Mabel Lozano, tras ganarle la batalla al cáncer: "Lo que he aprendido es que vivir es un éxito"
La escritora triunfa gracias a su pluma para hablar de temas tan controvertidos como la prostitución y el proxenetismo. Ha sido nominada a los Goya recientemente.
Han pasado 20 años desde que empezamos a hablar con fuerza de Mabel Lozano. Aquella mujer con aspecto masculino que empezó a hacer sus pinitos en TVE a finales de los 90 ha derivado en una persona escritora y directora de cine documental muy reconocida, que encara la que es su tercera nominación a un Goya. La decisión de estudiar cine y realizar un máster de cine social y derechos humanos en Galway viró su perfil por completo. Por si fuera poco, le ha plantado cara al cáncer de mama con todas sus energías. Ahora, se abre para contar en qué momento personal y profesional se encuentra.
La toledana se ha convertido en una de las plumas más especializadas en nuestro país en temáticas tan controvertidas como el proxenetismo o la prostitución. Problemas definidos por ella como «delitos», que la han hecho llegar a la cima del panorama social, convirtiéndose este año, por tercera vez, en una de las nominadas a los Premios Goya.
Su éxito en lo profesional va aparejado a un crecimiento en lo personal que ha aprendido a la fuerza cuando el cáncer llamó a su puerta. Reconoce que la enfermedad le ha hecho replantearse muchas cosas. Feliz y emocionada por haber conseguido superar la enfermedad, Mabel está dispuesta a valorar los pequeños momentos y a vivir cada día como si fuera el último haciendo lo que más le gusta, trabajando y pasando tiempo con su familia.
Para Mabel Lozano el cáncer ha sido un aprendizaje.»Lo que más se aprende es que vivir es un éxito, eso es lo que más se aprende», comienza diciendo. La lección de vida más grande que le ha dejado es que cada día hay que vivirlo como si fuera el último: «Muchos días vemos que el miedo es libre, pero a veces nos quejamos por tonterías. El cáncer lo que te da es la mortalidad. Hasta el día que me dijeron: “tienes un carcinoma”, pensaba que era inmortal, que a mí no me pasaba nada, ni me iba a pasar nada, entonces te das cuenta que la vida es una y única y que hay que hacer de tu vida algo extraordinario cada día y eso no significa que tengas que ganar un Goya, algo extraordinario es hablar contigo, o irme a comprar unas manzanas a una tienda y que me encuentre a una señora maravillosa y que me cuente sus cosas, es decir, hay que hacer de la vida algo extraordinario cada día».
Su operación fue susto doble. Primero por sus hijos y después porque la operaron en plena pandemia, el pasado mes de abril, pero por suerte se lo cogieron a tiempo y hoy puede decir que está muy recuperada: «El cáncer fue un susto impresionante porque no sabes si te vas a morir y miras a tus hijos y dices: ‘jo, qué pena que se queden sin su madre’, pero también qué pena que yo me quede sin hacer tantas cosas como quiero hacer en la vida, pero bueno, la fortuna es que no ha sido así, es que ha sido un cáncer detectado de una manera incipiente».
Mabel Lozano explica con todo detalle el proceso del suyo: «No es lo mismo cuando lo detectas con una cabeza, a cuando lo detectas con ocho, con ocho es que el cáncer vence. En este caso tenía una única cabeza, con lo cual fue una cirugía conservadora, no he tenido proceso de quimioterapia, solo de radioterapia, que no es solo porque todos los tratamientos oncológicos son durísimos, pero bueno, estoy contenta, es algo que ya he superado, que además justo estoy escribiendo un libro con una compañera sobre el cáncer de mama, que no será ni mejor, ni peor, pero será diferente porque a mí me operaron el 7 de abril en plena pandemia. Esto me ha hecho muy feliz y valorar mucho la vida».