenía muy bien mirada, la dejara sola cuando más la necesitaba en Madrid. En septiembre quemó el teléfono de tanta llamar a su empleada y esta nunca respondió».